ETA advierte de que intensificará la «lucha» si el «otro bando» no cede a sus exigencias
Afirma en su boletín interno, «Zutabe», que la negociación es un «frente más de lucha» - Se queja de que Francia no contesta a sus cartas - Considera «imprescindible» la presencia de observadores internacionales en las conversaciones
Las «claves negociadoras» de la banda en el alto el fuego: - «Negociar es otro frente de lucha para lograr nuestros objetivos» - «Hay que mantener tensionadas y activadas nuestras fuerzas» - «Pueden producirse rupturas y socavones por falta de voluntad» - «El proceso no empieza ni acaba con el alto el fuego»
J. M. Zuloaga / R. L.Vargas
Los etarras dicen en el apartado, cuyo contenido no se había conocido hasta ahora, que «lo primero que debe interiorizarse es que negociar es otro frente de lucha, que resulta determinante y decisivo en algunas fases del proceso, ya que para ir haciendo operativos nuestros objetivos, en algunas fases del proceso se necesitarán el diálogo y el acuerdo».
Mínimos. ETA explica que en la negociación deben delimitarse con claridad cuáles son los mínimos democráticos para un acuerdo, los «asuntos en los que es imposible echarse atrás» y «acordarse fórmulas para la aplicación de esos derechos básicos, valorando con qué temas puede jugarse con un poco más de flexibilidad».
En otros apartados del «Zutabe», los pistoleros se reafirman en sus conocidas exigencias de autoderminación, territorialidad, amnistía total para los presos -«sin amnistía no hay paz», aclaran- y la salida de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Los terroristas, que no hablan de su desaparición ni de la entrega de las armas, dicen que «será también otro punto de atención mantener en forma el tensionamiento y activación de fuerzas a fin de superar cualquier ambiente inoperante que pueda crearse». Entre estas fuerzas citan la movilización popular que «supone sacar a los ciudadanos a la calle».
Asimismo, advierten de que «los procesos de solución y negociación tienen altibajos y son largos, por eso el que nos ocupa puede tener rupturas y socavones, por lo que de constatarse falta de voluntad en el otro bando, sabiendo que nuestro objetivo es llevar el proceso hasta el final, procuraremos luchar con más intensidad y denunciar esta falta de actitud». Es conocido, subrayan medios antiterroristas, el significado que para ETA tienen las palabras «lucha» y «denuncia». Además, la banda dice textualmente que «el proceso democrático y la negociación ni empieza ni acaba con la interrupción de las acciones armadas, porque es algo más que todo esto». «El término negociación -agrega- no puede reducirse a ésa que se lleva a cabo en la mesa de negociación. Si el movimiento de liberación cae en ese error, se limita los hechos a esa “cocina”, se acabó lo que se daba».
Internacional. Otro de los aspectos de la negociación a los se da gran importancia en ETA es la «presencia internacional» para que actúe «como garante de resultados y materialización de acuerdos» y porque «proporcionará a nuestra lucha un valor internacional y dará a conocer el conflicto fuera».
La banda explica que, a diferencia de lo ocurrido con España, el «Gobierno de Francia sólo ha efectuado operativos policiales y de división con apariencia de negociación» y que «todas las cartas que la organización (ETA) le ha remitido para abrir contactos oficiales han quedado sin respuesta». «La última ocasión ha sido la filtración de la carta remitida por ETA al primer ministro De Villepin, demostrando un comportamiento de escasa seriedad». La misiva, según los terroristas, fue enviada en junio de 2005 y «le expresábamos la voluntad de instaurar una vía directa y permanente para el contacto y de comunicación con el Gobierno de Francia por encima de cualquier coyuntura». El objetivo era «hablar sobre los modos de dar salida democrática al conflicto que Euskal Herria vive con el Estado francés» que «debe demostrar la voluntad de no colocar obstáculos ni límite alguno al desarrollo» del proceso.
Disolución de la Ertzaintza
La banda terrorista anuncia en el «Zutabe» que intentará la «disolución» de la Ertzaintza al mismo tiempo que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas son expulsadas del País Vasco. Se había citado como un «avance» que la banda ya no pedía la desaparición de la Policía Autónoma vasca, pero no es cierto, ya que, incluso, afirman que «no habrá paz hasta que se disuelva». Los terroristas creen imprescindible que, previo a esta disolución, sean desactivados sus «cuerpos especiales».
