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RUIDO DE PÁGINAS.

RUIDO DE PÁGINAS.
Muchos de Uds. recordarán una expresión muy usada en los años de la Santa Transición para denominar a los movimientos de algunos militares involucionistas, me refiero al “ruido de sables”. El ruido de sables se producía en arengas, brindis en salas de banderas, discursos en la pascua militar, etc. Después del 23 F aquellos sables se callaron definitivamente.

Otra expresión similar, ya casi olvidada, se acuñó en la crisis política provocada por los dos diputados socialistas de la Asamblea de Madrid que se negaron a apoyar la investidura de Simancas como presidente de la Comunidad. Entonces, algunos socialistas hablaron del “ruido de cheques” de una trama de corrupción inmobiliaria. Posteriormente nos hemos enterado que los cheques en realidad viajaban de Ciempozuelos y otros municipios hacia Andorra.

Percibo últimamente un rumor, al que yo denominaría “ruido de páginas”, procedente de algunos centros del PP. Este ruido de páginas sería el ruido que se hace al pasar página. En el 96 Aznar ordenó pasar página de los crímenes del Gal y de los casos de espionaje y de otros delitos cometidos por gente del gobierno socialista o próximo al mismo. Me da en la nariz que la tentación de pasar página en el 11-M, al igual que en 1996, está ganando fuerza en algunos sectores del PP. Las sucesivas revelaciones de las investigaciones periodísticas van formando hipótesis cada vez con más aportación socialista en la génesis o encubrimiento de la masacre del 11-M. Llegados a esta situación, alguien en el PP se tiene que plantear esta pregunta: Y si resulta que altos responsables del PSOE o del gobierno cometieron delitos en relación con los atentados del 11-M ¿Qué hacemos?.

Lo decente, lo moral es no hacer nada sólo exigir que se haga justicia y que los culpables vayan a la carcel, pero claro, las consecuencias de que hubiera imputaciones contra altos dirigentes socialistas serían tremendas. No me imagino a D. Alfredo o a D. Pepín desfilar mansamente ante los jueces. La que armaría el PSOE sería de aupa. Ríanse Uds. del asalto a las sedes del PP el día 12 y 13 de Marzo. Además con el 80 o el 90 % de los medios de comunicación dispuestos a hacerle la cobertura al PSOE, acusando al PP de montar una conspiración golpista para derribar del gobierno al PSOE, sería complicado que el proceso pudiera llegar a buen puerto sin grandes costes de conflictividad social. Esto, en un contexto de inicio de una fuerte crisis económica y de la ruptura efectiva de la tregua trampa por parte de la ETA, haría abrirse paso entre la dirección del PP de la tesis de darle una salida pactada al 11-M, dentro de una acuerdo global con el PSOE en los temas antiterrorista y de la cuestión nacional.

Un último elemento que acabaría empujando en la dirección descrita sería un oportuno informe de Arriola diciendo que el 11-M radicaliza el mensaje del PP y que no se consigue llegar al centro por culpa de posiciones como la de Alicia Castro o del propio Zaplana. La próxima jubilación de Jaime I. del Burgo también dejaría vía libre en UPN a estas posiciones.

Yo creo que esto sería un tremendo error que condenaría a España a varias décadas de régimen corrupto al estilo iberoamericano. Confirmando la dependencia de la Justicia respecto al gobernante de turno. Además, electoralmente, podría pasar como en el 93 que después de que Aznar aflojara su discurso en el tramo final de la campaña electoral para centrar el mensaje, finalmente Felipe volvió a ganar las elecciones (por cierto, con Garzón de número 2).

La obligación del PP, es más la obligación de cualquier persona decente con responsabilidad política o judicial, es exigir que el pueblo español sepa la verdad y que se haga justicia. Todo lo que no sea eso es ser cómplice de la traición al pueblo español que están cometiendo nuestros actuales gobernantes.

Detalles, como la ausencia ayer de representantes de UPN en la presentación del Libro de Luis del Pino en Pamplona, o como la posición de Gallardón respecto a la investigación de los atentados, o la ausencia casi total de políticos del PP en las concentraciones de los peones negros, o como relegar el debate de la investigación del 11-M a las sesiones de control parlamentario de los miércoles, cuyo contenido no llega ni a los medios ni a los ciudadanos, apuntan hacia esa dirección de política de perfil bajo, descafeinada, centrada y pactista. En definitiva, débil.

No obstante, estoy firmemente convencido que el deseo de verdad y justicia de los ciudadanos españoles serán mucho más fuerte que los intentos de apaño que se intenten organizar.

Fermín Zalacaín (el aventurero).

Diario Liberal, 16 de diciembre de 2006

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