Para Juan Manuel de Prada: Iglesia y derecha política
“Que en vísperas electorales se exhume un catálogo fotográfico publicado en 2003 nos hace dudar sobre la sinceridad de los denunciantes, a quienes no parecen mover tanto las creencias o sentimientos religiosos que en tal catálogo se ultrajan como el propósito de perjudicar electoralmente a la facción política adversa.
Como católico, empiezo a estar un poco hartito de que la facción opositora enarbole con oportunismo la Cruz cuando olfatea réditos electorales y luego la guarde en el desván de los cachivaches obsoletos cuando le conviene posar de moderno y de laico ante la galería.
Y estoy más hartito todavía de que las jerarquías eclesiásticas actúen de mamporreros y hasta de arietes en trifulcas políticas que benefician a la derecha, la misma derecha que durante ocho años de mandato permitió, por ejemplo, que en España se abortase a mansalva.
Las jerarquías eclesiásticas deberían advertir que están siendo utilizadas políticamente, recordando que la Iglesia no es de izquierdas ni de derechas, sino de Cristo. Y, si tan preocupadas están por el desvío que la sociedad española muestra hacia el ideal de vida cristiano, deberían empezar por desvincularse de los energúmenos que desde posiciones derechistas inspiran pensamientos y actitudes anticristianas.
La Iglesia española está creando un monstruo, una derecha sin Dios que acabará infligiéndole un daño irreparable, si es que no se lo ha infligido ya”.
Creo que lo anterior no es mal resumen del artículo de Juan Manuel de Prada. Y lo primero que tengo que hacer es felicitarle por su contenido (luego iremos con los matices). Lo único que me asombra es que golpee donde Hispanidad lleva golpeando desde hace dos lustros, justo cuando el mismo De Prada se encarga de ponernos como no digan dueñas, eso sí, ante quien corresponde, para no romper el círculo de silencio sobre este periódico al que me refiero en el artículo dedicado al undécimo aniversario de Hispanidad.
Plasmada la felicitación al señor De Prada, vamos con los ‘peros’. Son tres:
En primer lugar, la percha utilizada. En periodismo, una percha es la noticia de actualidad que permite una reflexión más atemporal. Jodó, Juan Manuel, hijo, podías haberte buscado otra percha. Porque verás, me importa un bledo que se ‘exhume’ un catálogo fotográfico de 2003 en vísperas de elecciones -siempre estaremos en vísperas de elecciones-. Lo que me importa es que el tal catálogo sobrepasa todo lo admisible, en un país en el que señor Presidente del Gobierno critica las caricaturas danesas de Mahoma pero se abstiene de comentar la montoyada española. Si existen intereses electorales como si no: leña al Montoya, al Gobierno Ibarra financiador y a los hipócritas de Moncloa.
Totalmente de acuerdo, en la utilización que el PP hace de la Iglesia y de los católicos. Y totalmente de acuerdo que los polvos de Aznar trajeron los lodos de ZP. Por decirlo de algún modo, el Gobierno Aznar nos situó al borde del abismo, ZP no ha hecho más que dar un paso hacia delante. Pero eso es culpa del PP, no de la Iglesia. Ciertamente, lo que debe pedir la jerarquía al Partido de Mariano Rajoy es coherencia. Sencillamente. Y lo que debería hacer la Jerarquía es no ponerse al teléfono cuando, en nombre del PP, llama don Eduardo Zaplana, un verdadero desastre para la imagen de la Iglesia. Pero eso no es ser mamporrero de la derecha. Recuerde, señor De Prada, que el culpable del chantaje no es el chantajeado, sino el chantajista.
Respecto a los energúmenos… Mi opinión es que los dos principales energúmenos que se están aprovechando de la Iglesia no son políticos, sino periodistas. Hablo del dúo dinámico, formado por Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez (¡Ah! ¿Se refería usted a ellos, señor De Prada? Pues entonces dígalo, buen hombre, dígalo, así no quedará hueco para el equivoco). De acuerdo, Ahora bien…
El tercer ‘pero’, es el propio ABC, donde usted presta sus servicios. Porque claro, Ramírez y Losantos han secuestrado la COPE, y es de justicia exigir a la Jerarquía, su propietario, que les despida de forma fulminante, aunque ello suponga una temporal caída en audiencia. Pero no es Vocento quien debe denunciarlo. Vocento es el grupo que destrozó en su beneficio la Editorial Católica, tras la más brutal tomadura de pelo a la Iglesia que se recuerda; el mismo grupo que intentó quedarse con la COPE, y encima baratita, no puede dar lecciones de coherencia. Es más, señor De Prada, no olvide usted que esa derecha sin Dios, esa derecha pagana, está representada en España por buena parte del PP, ciertamente, entre otras cosas por el frívolo de su presidente, pero también hay dos medios que responden a los ideales de esa nueva derecha sin Dios: El Mundo -y Jiménez Losantos, que hablamos de un matrimonio transitoriamente indisoluble- y Vocento. ¿O pretende usted, por citar a la cabeza más publica de la Iglesia española, que monseñor Cañizares se fíe de los socios de Berlusconi en Tele 5, como hacedores de un periodismo católico? De humedades, señor de Prada, hablaremos luego.
Pero tiene usted toda la razón cuando afirma que la Iglesia no es de la izquierda ni de la derecha. Es más, a pesar de esa metástasis que nos ha tocado en suerte como Presidente del Gobierno, sigo pensando, con Chesterton, que el enemigo de la Cristiandad no está en Moscú, sino en Nueva York. Sólo que de eso tampoco podemos culpar a la Jerarquía, ¿no le parece?
Eulogio López
Hispanidad.com, 20 de marzo de 2007
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