Sostenella y no enmendalla
Las encuestas realizadas sobre la reacción de Zapatero ante el salvaje atentado terrorista de ETA contra la T-4 de Barajas no dejan dudas de su mala gestión y respuesta. Los españoles consultados suspenden en su mayoría la forma como el presidente ha manejado la nueva situación generada por el zarpazo etarra. Asimismo una mayoría de encuestados apoya la idea de que no se vuelva hablar con ETA hasta que la banda terrorista anuncie el abandono de las armas y la renuncia a la violencia, y una parte significativa de los mismos, el 40 por ciento, considera que Zapatero ha fortalecido a los terroristas durante los nueve meses que duró el alto el fuego. Por no hablar de los que mayoritariamente, un 85 por ciento de votantes del PP y un 79 por ciento de electores del PSOE, creen que para combatir a ETA hay que recuperar el Pacto Antiterrorista y por las Libertades que garantiza el acoso policial y judicial que la banda y sus secuaces políticos se merecen. Siendo así, tan meridianamente clara la opinión de los españoles, sorprende que Zapatero se empeñe en conducirse por el territorio de la ambigüedad calculada para responder ante el nuevo emplazamiento y en no reconocer con humildad que las cosas , por mas que él estime en el laberinto de su inconsciencia lo contrario, no se han hecho bien. El presidente asegura que no ha habido ningún elemento o argumento que permita decir que se han cometido errores.
Es mas, enmienda la plana a José Blanco por reconocer que hubo problemas de "información" o de "interlocución" con ETA y echa la culpa al mensajero por no interpretar de forma correcta las palabras de su lugarteniente en Ferraz. Nadie diría que Zapatero, apenas 24 horas antes de que la banda terrorista le sacara de su ensoñación, nos asegurara en un alarde de triunfalismo y optimismo imprudentes su enorme confianza en el "proceso de paz" y que estábamos mejor sin bombas y "accidentes" mortales, que con víctimas y atentados. Con todo resulta preocupante que, no sólo, siga instalado en el "no enmendalla" sino también en el "sostenella" toda vez que no es capaz de responder con firmeza y claridad al nuevo reto. Si se le pregunta por el camino a seguir responde que el de la democracia, hasta ahí llegamos, y si se le interpela por la recuperación del Pacto por la Libertades se sale por la tangente y habla de voluntades y actitudes que son las que cuentan. Pura farfolla evasiva, vaguedad e imprecisión en definitiva, que explica el porqué los socialistas vascos aunque no están de acuerdo con el lema de la manifestación convocada por Ibarretxe, "Por la Paz y el Dialogo", ni una sola palabra de condena a ETA y al terror, han terminado apoyando la convocatoria. No, pero sí; en eso parece que consiste la nueva estrategia de Zapatero.
Antonio Jiménez
Diario Siglo XXI, 7 de enero de 2007
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