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El arzobispo emérito de Madrid, cardenal Ángel Suquía Goicoechea, falleció ayer a los 89 años de edad, en su domicilio familiar de San Sebastián.

Su cadáver será expuesto durante todo el día de hoy sobre una tarima en la Cripta de la Catedral de la Almudena, frente al altar

Los restos mortales del cardenal Suquía fueron trasladados anoche a Madrid a cargo del arzobispo auxiliar de Madrid, monseñor Fidel Herráez, quien viajó a San Sebastián. Cuando llegaron, fueron llevados a la cripta de la catedral de la Almudena, donde fueron recibidos por el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela y el cabildo de la Catedral.

Según el protocolo, el cadáver se embalsamó y después se vistió con alba, estola y casulla, y con mitra e se introdujo en una caja de cinc, con tapa de cristal y otra definitiva de madera y se colocó frente al altar, sobre una tarima dentro de la Catedral de la Almudena. A su lado se colocó el Cirio Pascual y una Cruz, con dos cirios en torno al féretro, y a los pies el Evangeliario donde permanecerá todo el día de hoy.

Sobre las once y media de la mañana se trasladará el cadáver desde la Cripta hasta la Catedral de la Almudena, donde a las doce del medio día se celebrará la solemne Misa Exequial.

El cardenal Suquía será el primer obispo de la Diócesis de Madrid que será sepultado en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena.

Nacido en Zaldivia (Guipúzcoa) el 2 de octubre de 1916, el cardenal Ángel Suquía Goicoechea fue obispo de Almería en 1966 y tres años después se trasladó a la diócesis de Málaga. En 1973 fue nombrado arzobispo de Santiago de Compostela, cargo que ocupó hasta que en 1983 llegó a la Archidiócesis de Madrid-Alcalá.

El cardenal Suquía fue Presidente de la Conferencia Episcopal Española entre 1987 y 1993. Además, en la CEE ha desempeñado los cargos de Presidente de las Comisiones Episcopales de Seminarios (1975-1978) y Mixta (1978-1984). Fue miembro del Comité Ejecutivo entre 1984 y 1996 y miembro del Consejo de Presidencia desde 1985.

A los sacerdotes de la Archidiócesis madrileña se les pidió que encomienden el alma del cardenal Suquía en la celebración de la Eucaristía.

Análisis Digital, 14 de julio de 2006

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