Ya se están despistando
Si alguna virtualidad tiene el proceso político en el que, al parecer, estamos sumergidas y sumergidos es la de haber mareado tanto a los opinadores oficiales como a la ciudadanía. Ayer dí de bruces con dos ejemplos de despiste dignos de mención. El veterano Fermín Bocos, en “Ultima hora”, sentenciaba que «hizo mal el presidente del Gobierno anunciando en el transcurso de un mitin partidista que el mes que viene tiene intención de iniciar oficialmente contactos con la banda terrorista ETA. Rodríguez Zapatero es muy dado a las improvisaciones y lo de Baracaldo fue una más». ¿Improvisación? ¿Está seguro el columnista? Pero también había para la oposición porque, según Bocos, «el repudio del PP explicitado por Angel Acebes a la apertura de conversaciones con la dirección de la ETA es, también, un error político de magnitud superior. Un error y una extraordinaria prueba de amnesia porque es el caso que hace ahora ocho años, cuando gobernaba el Partido Popular, con Aznar de presidente del Gobierno, hubo conversaciones con los dirigentes de la banda ETA. Conversaciones en las que participó ¡nada menos que el número dos del Ministerio del Interior, el señor Martí Fluxá!».. No le falta razón. Y Pilar Cernuda, en “Segre”, nos informaba de que «Zapatero tiene prisa (...), no tiene la menor intención de soportar el coste político de unas negociaciones largas y duras que se prolongarían durante más allá de esta legislatura. Quiere resultados ya. Personas del entorno de Zapatero (...) estaban seguras de que el presidente había modificado su calendario inicial precisamente porque ETA no estaba actuando como él había previsto». Esto es nuevo.Y la Cernuda se basa para tales asertos en «analistas que siguen la jugada desde la objetividad de no pertenecer a ningún partido político». Y esos analistas le dicen que «todo está hablado entre ETA y los enviados de Zapatero y ETA podría lograr bastante más de lo que inicialmente Zapatero dijo que estaba dispuesto a dar: la autodeterminación está en el Estatut con el eufemismo del ‘derecho a decidir’, lo que abre una vía para que los vascos también puedan acogerse a esa fórmula (...). Y en el asunto de Navarra todo indica que podría solucionarse con ese polémico comité vasco navarro que tendría atribuciones que se superpondrían a las de los respectivos parlamentos. Lo que significa que hay motivos para preocuparse por las prisas de Zapatero por poner negro sobre blanco, cuanto antes, lo que los terroristas quieren». Pues mira tú por dónde... Maite SoroaGara, 25 de mayo de 2006
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