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Ecumenismo y otras religiones

El socialismo como antesala del islam

El socialismo como antesala del islam El pasado septiembre los norteamericanos recibieron un mensaje contra el colonialismo, la globalización, el sistema capitalista, las grandes corporaciones, el préstamo con interés, los neocons, la guerra de Vietnam, la Inquisición y el calentamiento global. En definitiva, una buena síntesis de las manías socialistas, apoyada en citas de Noam Chomsky. Ahora bien, el mensaje no proponía el socialismo, sino el islam. Y lo firmaba Osama ben Laden. 

Aunque el socialismo se presenta como doctrina de librepensamiento, progreso y secularización, es decir, como una aparente antítesis del islam, las afinidades entre ambos son notables. Durante un tiempo, cuando el musulmán bolchevique Sultán Galiyev trabajaba para extender el socialismo a las poblaciones islámicas, pareció que el islam iba a ser un instrumento de la expansión mundial del socialismo. Pero el fenómeno se invirtió tras la caída del Muro de Berlín, y el socialismo puede convertirse ahora en la antesala de la islamización de Occidente.

 

El socialismo es una ideología y el islam una religión, pero eso no entorpece sus mutuas conexiones. Hace tiempo que Proudhon demostró la naturaleza teológica del socialismo, y desde Mahoma hasta Sayid Qutb el islam funciona como una ideología. Es legítimo, pues, comparar socialismo e islam. Por otro lado, se dirá que ambos son polifacéticos, con versiones radicales y moderadas. Pero hay acuerdo entre los dogmas fundamentales de las tendencias mayoritarias, cuyas diferencias no son de partitura, sino de ritmo, volumen e instrumentos. El yihadismo resuena con fuerza en los principios del islam tradicional, y la mentalidad iluminista y revolucionaria del siglo XVIII pervive en la secularista socialdemocracia occidental. A pesar de sus matices, es posible definir socialismo e islam con bastante precisión.

 

Comparemos los fines de ambas doctrinas. Rousseau y Mahoma están de acuerdo en la bondad primigenia del hombre: su naturaleza es sana, y está libre de pecado original, pero la sociedad lo corrompe. Sólo la expansión de ciertas estructuras políticas colectivas, ya del socialismo, ya de la comunidad islámica o umma, pueden asegurar la paz y el bienestar de toda la humanidad. Por eso islam y socialismo proponen el establecimiento de una utopía terrenal, a golpe de Corán o de Código Civil. La utopía socialista se ha llamado falansterio, comunismo, socialismo bolivariano o Alianza de Civilizaciones; la musulmana se llama Dar al Islam y su ley es la sharia. Cualquier alternativa, especialmente la cristiana, debe combatirse por opiácea e impía. No es difícil imaginar cómo la concepción del hombre, el anhelo utópico y la manía anticristiana pueden convertirse en tobogán socialdemócrata hacia el mahometismo.

 

Tanto en el socialismo como en el islam, los medios para alcanzar estas promesas liberadoras pasan por la revolución y su necesaria ración de violencia. Ésta parece inherente al socialismo y a su sangrienta historia, desde la guillotina hasta el Gulag. Los "grupos de liberación" terroristas, el aborto invisible, la silenciosa eutanasia y la liquidación de embriones representan lo mismo, con estética socialdemócrata post-cheka. En el lado islámico, es revelador que el año cero del islam –la Hégira– recuerde el pacto entre Mahoma y los caudillos de Medina para guerrear contra La Meca; de ahí la reflexión de Donoso sobre una religión que "lleva en la punta de su espada todos sus milagros, todos sus argumentos y todos sus testimonios". También hoy el revivir islámico predicado por Maududi o Jomeini recomienda la espada como medio para alcanzar la emancipación, en el islam, de los débiles y oprimidos de todo el planeta. El acuerdo práctico de socialistas y musulmanes en que el buen fin justifica los malos medios anuncia mayores colaboraciones.

