ETA utiliza el "modelo irlandés" para tratar de ablandar a Zapatero
La situación es complicada para Zapatero. Por un lado su deseo de lograr un éxito político con el llamado "proceso de paz" le llevó a sugerir la posibilidad de medidas como las que los etarras reclaman. Por otro, concesiones demasiado rápidas o demasiado evidentes, y sin contrapartidas por parte de los criminales, podrían debilitar su posición no sólo ante la sociedad sino también ente su propio partido.
ETA –o mejor dicho de Juana, ya que no está claro que ETA tenga una sola voz y una sola opinión ahora mismo- está aplicando a Zapatero una receta bien conocida, siguiendo una vez más el ejemplo del IRA en el Ulster. A comienzos de los 80 el terrorismo norirlandés había llegado a un callejón sin salida y una serie de huelgas culminaron en la elección como diputado del preso Bobby Sands, en huelga de hambre, y en su fallecimiento en mayo de 1981 sin que el Gobierno británico cediese ante el chantaje. Así la premier británica Margaret Thatcher labró su fama de firmeza, y el republicanismo irlandés adquirió un nuevo mito. Pero, pese a los intentos propagandísticos, ni Zapatero es Thatcher ni de Juana y sus acólitos han demostrado la entereza de Sands.
Algeciras no es la prisión de Maze. El movimiento abertzale y su banda armada, derrotados policialmente, han buscado en los últimos años improbables similitudes entre el nacionalismo irlandés y sus propios proyectos. Pero, dejando aparte intentos propagandísticos, las cosas son bien diferentes. El juez de la Audiencia nacional Juan del Olmo estableció las medidas necesarias de vigilancia sobre la salud del huelguista, pero fuentes médicas aseguran que si la huelga de hambre hubiese sido completa y durase ya tres semanas el estado de de Juana podría ser otro. No va a haber ningún nuevo Sands, aunque los interlocutores de Zapatero buscan una imagen positiva que ahora mismo los españoles no pueden tener de ellos.
También es verdad que Zapatero nunca ha dicho en público y con convicción las firmes palabras de su homóloga británica, "el crimen es sólo crimen, y no es político". La vida de de Juana no corre peligro, pero Zapatero no debería dejarse ablandar por este gesto de imitación en su "proceso de paz".
Editorial de El Semanal Digital, 28 de agosto de 2006
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