La "nación vasca" y el pacto ETA-ZP
Si la reacción de los socialistas ante las delirantes proclamas de los separatistas y ante las supuestas cartas de extorsión de ETA a empresarios navarros, se ha limitado a arremeter contra el PP y sus dirigentes "a los que les gusta más vivir con ETA que sin ETA", habremos de concluir que lo del PSOE es mucho más que una simple "condescendencia". Vaya por delante que la verdadera extorsión de ETA no es la que tiene forma de carta a los empresarios, sino aquella, en forma de comunicado, en la que los encapuchados terroristas nos anunciaban un "alto el fuego" con el reiterado precio político de la independencia de Euskalherría. Que el síndrome de Estocolmo de unos y los infames cálculos electorales de otros, nos quieran presentar ese "permanente" chantaje como un "proceso de paz", es un espejismo que no creemos que ETA lo vaya a poner en peligro ahora con unas cartas a empresarios fuera de plazo. Lo que hay que señalar no es la fecha del membrete, sino los mil asesinados que acarrea su firma. En cualquier caso, si Otegi señalaba, hace unos días, que ellos tienen que "verificar" la disposición del Estado francés y español a aceptar "la reunificación del pueblo vasco en un estado independiente", ETA va a tener la oportunidad de constatar, en unos pocos meses, pagos menos ambiciosos, pero no menos significativos, de la "condescendencia" de los socialistas. Eso y no otra cosa sería su alianza con los separatistas de Estella para acabar con el estatuto de Guernica: un maquillado plan Ibarretxe, insuficiente como aquel para ETA, pero lo suficientemente inconstitucional como para cerrar el frente anti-PP, proclamar la "nación vasca" y poner, negro sobre blanco, algunos de los típicos "disparates" de los nacionalistas en el Aberri Eguna; esos "disparates" que los socialistas han dejado de denunciar y que, dentro de poco, suscribirán.Editorial, Libertad Digital, 17 de abril de 2006
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