 

La mezcla de los fines y medios antedichos desemboca en el totalitarismo, donde se encuentran de nuevo socialismo e islam. Han pasado Fouché y Stalin, pero la alteración de la realidad, el sacrificio de las partes por el todo, el miedo paralizante de lo políticamente correcto, el progresismo, la destrucción de la familia, la ideologización de todos los ámbitos sociales, la omnipresencia del Estado, la soledad y el sentimiento de impotencia predominan en el Occidente socialdemócrata. En cuanto al islam, es sabido que nunca separó a Dios del César, que la aqida o credo religioso musulmán abarca todo aspecto de la existencia, y que casi siempre es utilizada por el gobernante de turno para controlar los detalles de la vida familiar y social. La convergencia del islam y el socialismo español en el camino totalitario es manifiesta, por ejemplo, en la ley –socialista y antifamiliar– de divorcio-repudio, en la ley de culto –de molde saudí– promovida por el tripartito catalán o en la promoción de la Educación para la Ciudadanía en las escuelas-madrasas españolas.

 

Hemos comprobado que las afinidades en los fines, medios y consecuencias del socialismo y el islam son más profundas de lo que muestran los mensajes de Al Qaeda, los seminarios sobre el Che organizados por Ahmadineyad, la conversión al islam de comunistas como Roger Garaudy y Mansur Escudero o la admiración del PSOE por Tarik Ramadán y la Alianza de Civilizaciones. Pero la sintonía de medios y fines no será la causa principal de la convergencia entre el socialismo y el islam. Como ya vio Tomás de Aquino, la utopía o "promesa de deleites" y la revolucionaria "violencia de las armas" no bastaron para extender el islam. Fue necesario un "creer a la ligera", un debilitamiento intelectual que aislara la fe de la razón. De manera semejante, el secularismo que aísla la razón de la fe parece el rasgo distintivo del socialismo. Y tal vez sea este común raciocinio defectuoso lo que más facilite la alianza entre islam y socialismo en el siglo XXI.

 

Guillermo Elizalde Monroset, 8 de enero de 2008

© Fundación Burke

Rabat toma el control del órgano que representa a los musulmanes en España

Rabat toma el control del órgano que representa a los musulmanes en España

Personas que se han declarado enemigas de España y que trabajan para los intereses de las autoridades de Marruecos se han hecho con el control de la Feeri, una de las dos federaciones que dirigen la Comisión Islámica de España, encargada de negociar con las diferentes administraciones las demandas -subvenciones, mezquitas, escuelas, profesores de religión islámica- que plantea la población musulmana residente en nuestro país.

El «desembarco marroquí» en la Feeri, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, se produjo hace escasos días, «por la puerta de atrás», durante la Asamblea General Ordinaria celebrada en Madrid, en medio de la polémica por las discrepancias entre diferentes sectores. De hecho, acudieron 27 de las 58 comunidades federadas.

En la nueva dirección «cohabitan» personas que trabajan para los intereses de Marruecos -que se han hecho con los puestos clave- y representantes de movimientos islámicos opositores al régimen alauí, -con responsabilidades menores-. En medios próximos a la propia Feeri se reconoce que detrás del objetivo de convocar con cierta precipitación la Asamblea -la destitución del anterior presidente Félix Herrero- se ocultaría una jugada de los Servicios Secretos marroquíes destinada a colocar al frente de la Federación a personas de la confianza de Rabat para controlar desde dentro estos movimientos opositores y, también, a los al menos 70.000 ciudadanos de origen marroquí que residen en España.

Como nuevo presidente ha resultado elegido Mohamed Hamed Alí, conocido como «El Dientes», tan promarroquí como antiespañol, según lo avalan sus declaraciones y comportamientos. En una reciente entrevista difundida reiteradamente por Al Yasira, lanzó duras acusaciones contra las autoridades españolas, a las que acusó de impedir el rezo de la población musulmana tras el Ramadán. Pero en ningún caso hubo impedimento. Lo que ocurrió es que la administración de Ceuta no encontró terrenos idóneos que ceder para esta celebración, y así lo explicó en su momento a los representantes de la Comisión Islámica de esta ciudad autónoma. En el contexto de amenazas de Al Qaida, estas afirmaciones podrían ser utilizadas por los islamistas como un argumento más para poner a España en el punto de mira de la Yihad.

Ciudades «ocupadas»

Así las cosas, Mohamed Hamed Alí, que se afianza como uno de los interlocutores de la población musulmana ante las autoridades españolas, se alinea con las tesis anexionistas de Marruecos, al considerar a Ceuta y Melilla como ciudades «ocupadas».

