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Manifestaciones así no debilitan a ETA, al contrario. La hora del combate y la victoria

Manifestaciones así no debilitan a ETA, al contrario. La hora del combate y la victoria

La hora del combate y la victoria. Así de clarividente en el diagnóstico y en el tratamiento ha definido Alejo Vidal Quadras la situación actual. Frente a ETA no hay ya opciones, sólo es posible la determinación, la fe en el triunfo y el ataque legal, político y policial al terrorismo, su mundo y quienes diciéndose democráticos, aspiran a recoger el fruto político sangriento que ETA hace caer con sangre y extorsión.

 

Por el contrario, es el campo social y político que, aunque expresa su rechazo al terrorismo, apoya, curiosamente, el “proceso” de rendición preventiva emprendido por Zapatero, el que salió ayer a las calles de Madrid, concretando irreversiblemente, además, el principal daño colateral de la política de Zapatero, que no es otro que la fractura dramática de la sociedad española, concomitante con el acoso al PP para presentarlo como el brazo radical de una balanza política equiparable al que representaría ETA. ¿Cabe mayor mendacidad, irracionalidad y radicalismo?

 

Las inapelables palabras con que intitulamos hoy fueron pronunciadas en la víspera de esa triste manifestación en apoyo del gobierno que, entre otros reunió a asociaciones de árabes musulmanes de España, la farándula rediviva de aquel “no a la guerra”, socialistas y la izquierda que apoya a Zapatero en su diálogo con ETA, el que hubo y el que habrá. Fueron palabras arropadas por dirigentes políticos y cívicos de la que ya podemos llamar “resistencia por las libertades y por España”, concepto acuñado en la reunión-convención anual de la Fundación DENAES para la Defensa de España. Palabras que tanto Santiago Abascal, Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, Zaplana, Alcaraz y otros señalan como el único camino que millones de españoles esperan que se recorra. Y es que no hay paz sin victoria sobre ETA, no hay paz con concesiones políticas ni penales.

 

No existen, se quiera o no, sean cuales sean las consignas que se expongan, manifestaciones ni contra ni a favor de ETA ni de cualquier otra instancia no estatal. Toda manifestación es siempre, bien a favor bien en contra, de una política pública hecha por un gobierno. Las seis manifestaciones millonarias que convocó la AVT durante 2006 fueron contra la política pactista de Zapatero ante ETA. Los miles de personas de ayer, con el lema que fuera, fueron llevados al redil de equiparar al PP con ETA, a un partido democrático con una banda asesina, liberticida, ultraizquierdista y antiespañola. Insistimos, ¿cabe mayor mendacidad, irracionalidad y radicalismo? No. Porque bajo el aparente equilibrio equidistante de los faranduleros y quienes les subvencionan, ETA-Batasuna sale beneficiada con la comparación.

 

Las palabras de reproche explicito a ETA y, a la vez sugerido al PP, del manifiesto leído ayer no engañan a nadie ya que son sólo un señuelo presentado a los terroristas. Si ceden parcialmente, si hacen gestos, pueden contar con la tranquilidad de que se le hará un hueco a Batasuna en las elecciones de mayo y, de paso, se acosará al PP para encasillarlo dentro de un radicalismo de derechas más inadmisible.

 

El engaño de ayer tuvo seguidores sin duda, pero, es justo también decirlo, menos de los que la mayoría de manifestaciones que la AVT convocó con el objetivo contrario y eso contando con la opacidad de la mayoría de los medios, próximos a la izquierda o acomplejados ante ella.

 

Pero, al final, nos queda el consuelo de que esa rebelión cívica, de la que hablamos más arriba, empieza a tomar forma y a concitar la coordinación de lo que ya podemos, sin ninguna inhibición, denominar la resistencia política y cívica frente a la cobardía moral y la debilidad política de un gobierno que ha provocado la mayor crisis socio-política habida desde la transición.

 

Editorial de Diario Liberal, 14 de enero de 2007

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