Benedicto XVI: En la lucha contra el terrorismo sigue vigente el derecho humanitario
El pontífice lanza una reflexión sobre seguridad nacional y derechos humanos
CIUDAD DEL VATICANO, martes, 12 diciembre 2006 (ZENIT.org).- El derecho internacional humanitario debe ser respetado tanto en las situaciones de guerra, como en la lucha contra el terrorismo, advierte Benedicto XVI.
Y ante las «formas inéditas de violencia» terrorista en tiempos de globalización, que han abierto nuevos escenarios en el planeta, el pontífice ha propuesto una reflexión de carácter jurídico, ético y cultural para ver cómo puede aplicarse el derecho internacional, garantizando la seguridad nacional.
En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que tendrá lugar el 1 de enero de 2007, recuerda que los Estados se han comprometido al respeto del derecho internacional humanitario y constata que «lamentablemente» «este derecho no ha sido aplicado coherentemente en algunas situaciones bélicas recientes».
Menciona en particular el conflicto que hace meses ha tenido como escenario el sur del Líbano, «en el que se ha desatendido en buena parte la obligación de proteger y ayudar a las víctimas inocentes, y de no implicar a la población civil».
«El doloroso caso del Líbano y la nueva configuración de los conflictos, sobre todo desde que la amenaza terrorista ha actuado con formas inéditas de violencia, exigen que la comunidad internacional corrobore el derecho internacional humanitario y lo aplique en todas las situaciones actuales de conflicto armado, incluidas las que no están previstas por el derecho internacional vigente», subraya la misiva pontificia.
Según el obispo de Roma, «la plaga del terrorismo reclama una reflexión profunda sobre los límites éticos implicados en el uso de los instrumentos modernos de la seguridad nacional».
«En efecto, cada vez más frecuentemente los conflictos no son declarados, sobre todo cuando los desencadenan grupos terroristas decididos a alcanzar por cualquier medio sus objetivos», constata.
«Ante los hechos sobrecogedores de estos últimos años», el pontífice explica que «los Estados deben percibir la necesidad de establecer reglas más claras, capaces de contrastar eficazmente la dramática desorientación que se está dando».
«La guerra es siempre un fracaso para la comunidad internacional y una gran pérdida para la humanidad», advierte, recordando el magisterio de los últimos Papas.
«Y cuando, a pesar de todo, se llega a ella --reconoce--, hay que salvaguardar al menos los principios esenciales de humanidad y los valores que fundamentan toda convivencia civil, estableciendo normas de comportamiento que limiten lo más posible sus daños y ayuden a aliviar el sufrimiento de los civiles y de todas las víctimas de los conflictos».
ZS06121209
0 comentarios