Como vicepresidente de Feeri ha sido designado Mustapha Bakkach El Aamrani, considerado como otro promarroquí colocado en la Feeri. Es el caso también de Khalifa Mohamed Chaib, vocal en la nueva dirección de esta Federación islámica española.

El nuevo secretario es Mohamed Kharchich, de origen marroquí, que forma parte del movimiento Hermanos Musulmanes. Trabaja en el Centro Cultural Islámico de Madrid, conocido como la Mezquita de la M-30. El nuevo tesorero es Mustapha Achkir, vocal a su vez de la Comunidad Religiosa Islámica Mezquita El Hedaya, de Pinto, en Madrid.

Por último, como segundo vocal ha sido elegido Ahmed El Hazem, presidente de la Comunidad Musulmana de Villaverde Alto Al Safae, y vicepresidente de Onda en Madrid. Esta asociación está vinculada al movimiento islamista Justicia y Caridad, opositor al régimen alauí. Las fuentes consultadas no descartan que la incorporación de Ahmed El Hazem a la dirección de la Feeri controlada por Marruecos haya sido «tolerada» o «asumida» por los Servicios Secretos del país magrebí, bien para controlar los movimientos del partido islamista en España, bien para escenificar que el nuevo organigrama es plural, porque caben todas las sensibilidades.

Lo cierto es que la nueva correlación de fuerzas en la dirección de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas ha provocado profunda preocupación en medios del Gobierno, donde se reconoce que se ha producido el peor de los escenarios previstos. En la Feeri confluyen diferentes facciones, algunas irreconciliables. Por ejemplo, representantes de Hermanos Musulmanes; Justicia y Caridad; Justicia y Espiritualidad; representantes de Arabia Saudí, ciudadanos españoles conversos al Islam, una gran masa de comunidades de origen marroquí...

Sus nuevos dirigentes tratarán ahora de desembarcar en los puestos claves de la Comisión Islámica de España, donde la Feeri está representada, de momento, por el desfenestrado Félix Herrero.

La Feeri, junto con la Unión de Comunidades Islámicas de España, presidida por Riay Tatary, lleva las riendas de la Comisión Islámica de España. Un organismo, éste, encargado de negociar con el Gobierno y las diferentes administraciones las demandas de la población musulmana que reside en España. Le representa, por ejemplo, en asuntos como las subvenciones, cesión de terrenos, construcción de mezquitas y escuelas, designación de profesores para la enseñanza del Islam. En este último caso su papel es crucial, porque los docentes son elegidos por la Administración, pero sobre la terna, siempre reducida, que propone la Comisión Islámica.

 

J. PAGOLA. MADRID.

ABC, 7 de noviembre de 2007

Llamamiento en el Mitin de Rimini para salvar a los cristianos

Llamamiento en el Mitin de Rimini para salvar a los cristianos Musulmanes y judíos, contra el relativismo y el fundamentalismo

RÍMINI, martes, 21 agosto 2007 (ZENIT.org).- Con un llamamiento para salvar la vida del egipcio de 25 años Mohamed Hegazi, convertido al cristianismo y condenado a muerte por apostasía, se ha concluido el encuentro titulado «Salvemos a los cristianos» celebrado el domingo en el Mitin que organiza el movimiento Comunión y Liberación en Rimini (Italia).


Todos ponentes en el encuentro --Magdi Allam, egipcio, subdirector de «Il Corriere della Sera», Claudio Morpurgo, vicepresidente de las comunidades judías en Italia, Dounia Ettaib, vicepresidente de la Asociación de mujeres marroquíes en Italia, y Robi Ronza, subsecretario de la presidencia de la región de Lombardía-- defendieron el carácter sagrado de la vida, condenaron el fundamentalismo terrorista e invocaron una revolución cultural para llevar el Dios de la paz al mundo.


Magdi Allam recordó que el joven egipcio ha sido condenado a muerte por apostasía por una «Fatwa» del presidente de una Facultad de la Universidad Al Azhar de El Cairo, el llamado «vaticano sunní», sólo porque ha solicitado indicar la propia religión en su documento de identidad, de forma que pueda hacer cristiano al niño que está a punto de tener su esposa.

