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LAB, mucho más que un sindicato

Langile Abertzaleen Batzordeak es para muchos algo más que una mera organización sindical, algo más que un cúmulo de letras con un significado organizativo, es una esperanza para un pueblo. LAB es una organización que surgió cuando el régimen franquista daba sus últimos coletazos y que ha pervivido desde sus orígenes hasta la actualidad con una actitud de lucha y rechazo contra el sistema económico y político vigente. La génesis de LAB significó el nacimiento de un sindicato, o quizás el origen de algo mucho mayor que un sindicato; el nacimiento de una esperanza, la esperanza de la liberación nacional y de clase.

Los procesos de sindicación que desembocaron en comisiones obreras, sindicatos, partidos políticos son muy enriquecedores ya que nos enseñan a ver la actualidad en clave retrospectiva. El pasado nos ayuda a explicar el presente y a vaticinar el futuro. Por tanto, es preciso aclarar que se considera parte importante de la historia de Euskal Herria las movilizaciones obreras y el desglose de siglas y organizaciones que nacen de él. El movimiento obrero vasco es y será siempre un punto importante en la historia estatal debido al carácter industrial que ha acompañado siempre a Euskal Herria. Además, no podemos olvidar todo el entramado sociopolítico y laboral que se creo a partir del Frente Obrero de ETA y que tiene como resultado la actual organización sindical en Euskal Herria.

Parece que fue ayer cuando LAB irrumpió en la escena sindical vasca y sin embargo han pasado más de 30 años de aquel alumbramiento que tuvo como objetivo dar continuidad al Frente Obrero pero superando la interrelación estructural con la organización armada ETA. Fueron días, semanas de intensos y acalorados debates sobre las estructuras de LAB y su contenido programático, todo ello rodeado de un clima de represión generalizada con el franquismo en sus últimos coletazos. Fruto de estos intensos días nació Langile Abertzaleen Batzordeak, algo más que un sindicato. Un sindicato que fuera más allá de las simples reivindicaciones economicistas y que hiciera de los trabajadores protagonistas del cambio social. Un sindicato socio-político que asumiera en la practica la lucha contra la explotación como clase y la opresión como pueblo. Un sindicato independiente de organizaciones políticas, que no fuera “su perro faldero” como los sindicatos al uso. Un sindicato defensor de las asambleas de trabajadores como órgano decisorio en su ámbito.

Parece que fue ayer y este otoño llegara a cumplir 31 años este joven emprendedor que luchó por la libertad nacional y de clase en Euskal Herria. Un joven con nombre y apellidos, Langile Abertzaleen Batzordeak.

Para acabar me gustaría proclamar desde mi silla y alzar con mi voz la represión que se ha ejercido sobre este sindicato y en general sobre la izquierda nacionalista vasca y progresista con especial mención al negro espectro que representa el día a día en Navarra: exclusiones, marginación, persecución, vigilancia, irregularidades administrativas, registros de sedes, de todo ha habido durante estos últimos 30 años. Hago mía una gran frase en este momento. “La injusticia me hace más justo, el dolor me hace más fuerte y con la libertad seré más libre”.

Jabier López de Armentia

Diario Siglo XXI, 24 de julio de 2006

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