Los obispos españoles se unen al dolor de los familiares de los fallecidos y rezan por la recuperación de los heridos
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo de Bilbao, monseñor Ricardo Blázquez, y su secretario general y portavoz, el padre Juan Antonio Martínez Camino, enviaron ayer un telegrama al arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, expresando sus condolencias por la muerte de 34 personas y una veintena de heridos en el accidente en el Metro de Valencia.
Según informó Europa Press, en el telegrama, todos los obispos y los colaboradores de la CEE "se unen al dolor de los familiares de las víctimas y recoge la oración por los fallecidos y por el pronto restablecimiento de los heridos”."Señor arzobispo, la triste noticia del accidente ocurrido esta mañana en el metro de Valencia nos llega cuando estamos a punto de emprender viaje a esa querida ciudad para participar en los actos del V Encuentro Mundial de las Familias con el Papa. Aunque tendremos ocasión de hacerlo personalmente, deseamos transmitirle cuanto antes nuestra condolencia, también en nombre de todos los obispos miembros de la CEE y de nuestros colaboradores en esta Casa", rezaba la nota.
Los obispos pedían a monseñor García-Gasco "que confirme a los familiares de las víctimas mortales que nos unimos a su dolor y que encomendamos al Señor el eterno descanso de sus seres queridos". Por último, añaden que también rezan "por el pronto restablecimiento de los heridos".
También, el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, monseñor Rafael Palmero, trasladó ayer sus condolencias "con fraternal afecto" al arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, tras el descarrilamiento de un convoy de metro en Valencia.
En una misiva, monseñor Palmero manifestó que une su "oración y la de todos los diocesanos de Orihuela-Alicante a la del Santo Padre y a las vuestras, en sufragio por los hermanos fallecidos, en petición de ayuda por los que convalecen, y en cercanía y aliento a tantos familiares afectados".
Asimismo, pidió que "Santa María de los Desamparados, Madre de Dios y Madre nuestra, esté muy cerca en este momento de dolor, en esta dura prueba". Análisis Digital, 4 de julio de 2006
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