 

De acuerdo con el subdirector de «Il Corriere della Sera», un país como Italia debe hacer oír su voz. «Pido en nombre de todas las personas de buena voluntad -dijo- que el presidente Napolitano haga un llamamiento al presidente egipcio Mubarak para que asuma una iniciativa significativa» a fin de aclarar que Egipto «es respetuoso con todos los ciudadanos, independientemente de su fe».

 

Un llamamiento que Allam ha ampliado al gobierno para que se movilice para «tutelar la vida de este ciudadano», y a las cinco universidades italianas que en 2005 cerraron un acuerdo de colaboración cultural con la Universidad Al Azhar a fin de que «desistan de esta iniciativa».

 

Igualmente Allam afirmó que «los cristianos en Oriente Medio eran la mayoría de la población, y hoy están reducidos a un porcentaje irrisorio»; «en el pasado era la persona la que prevalecía sobre la ideología; hoy es la ideología la que ha humillado a la persona».

 

«En Egipto las mujeres son esclavizadas por ser cristianas, y los cristianos son obligados a la conversión para vivir», y «hemos llegado al punto de que afirmar la verdad y la sacralidad de la vida parece un pensamiento totalitario», recalcó.

 

«Salvemos a los cristianos del mundo quiere decir que nos salvemos a nosotros mismos -apuntó-. Y sólo si somos capaces de interpretar las demandas de las personas de buena voluntad en el mundo llegaremos a una sociedad más justa»

 

En este contexto Allam propuso la realización de un Observatorio permanente para la libertad religiosa que sea «punto de referencia para instituciones y entes locales y constituya un parámetro de referencia ineludible para el gobierno».

 

Tomando la palabra, Claudio Morpurgo explicó cómo el relativismo y el fundamentalismo niegan el verdadero sentido religioso.

 

Para Morpurgo, la actitud laicista en Italia y el fundamentalismo que se está difundiendo en el mundo son las dos caras de una misma moneda.

 

Vicepresidente de las comunidades judías en Italia, Morpurgo subrayó que «sobre Dios no caben componendas. Salvar a los cristianos quiere decir salvar un ecumenismo verdadero; quiere decir luchar por la sacralidad de la vida y no esconderse».

 

«Son valores absolutos y no negociables -advirtió-. Son principios inalienables porque no hemos sido nosotros los que hemos creado a Dios, sino que es Dios quien nos ha creado a su imagen».

 

El representante de las Comunidades judías concluyó llamando a reunirse a cristianos, judíos y musulmanes para realizar «una revolución cultural para llevar a Dios al mundo y santificar el día a día». «Salvando a los cristianos permitimos a Dios estar presente en el mundo y damos fuerza al sentido religioso, único punto de resistencia al relativismo y al fundamentalismo difundido».

 

Por su parte Dounia Ettaib denunció una clase de falso e hipócrita multiculturalismo que, en nombre del respeto de las tradiciones de otros pueblos, tolera la violencia padecida por las mujeres y la persecución religiosa.

 

Recordando la frase del Corán, en la que está escrito: «Quien mata a un hombre es como si hubiera matado a toda la humanidad», la vicepresidente de las mujeres marroquíes en Italia denunció las violaciones de los derechos humanos y las persecuciones contra los cristianos en algunos países islámicos.

 

«En Egipto cada año mil mujeres cristianas son obligadas a convertirse al Islam por sus maridos o por las universidades», advirtió Ettaib, quien preguntó sobre si «es justo dialogar con un país como Arabia Saudita, donde los cristianos no pueden practicar ni en privado su religión».

 

Robi Ronza explico, finalmente, que «la hostilidad hacia los cristianos en los países árabes nace del hecho de que los cristianos plantean el problema de la laicidad del Estado. Fuera de la tradición judeocristiana de hecho no existe principio de laicidad. Es por esto que es necesario preservar la presencia de los cristianos».

 

«Los problemas de orden cultural son enormes --constató el subsecretario en la presidencia de la región lombarda--, pero si no se afrontan no es posible una reconciliación entre los pueblos, y las primeras que pagan esto son las minorías».

 

 

 

Turquía: ¿república laica o sólo para laicistas?

Turquía: ¿república laica o sólo para laicistas?

Los laicistas viven pensando que los musulmanes no les tolerarían si fueran más fuertes. Pero este miedo suyo no es realista. Un presidente devoto musulmán no es por sí mismo un problema, aunque los ultra-laicistas turcos así lo crean.

