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Un incendio provocado destruye en Barañáin la ferretería de uno de los concejales de UPN

PAMPLONA. Un incendio provocado destruyó en la madrugada de ayer en Barañáin la ferretería del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) José Antonio Mendive. El ataque podría ser, si se confirma la autoría y según apunta el Gobierno central, el primer episodio de kale borroka desde que ETA declaró un alto el fuego permanente el pasado 22 de marzo. El fuego obligó a desalojar 56 viviendas cercanas y causó la intoxicación por humo de un niño de diez meses y de tres agentes de la Policía Municipal.

El incendio se produce en un momento en el que el Gobierno y las Fuerzas de Seguridad del Estado tratan de verificar la efectividad del cese de la violencia para avanzar hacia la paz en Euskadi. Además, sucede en una semana en la que se ha polemizado sobre el papel de Navarra en una hipotética negociación con ETA.

Los hechos se produjeron en torno a las cuatro y media de la madrugada del sábado, y el delegado del Gobierno en Navarra, Vicente Ripa, confirmó que el incendio había sido provocado. Uno o varios desconocidos rompieron las lunas del escaparate de esta ferretería, ubicada en el cruce de la avenida Central y la calle San Esteban. Los agresores vertieron líquido inflamable en el local y dejaron el recipiente que contenía el líquido al pie del escaparate.

La magnitud del fuego se explica por los materiales inflamables que se guardaban en la propia ferretería, como pinturas o disolventes. El incendio fue sofocado por los bomberos hacia las seis menos cuarto de la mañana. Minutos antes había llegado al lugar el propietario del local, quien para entonces se encontró con su negocio calcinado.

Las llamas obligaron a desalojar a 56 familias de sus viviendas, ubicadas en el inmueble en cuyos bajos se encuentra la ferretería. Un bebé de diez meses y tres agentes de la Policía Municipal de Barañáin resultaron afectados por el humo y precisaron atención médica. Otro negocio situado al lado de la ferretería, una tienda de lencería, también se vio afectado por las llamas, así como tres vehículos particulares.

A lo largo de la mañana, regresaron a sus domicilios los vecinos desalojados del inmueble, salvo cuatro familias residentes en la primera planta del edificio y cuyas viviendas resultaron dañadas. El humo llegó a afectar hasta la sexta altura de la fachada del inmueble, según se percibía desde la calle. Las cuatro personas que fueron trasladadas al Hospital de Navarra, un bebé y tres policías locales, también fueron dados de alta a lo largo del día.

A las dos y media de la tarde todavía continuaba cortado el tráfico en los alrededores del lugar, al tiempo que proseguían las labores de limpieza. El delegado del Gobierno mostró la «solidaridad» del Ejecutivo con el concejal de UPN y con todas las personas afectadas. Las investigaciones policiales continúan para determinar si se trata de un acto de la denominada kale borroka, como todo hacer prever, según apuntó ayer el Ejecutivo central.

«Escollo»

El representante del Gobierno en la Comunidad foral advirtió de que «si el incendio provocado es como consecuencia de la militancia política del propietario de la ferretería, sería un escollo muy importante en el proceso que se está desarrollando, porque como ya ha dicho el presidente del Gobierno de España, para que este proceso vaya adelante se tiene que verificar claramente que la banda terrorista y su entorno dejan de actuar».

Barañáin, que quedó conmocionado por lo ocurrido, es el tercer municipio de Navarra por número de habitantes. Situado junto al término de Pamplona, cuenta con 23.000 vecinos y el Ayuntamiento está compuesto por ocho grupos políticos. El propietario del establecimiento encabezó la candidatura de UPN en las pasadas elecciones municipales y fue la fuerza política más votada, aunque el gobierno municipal está en manos del Partido Socialista de Navarra, que en su momento recabó el apoyo de otras formaciones como IU, Aralar y Batzarre.

Por el lugar de los hechos pasaron, además del delegado gubernamental, el alcalde de la localidad, el socialista Iosu Senosiain, el consejero de Interior del Gobierno de Navarra, Javier Caballero, y el dirigente de UPN Alberto Catalán.

Los vecinos afectados pueden presentar sus reclamaciones en la oficina de la Policía Municipal, ubicada en el Ayuntamiento. Una vez remitidas a la delegación del Gobierno en Navarra, se tramitarán ante el consorcio de compensación de seguros.

El último acto de violencia callejera tuvo lugar en Errenteria el 20 de marzo, dos días antes del anuncio del alto el fuego, cuando unos individuos arrojaron varios cócteles molotov contra la vivienda del concejal socialista Jesús Oficialdegui.

La semana pasada, también en Navarra, el presidente de la patronal de la Comunidad foral denunció el envío de cartas de extorsión de ETA a empresarios. La Policía investigó si fueron remitidas antes o después de la tregua aunque, finalmente, el presidente Zapatero aseguró el pasado martes que las misivas habían sido enviadas antes del alto el fuego.

La kale borroka estuvo presente en la frustrada tregua de 1998 desde el día siguiente a que ETA anunciara su entrada en vigor, con un ataque a una entidad bancaria de Santurtzi. Posteriormente hubo varios actos de violencia callejera. COLPISA

 

El Diario Vasco, 23 de abril de 2006

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