El cardenal Etchegaray, con Blázquez. El Vaticano renueva su apoyo al "camino para la paz" en Euskadi
El obispo de Bilbao, también el de San Sebastián, Juan María Uriarte, y varios representantes políticos guipuzcoanos escucharon la misa que el cardenal vascofrancés ofreció el domingo en Loyola, donde no obvió la situación actual del País Vasco.
Irreversible
Etchegaray participó en la clausura del 450 aniversario de la muerte de San Ignacio, al que reclamó en sus rezos que diera "luz" a quienes deben embarcarse en un "camino para la paz" que, señaló, "está abierto". Concretó aún más su mensaje y se mostró confiado en que "las armas callarán para siempre", porque se va a alcanzar una paz "irreversible".
Dudas
Son palabras que llegaron a Loyola en un momento muy oportuno; después de un verano en el que han surgido dudas sobre la marcha del proceso iniciado tras el alto el fuego de ETA, a raíz, sobre todo, del último comunicado de los terroristas y del endurecimiento dialéctico de Batasuna.
Superar obstáculos
Es como si Etchegaray hubiera viajado desde Roma para inyectar dosis de ánimo y actualizar el llamamiento de Benedicto XVI del pasado mes de abril. Dos semanas después de la declaración de la tregua, alentó a los españoles a "superar los obstáculos que puedan presentarse a lo largo de este camino".
Camino espiritual
En aquella ocasión, el Papa animó desde la Plaza de San Pedro a "intensificar los esfuerzos por consolidar horizontes de paz". El domingo, en la basílica de San Ignacio, el cardenal vascofrancés invitó a emprender ese "camino abierto" a quien quiera tomarlo. Aclaró que no sólo se refería a la vía política; también a la "espiritual".
Pedir perdón
"Sólo el perdón y su aceptación pueden conducir a la paz", sentenció Etchegaray, que recuperó así el planteamiento de Blázquez. El pasado 15 de agosto, el presidente de la CEE pidió a los terroristas "el valor de pedir perdón" para fortalecer la paz. Antes, en mayo, abogó por "pedir y recibir el perdón" para restaurar las heridas del terrorismo y lograr una "amplia reconciliación".
Obispos vascos
La coincidencia en el discurso no es casualidad. El vicedecano del Colegio Cardenalicio se remitió a la declaración de los tres obispos vascos, posterior al alto el fuego, en el mostraban su esperanza por el proceso de paz, frente a las tesis más duras del ex presidente de la CEE, Antonio María Rouco Varela, o el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares.
Cardenal de confianza
La homilía de este fin de semana no supone sino un espaldarazo del Vaticano a la posición que mantiene Blázquez con respecto al proceso de paz, caracterizada por una actitud positiva. El vínculo de Etchegaray con Benedicto XVI es estrecho, es un hombre de su confianza.
Líbano e Irak
Además de vicedecano del Colegio Cardenalicio, el purpurado vascofrancés es presidente emérito del Pontificio Consejo Justicia y Paz. Recientemente, se desplazó al Líbano como enviado del Papa y allí se reunió con los máximos representantes políticos. Con Juan Pablo II al frente de la Iglesia, viajó a Irak en 2003. Es decir, es uno de los miembros de la Curia romana más implicados en misiones de paz.
Mediador
De hecho, el nombre de Etchegaray ha sonado en alguna ocasión como posible mediador entre ETA y el Gobierno, a propuesta del entorno socialista, un papel que rechazado por el propio cardenal y también por la izquierda abertzale, tras la fallida experiencia de Zurich, en la que medió el obispo Uriarte, de San Sebastián, durante el Gobierno de José María Aznar.
IÑIGO PICABEA A.
Elplural.com, 5 de septiembre de 2006
0 comentarios