 

No es ningún secreto que el fundamentalismo islámico representa una amenaza para la democracia, la libertad y la seguridad del mundo actual, sobre todo en Oriente Medio. Pero estos valores también corren peligro en manos de los fundamentalistas laicistas. El laicismo totalitario de Turquía, una versión mucho más radical que la del sistema francés, es un buen ejemplo.

 

El modelo americano de laicidad garantiza la libertad religiosa del individuo. El modelo turco, al contrario, garantiza el derecho del Estado a dominar la religión y suprimir su práctica del modo que considere necesario. Lo que convierte al Estado en objeto de culto, en una entidad por la cual los demás valores pueden y deben ser sacrificados.

 

A esto se une la hostilidad con que la elite laicista turca se refiere a la religión en general. Influenciada por los movimientos europeos anti-religiosos de finales del siglo XIX y principios del XX, esa elite considera a la religión como un mito pre-moderno que debe ser abolido para que la modernidad pueda florecer. El éxito de esta visión radica en una estrategia autoritaria: el poder político debe quedar en manos de esta elite laicista. Así, la “república laica” significa la “república de los laicistas”, no la república de todos los ciudadanos.

 

Es más, esta elite considera que entre sus competencias está la de impedir que la religión pueda prosperar: en su opinión, es obligación del Estado eliminar a las comunidades religiosas, limitar la educación religiosa y prohibir los signos visibles de observancia religiosa, como el velo.

 

El programa laicista se ha desarrollado sin pausa durante el segundo cuarto del siglo XX, periodo en el que Turquía vivió bajo un eufemístico “régimen de partido único”. Hasta que, después de la Segunda Guerra Mundial, la elite laicista tuvo que aceptar un desagradable inconveniente: la democracia.

 

Desde 1950 casi todas las elecciones han dado la victoria a partidos de centro-derecha, defensores de una relativa libertad religiosa. En los últimos años, los partidos islámicos han conseguido una mayor popularidad. Uno de los herederos liberales de estos grupos, el partido Justicia y Progreso, conocido como AK por sus iniciales turcas, subió al poder en 2002, renegando de su pasado islamista y definiéndose como “conservador”.

 

Al ver que las democracias occidentales dan a sus ciudadanos la libertad religiosa que Turquía les niega, los musulmanes del AK han dado una nueva orientación a su exigencia de libertad. Más que intentar islamizar el Estado, han decidido liberalizarlo. Éste es el motivo por el que en la Turquía actual el partido AK es el principal defensor de la entrada en la Unión Europea, de la democratización, del libre mercado y de las libertades individuales. El mismo que, curiosamente, ha hecho que sus adversarios laicistas sean ahora anti-occidentales feroces. La mayoría de los gurús ultra-laicistas sueña con una “alianza entre el islam moderado y el imperialismo americano”, y los desprecian a ambos.

 

Esta ideología anti-occidental, anti-religiosa y anti-liberal subyace en la actual propaganda ultra-secular en Turquía.

 

Es cierto que los grupos islamistas en Turquía necesitan modernizarse, pero varios estudios han demostrado que ya han comenzado ese camino. Y cualesquiera que sean los problemas turcos, el país nunca deberá renunciar a la democracia. La solución final, naturalmente, llegará cuando los turcos comprendamos que todos los ciudadanos son iguales, lleven velo, cruz o minifalda. Nuestra hipersensible república estará mucho más segura si trata así a sus ciudadanos.

 

Mustafa Akyol

htttp://www.oasiscenter.eu

Páginas digital, 13 de junio de 2007

Argelia: El gobierno limita la libertad religiosa para los no musulmanes

Argelia: El gobierno limita la libertad religiosa para los no musulmanes
Pretende contrarrestar a los misioneros evangélicos

ARGEL, jueves, 7 junio 2007 (ZENIT.org).- Los encuentros religiosos no musulmanes sólo podrán celebrarse bajo condiciones muy estrictas en Argelia, según ha decidido el Gobierno mediante una nueva resolución ejecutiva.

Los encuentros fuera de los establecimientos religiosos no podrá celebrarse sino con una autorización escrita del gobierno civil, informó el 4 de junio el Gobierno argelino en una resolución ejecutiva, relativa a la ley sobre religiones de marzo de 2006.

