Se asustan enseguida
Ya he confesado en alguna ocasión que no dispongo de información privilegiada ni entiendo demasiado de tácticas de la política, pero la mera observación de hechos, dichos y escritos me orienta sobre el color que van cogiendo las cosas. Ayer en “El Correo Español” leía servidora notas negras que le movían al optimismo. Y es que, cuando algunos se ponen adustos, otras podemos sonreír. Según el editorialista, «las palabras del presidente Rodríguez Zapatero negando que su Gobierno haya establecido compromisos con ETA o con Batasuna (...) permitirían conducir el debate público en torno al alto el fuego hacia cauces de mayor prudencia y sensatez si el proceso no se hubiera convertido en fuente constante de polémica debido fundamentalmente al engreimiento de la izquierda abertzale». ¿Ese es el problema? Verán que no.
Algo hay que mueve su temor, y no son las palabras: «En su esfuerzo por eludir la derrota frente al Estado de Derecho tanto ETA como los dirigentes de la izquierda abertzale insisten en transmitir mensajes de victoria a sus seguidores. (...) Ni la banda terrorista ni los portavoces de Batasuna pueden poner condiciones para su renuncia definitiva al uso del terror. Y no sólo porque la resistencia social frente a su dictadura y la aplicación de la ley han evidenciado su extrema debilidad. Sobre todo porque ningún poder fáctico puede determinar bajo amenaza el rumbo que ha de adoptar una sociedad libre». Lo de los «poderes fácticos» me suena y una «sociedad libre», creo yo, será la que pueda decidir en libertad sobre su propio futuro y no estar obligada a obedecer, a la chita callando, lo que decida “El Correo Español”, por ejemplo
Y como de lo que se trata es de seguir imitando al avestruz, va el editorialista y nos cuenta que «es probable que, en su necesidad por convencerse y convencer a los suyos de los frutos obtenidos en los prolegómenos del diálogo formal con el Gobierno, tanto los interlocutores de ETA como los representantes de la izquierda abertzale hayan querido ver en la actitud de Rodríguez Zapatero y en sus pronunciamientos concesiones que le aproximaban a las tesis defendidas por la trama etarra (...) es posible que el Gobierno no deba hablar más de lo que lo hace. Pero sí es necesario que hable más claro. Lo requiere la opinión pública y lo necesita la izquierda abertzale. No sea que los silencios y los equívocos acaben generando mayor confusión en la sociedad y propicien el envalentonamiento de ETA en un momento tan crucial». Se la han olido... y se asustan.
Maite Soroa
Gara, 16 de julio de 2006
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