Las «claves negociadoras» de la banda en el alto el fuego: - «Negociar es otro frente de lucha para lograr nuestros objetivos» - «Hay que mantener tensionadas y activadas nuestras fuerzas» - «Pueden producirse rupturas y socavones por falta de voluntad» - «El proceso no empieza ni acaba con el alto el fuego»
J. M. Zuloaga / R. L.Vargas
Madrid- ETA anuncia en su boletín interno que, en caso de «constatarse» durante el proceso de negociación «falta de voluntad por el otro bando», «procuraremos luchar con más intensidad y denunciar esta falta de actitud». La banda, en un apartado del «Zutabe» número 110, a cuyo texto íntegro ha tenido acceso LA RAZÓN, explica a sus militantes la forma con la que va a actuar su «frente negociador» que es, aclara la banda, otro «frente de lucha».
Los etarras dicen en el apartado, cuyo contenido no se había conocido hasta ahora, que «lo primero que debe interiorizarse es que negociar es otro frente de lucha, que resulta determinante y decisivo en algunas fases del proceso, ya que para ir haciendo operativos nuestros objetivos, en algunas fases del proceso se necesitarán el diálogo y el acuerdo».
Mínimos. ETA explica que en la negociación deben delimitarse con claridad cuáles son los mínimos democráticos para un acuerdo, los «asuntos en los que es imposible echarse atrás» y «acordarse fórmulas para la aplicación de esos derechos básicos, valorando con qué temas puede jugarse con un poco más de flexibilidad».
En otros apartados del «Zutabe», los pistoleros se reafirman en sus conocidas exigencias de autoderminación, territorialidad, amnistía total para los presos -«sin amnistía no hay paz», aclaran- y la salida de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Los terroristas, que no hablan de su desaparición ni de la entrega de las armas, dicen que «será también otro punto de atención mantener en forma el tensionamiento y activación de fuerzas a fin de superar cualquier ambiente inoperante que pueda crearse». Entre estas fuerzas citan la movilización popular que «supone sacar a los ciudadanos a la calle».
Asimismo, advierten de que «los procesos de solución y negociación tienen altibajos y son largos, por eso el que nos ocupa puede tener rupturas y socavones, por lo que de constatarse falta de voluntad en el otro bando, sabiendo que nuestro objetivo es llevar el proceso hasta el final, procuraremos luchar con más intensidad y denunciar esta falta de actitud». Es conocido, subrayan medios antiterroristas, el significado que para ETA tienen las palabras «lucha» y «denuncia». Además, la banda dice textualmente que «el proceso democrático y la negociación ni empieza ni acaba con la interrupción de las acciones armadas, porque es algo más que todo esto». «El término negociación -agrega- no puede reducirse a ésa que se lleva a cabo en la mesa de negociación. Si el movimiento de liberación cae en ese error, se limita los hechos a esa “cocina”, se acabó lo que se daba».
Internacional. Otro de los aspectos de la negociación a los se da gran importancia en ETA es la «presencia internacional» para que actúe «como garante de resultados y materialización de acuerdos» y porque «proporcionará a nuestra lucha un valor internacional y dará a conocer el conflicto fuera».
La banda explica que, a diferencia de lo ocurrido con España, el «Gobierno de Francia sólo ha efectuado operativos policiales y de división con apariencia de negociación» y que «todas las cartas que la organización (ETA) le ha remitido para abrir contactos oficiales han quedado sin respuesta». «La última ocasión ha sido la filtración de la carta remitida por ETA al primer ministro De Villepin, demostrando un comportamiento de escasa seriedad». La misiva, según los terroristas, fue enviada en junio de 2005 y «le expresábamos la voluntad de instaurar una vía directa y permanente para el contacto y de comunicación con el Gobierno de Francia por encima de cualquier coyuntura». El objetivo era «hablar sobre los modos de dar salida democrática al conflicto que Euskal Herria vive con el Estado francés» que «debe demostrar la voluntad de no colocar obstáculos ni límite alguno al desarrollo» del proceso.
Disolución de la Ertzaintza
La banda terrorista anuncia en el «Zutabe» que intentará la «disolución» de la Ertzaintza al mismo tiempo que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas son expulsadas del País Vasco. Se había citado como un «avance» que la banda ya no pedía la desaparición de la Policía Autónoma vasca, pero no es cierto, ya que, incluso, afirman que «no habrá paz hasta que se disuelva». Los terroristas creen imprescindible que, previo a esta disolución, sean desactivados sus «cuerpos especiales».
La Razón, 28 de abril de 2006
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