Asimismo, la utilización de un edificio como lugar de culto debe ser objeto de una solicitud.

Es probable que se emitan enseguida prohibiciones si las autoridades temen «un peligro para la salvaguardia del orden público».

Los encuentros religiosos espontáneos fuera de los lugares de culto están prohibidos.

Según varios medios franceses, la nueva ley tiene como objetivo principalmente a los grupos cristianos evangélicos, activos desde hace algunos años en Argelia.

La ley de 2006 prevé penas de arresto de cinco años y multas de hasta diez mil euros contra quienes intenten convertir a un musulmán a otra religión. Estas mismas penas se aplican igualmente a toda persona que «fabrique, almacene o distribuya documentos impresos o publicaciones audiovisuales o en cualquier otro soporte o medio, que tengan como objetivo debilitar la fe musulmana».

El arzobispo católico de Argel, monseñor Henri Teissier, subrayó que el carácter represivo de la ley no corresponde a la situación del país, que practica de hecho una política de libertad de expresión y de reunión claramente superior a la de otros países árabo-musulmanes, y que sigue siendo garantizada en la nueva ley.

Argelia cuenta con menos de diez mil católicos en una población de 33 millones de habitantes, en su inmensa mayoría musulmanes.
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Turquía: Abierto el Centro de diálogo intercultural e interreligioso dedicado al padre Santoro

Turquía: Abierto el Centro de diálogo intercultural e interreligioso dedicado al padre Santoro

Asesinado el año pasado en su iglesia de Trebisonda

 

ISKENDERUM, miércoles, 16 mayo 2007 (ZENIT.org).- A pocos días de su asesinato en Turquía, el padre Santoro deseaba un centro que ayudara a acercar mundos distantes, a colmar vacíos culturales y a tender puentes; el domingo, dedicado a su memoria, se inauguró en Iskerendun el «Centro de diálogo intercultural e interreligioso».

 

Andrea Santoro, de 60 años, era sacerdote «fidei donum» («don de la fe») de la diócesis de Roma en Turquía.

 

En Trebisonda, localidad turca del Mar Negro, mientras oraba en su parroquia de Santa María, fue asesinado por un joven de 16 años que actuó -dijo- movido por la rabia suscitada tras la publicación en prensa occidental de las viñetas sobre Mahoma.

 

A los tres días de su muerte, Benedicto XVI rogó, emocionado: «Que el Señor acoja el alma de este silencioso y valiente servidor del Evangelio y permita que el sacrificio de su vida contribuya a la causa del diálogo entre las religiones y de la paz entre los pueblos».

 

Y es que «éste era el ánimo y el espíritu con el que don Andrea pidió ir a Anatolia», recalcó el cardenal Camillo Ruini –vicario del Papa para la diócesis de Roma- a los dos días, en las exequias por el sacerdote asesinado.

 

Hace un año, la Región italiana del Lacio (a la que pertenece Roma) respondió favorablemente a la petición de ayuda que, días antes de su muerte, había hecho el padre Santoro para concretar esta iniciativa.

 

En su solicitud al presidente de la región italiana, Piero Marraza, el padre Santoro consideraba que un centro «podría ayudar a acercar mundos distantes, a colmar vacíos culturales, a tender puentes entre orillas lejanas y a abrir "ventanas" en muros sin aperturas».

 

El domingo se celebró la inauguración, en Iskenderun (Turquía) –sede del vicariato apostólico de Anatolia-, del «Centro de diálogo intercultural e interreligioso» dedicado a don Andrea Santoro, confirma la agencia «AsiaNews.it» del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME).

 

La Asociación «Don Andra Santoro» -fundada por su hermana Maddalena-, en sintonía con la diócesis de Roma, el vicariato apostólico de Anatolia y la Asociación «Ventana a Oriente Medio», con el patrocinio financiero de la Región del Lacio, ha dado así respuesta al sueño del sacerdote desaparecido.

 

Y en el lugar se han celebrado dos días de simposio islamo-cristiano con la participación de un centenar de personas –turcos o no, cristianos y musulmanes- en torno a la importancia de la «Palabra Revelada» en el Cristianismo y el Islam.

