Tres muertos y 35 heridos por las cinco explosiones sufridas en Turquía
La detonación, que tuvo lugar en un edificio de oficinas situado en la zona comercial de Kalekapisi, afectó también a varios restaurantes y vehículos ubicados en las cercanías. La policía acordonó la zona para comenzar las primeras pesquisas y los heridos, entre los que se encuentran varios niños, fueron llevados a los hospitales cercanos.
Este suceso, tuvo lugar menos de 24 horas después de que otras cuatro explosiones dejaran 27 heridos en Estambul y en la ciudad de recreo de Marmaris, en la costa del mar Egeo. Según las autoridades, la mayoría de los heridos en Estambul y Marmaris, todos ellos fuera de peligro, son turcos, aunque diez son de nacionalidad británica.
La policía comenzó a investigar los hechos mientras un grupo radical, denominado Halcones de liberación del Kurdistán, que se cree vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, ha asumido la autoría del atentado en Marmaris, en el suroeste del país, en un comunicado enviado a varios medios de información.
En la nota, el grupo promete continuar sus atentados dentro de Turquía y declara que desea que los turistas no visiten este país. Los Halcones de liberación del Kurdistán han sido los responsables de varios ataques con bomba en Estambul.
La tres explosiones que sacudieron Marmaris, en la provincia de Mugla, fueron casi consecutivas y se pudieron sentir al filo de la medianoche hora local (21.00 GMT).
La policía, citada por la agencia Anatolia, ya había mostrado sus sospechas de que uno de estos atentados hubiera sido perpetrado por rebeldes kurdos próximos al PKK. Sin embargo, por el momento se desconoce si los atentados de las tres ciudades están relacionados.
"Los equipos de la policía y la gendarmería están investigando lo sucedido. Capturaremos a los que lo perpetraron y los llevaremos ante el público cuanto antes", dijo el gobernador de la provincia, Temel Kocaklar.
Tras las explosiones, la policía reforzó la seguridad en la zona y se instalaron controles en las principales entradas y salidas de la ciudad. Sin embargo, el despliegue policial no ha logrado, hasta el momento, la detención de ningún sospechoso de haber participado en el triple ataque de Marmaris.
La primera deflagración ocurrió en un microbús y, según fuentes policiales, fue la que causó los veintiún heridos, mientras que las dos siguientes bombas explotaron en sendos cubos de basura situados en una de las principales avenidas de la ciudad, repleta de comercios, aunque no causaron víctimas.
La quinta explosión tuvo lugar, también la pasada madrugada, en un barrio humilde de Estambul, donde seis personas resultaron heridas según fuentes policiales. El suceso ocurrió en el distrito Bagcilar de la ciudad, en las inmediaciones de la oficina del gobernador.
La costa mediterránea turca es un popular destino de vacaciones para cientos de miles de europeos, que la visitan mayoritariamente durante los meses de verano. Antes del inicio del verano, el PKK amenazó con lanzar una campaña de ataques contra objetivos turísticos del país dentro de su lucha contra el gobierno central de Ankara.
El año pasado, grupos separatistas kurdos hicieron estallar una bomba en un minibús de la ciudad turística de Kusadasi, donde acabaron con la vida de cinco personas -entre ellas una mujer británica y un joven irlandés- e hirieron a trece más.
En el 2004, tras cinco años de tregua unilateral declarada por el PKK, los enfrentamientos entre los milicianos kurdos y las fuerzas de seguridad se reanudaron e intensificaron el año pasado en el sureste del país y también aumentaron los atentados en diferentes zonas de Turquía.
Estrella Digital, 29 de agosto de 2006
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