“Las víctimas están desesperanzadas”

Miguel Martínez Falero y Ernesto Ladrón de Guevara cerraron ayer el ciclo sobre terrorismo del Foro El Salvador

El conflicto que desde hace décadas ha generado el nacionalismo vasco tiene dos víctimas, las de la Educación y las del terrorismo, según Miguel Martínez y Ernesto Ladrón de Guevara, que ayer participaron en el ciclo “La negociación con ETA y la investigación del 11-M”, organizado por el Foro El Salvador. El primero incidió en las víctimas del terrorismo y mostró su preocupación por la reducción de las peticiones de penas a los condenados. El segundo lamentó la imposición de ideas políticas en el sistema educativo de Euskadi.

HUESCA.- El ciclo “La negociación con ETA y la investigación del 11-M: visiones críticas”, organizado por el Foro El Salvador, en colaboración con la Asociación de Víctimas del Terrorismo, finalizó ayer en Huesca con la participación de Miguel Martínez Falero y Ernesto Ladrón de Guevara, que reflexionaron sobre los “Derechos y libertades vulnerados en el País Vasco y Navarra”.

El primero, concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) en Ansoáin, incidió en esas “políticas que algunas personas no están dispuestas a tolerar”, como la aplicación de penas menores a los acusados por terrorismo. Este letrado, que ha actuado como acusación particular en causas como las de los asesinados por ETA José Múgica o Francisco Casanova, muestra la sensación de impotencia que sufren las víctimas que, dijo, “están desesperanzadas”. Para ellas parece que lo que han hecho sus familiares, “morir a manos de unos asesinos por defender la libertad en cualquier ámbito”, no tiene sentido, porque los inculpados se quedan sin castigo.

En su caso, como en el de otros abogados involucrados en estas cuestiones, viven pendientes de que los procesos no se paralicen y de pedir el máximo castigo en los juicios. Ahora, indicó Martínez, parece que el Ministerio fiscal no hace esas peticiones de acuerdo con la consideración que correspondería al delito.


Jara ARNAL

Diario del Alto Aragón, 5 de diciembre de 2006