 

A la presencia de especialistas –como el padre Maurice Bormanns-, se sumó el vicario de Anatolia, el obispo Luigi Padovese, por parte cristiana; intervinieron igualmente profesores turcos de las facultades islámicas de Estambul y Ankara. Pusieron a disposición del público sus conocimientos acerca de los libros sagrados del Corán y la Biblia.

 

Acudieron también al encuentro el nuncio apostólico en Ankara, monseñor Antonio Lucibello, un representante de la Oficina de Asuntos religiosos de Turquía y todas las autoridades civiles de Iskenderun.

 

El gran mufti de la ciudad calificó el simposio como un ejemplo de que el diálogo no sólo es posible, sino que es una necesidad de la que ninguno se puede sustraer si se quiere convivir pacíficamente. Añadió que ni el Islam ni otra religión pueden jamás avalar la violencia por motivo alguno.

 

Maddalena Santoro comentó al final del Simposio: «En estos dos días me he dado cuenta de que el "Centro don Andrea" no es un espacio físico, sino más bien un lugar interior en el corazón de cada persona de buena voluntad» que contempla la diversidad desde la óptica de la acogida, no de la amenaza.

 

«Ésta es la herencia y el fruto más bello y precioso de mi hermano -confirmó-, quien con toda su vida no quiso más que comunicar la propia fe e identidad en el respeto del prójimo, para encontrar juntos caminos comunes de amistad y de estima».

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Argelia duplicará el número de imanes

Argelia duplicará el número de imanes

No sólo con la represión policial se combate el terrorismo. Como ya hizo en su día para frenar la emigración clandestina a Europa, el ministro de Asuntos Religiosos argelino, Buabdelá Ghlamella, quiere echar mano de las mezquitas para propagar un islam que recupere a los "jóvenes desorientados".

El primer problema con el que se enfrenta consiste en que Argelia no dispone de suficientes imanes. Hay 22.000 clérigos en servicio y, según precisó el ministro a finales de abril en Constantina, necesita otros 22.000 para atender correctamente a los fieles.

Los imanes están mal pagados por el Estado, pero ésa no es la principal razón de la escasez de vocaciones. La carencia se debe a la inseguridad. Muchos de ellos fueron objetivos prioritarios de los yihadistas de los años noventa. "Ahora todas las condiciones están reunidas para protegerlos", aseguró el ministro.

Algunos imanes no se sienten todavía demasiado cómodos. Tras los atentados del miércoles 11 de abril en Argel, Ghlamella impartió instrucciones para que en sus prédicas del viernes los clérigos denunciaran esos "actos criminales ajenos al auténtico islam".

Así lo subrayó, por ejemplo, Othman Bajadi, el imán que predica en la televisión pública, pero el de la mezquita de Hussein Dey, ubicada en un barrio integrista de Argel, omitió hablar del golpe terrorista, según relató a la salida uno de sus fieles. Sólo se atrevió a dejar caer que el islam era una religión de paz ante un nutrido grupo de barbudos ataviados con ganduras, una túnica por la que tienen predilección los islamistas.

Un puñado de imanes son ex combatientes islamistas que se han acogido a los indultos ofrecidos por el presidente Abdelaziz Buteflika en el marco de su política de reconciliación nacional. "Se les impartió una rápida formación religiosa y no suelen dar mal resultado", señala Munir Budjemaa, experto en terrorismo del rotativo Liberté .

Para enseñar ese islam tolerante en las mezquitas y en las 6.000 madrasas (escuelas coránicas), frecuentadas por medio millón de alumnos, se necesitan unos manuales que recojan ese mensaje amable.

Otra de las labores urgentes del Ministerio de Asuntos Religiosos es la "definición de metodologías y programas pedagógicos unificados para todas las madrasas con los que combatir extremismo e intolerancia", explica Abdelá Tamin, portavoz de
Ghlamella.

Unos 1.700 imanes imparten también clases en las escuelas coránicas junto con 969 voluntarios, según datos facilitados por el ministerio. No todos estos colaboradores benévolos propagan entre sus alumnos una versión pacífica de la religión musulmana.


