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Foro El Salvador

La indignidad de José Blanco como arma política. El miedo de Zapatero al fracaso.

Nunca. Nunca en la historia de la democracia universal a la oposición se le ha exigido comulgar con ruedas de molino. Nunca se le ha exigido que apoye una postura de gobierno concreta aunque esa oposición no esté de acuerdo con ella. Ahora, sí. Ahora, en España, el PSOE reinventa la democracia y por boca del inefable José Blanco se le advierte al PP de que si el mal llamado proceso de paz fracasa "será debido al boicot del PP" y culpa, de paso, a los dirigentes del PP de hacer "todo lo posible" para que las cosas no salgan bien. Es inaceptable que haga la advertencia de culpabilidad del fracaso cuando el PP no ha intervenido para nada en el diseño ni en la estrategia de la locura de un Presidente de Gobierno pero es inadmisible que culpe a los dirigentes del Partido Popular de hacer "todo lo posible" para que las cosas no salgan bien. Nunca, tampoco, tanta indignidad se usó como estrategia política.

Tanta indignidad no puede ser posible más que a consecuencia del nerviosismo que tiene el Presidente Zapatero. Este hombre tiene que estar desesperado. Necesita continuar con el mal llamado proceso de paz para salir del desgobierno en el que ha metido a España y no lo consigue.

Y lo necesita porque España se desenvuelve, en estos momentos, entre reconversiones, huelgas, deslocalizaciones de empresas, errática política internacional, falsas promesas, y falta de tacto político con los familiares de los muertos en el incendio de Guadalajara. Y él, personalmente, perdiendo cintura en la pasada visita del Papa, perdiendo vergüenza al negarse a ir al Congreso a dar explicaciones de sus veleidades con ETA y sin saber qué hacer con la avalancha de pateras y cayucos a Canarias repletos de inmigrantes ilegales. Sin contar, lógicamente, con su temeraria política territorial que no sabemos si va a ser café para todos o nacionalidades asimétricas.

Para acallar lo que empieza a ser un clamor popular Zapatero de desgobierno, necesita culminar el mal llamado proceso de paz cuanto antes.

Pero las cosas no están tan fáciles como se cería debido, al parecer, a problemas internos de la banda terrorista. Hecho que ha obligado a retrasarlo todo.

De ahí que el Presidente Zapatero, ante el miedo que le produce el fracaso, mande a su deslenguado cabo de vara para que vaya preparando el terreno. Y ese terreno se abona con la indignidad de las palabras de José Blanco sobre el PP.

Editorial de Diario Liberal, 18 de julio de 2006

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