El País, 10 de mayo de 2007

Diálogo interreligioso y “pretensión” de verdades

Diálogo interreligioso y “pretensión” de verdades

¿Se puede hablar de verdadero o falso, de correcto o incorrecto, de acertado o equivocado, a la hora de iniciar un diálogo entre religiones? Según una opinión más o menos difundida, la pretensión de poseer la verdad, de tener razón, de estar en lo cierto, podría llevar a actitudes de desprecio, de intolerancia. Es decir, llevaría a impedir el diálogo, a poner serias trabas en las relaciones humanas. Si uno piensa que tiene razón y que los demás están equivocados, ¿cómo puede ser posible el diálogo?

Además, afirman algunos, las nociones de error y falsedad, aplicadas a las religiones, llevan al deseo de distinguir entre las que sean verdaderas y las que sean falsas. Habrá incluso quien hipotice que todas las religiones serían falsas. Estas actitudes parecerían invalidar, dicen, todo diálogo: quienes pretenden poseer la verdad (normalmente cada religión acepta esta idea) consideran que los demás están equivocados, si es que no ven a los otros como a pobres hombres seguidores de algún líder que ha mentido o engañado a pocas o a muchas personas.

 

Para evitar este “peligro”, habría que cambiar de actitudes. Si se prescinde de las nociones de verdad y falsedad, y se acepta, como punto de partida, la igual validez de todas las posiciones, entonces sería posible un verdadero diálogo interreligioso, en el que todas las religiones se encuentran en cuanto dotadas supuestamente de igual verdad.

 

Esta postura, sin embargo, crea más problemas que soluciones. En primer lugar, porque no es nada fácil decir a cada religión que vale igual que las otras. Esta “ficción mental” supone, en la práctica, dar un igual trato a lo que es distinto, cerrar los ojos ante creencias que son, en algunos casos, contrapuestas, y, en otros, simplemente incompatibles.

 

La psicología de la fe que lleva a las personas a aceptar una religión en vez de otra nos muestra que el acto de creer sólo es posible desde el presupuesto de considerar a la propia religión como verdadera. Por eso mismo, se supone también que las demás religiones son, como mínimo, “menos verdaderas” (si es que no son vistas como falsas).

 

En segundo lugar, porque dialogar no significa creer que todo vale lo mismo, sino comprometerse, en el respeto al otro, para buscar con sinceridad si mi punto de vista es correcto (es verdadero) o si es equivocado. Establecer un diálogo, por ejemplo, entre un musulmán y un cristiano sobre la doctrina trinitaria sin que ninguno de los interlocutores crea en la verdad de su punto de vista sería como hablar sobre nada, es decir, como no hablar...

 

Aceptar la verdad del propio punto de vista resulta, por lo tanto, un presupuesto imprescindible para entrar en diálogo con el otro. Pero no basta. También hay que aceptar otra verdad que en algunos momentos de la historia (también del presente) ha sido olvidada, si es que no ha sido gravemente violada: cada hombre, cada mujer, tiene un valor muy elevado, y nadie puede despreciarle u obstaculizar sus derechos fundamentales por el simple hecho de pertenecer a otra religión o por tener una filosofía distinta de la propia.

 

Esta verdad, que funda cualquier relación humana que se haga realidad según criterios de justicia, supone nuevamente superar cualquier “pacifismo” descafeinado que diga que no existen verdades. La dignidad del ser humano es una “verdad”, no una opinión o algo que no sabemos si vale o no vale. Por lo mismo, hay que saber decir, con valor, que quien niega esta verdad está en el error, y en error sumamente grave que puede llevar a actitudes gravemente intolerantes.

 

El diálogo interreligioso tiene que seguir adelante en un mundo donde hay muchas diferencias y poco esfuerzo sincero por buscar la verdad. No podemos vivir encerrados en conchas herméticas donde cada uno acepte tener toda la verdad sin confrontarnos con puntos de vista distintos. Pero la confrontación tiene que hacerse desde la sinceridad, el respeto y el compromiso por buscar la verdad. A veces esto implicará reconocer que yo estaba equivocado, que lo que antes consideraba como verdad era un error. Otras veces será el otro quien diga, con sencillez, que estaba en el error y podrá así acoger la verdad que puedo ofrecerle como el don más grande de la amistad, como el terreno común que es capaz de unirnos a todos los hombres.

 

P. Fernando Pascual, LC

Profesor de Filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum

Análisis Digital, 29 de abril de 2007