PSE, Batasuna y PNV se reúnen para intentar acelerar la mesa de partidos
Portavoces del PSE y del PNV negaron anoche que sus máximos líderes hayan participado en un encuentro de estas características
Dirigentes del PNV, PSE-EE y Batasuna se han reunido durantes las últimas 48 horas en la localidad navarra de Elizondo para intentar recomponer el proceso de paz e impulsar la creación de una mesa de partidos. Según fuentes consultadas por este periódico, habrían asistido Patxi López, Josu Jon Imaz y Arnaldo Otegi. Portavoces del PSE y del PNV negaron anoche que sus máximos líderes hayan participado en un encuentro de estas características y señalaron que los contactos se producen con asiduidad pero con carácter bilateral.
La cita llega en un momento en el que se han encendido las 'luces rojas' sobre la viabilidad de los contactos abiertos para lograr el fin de la violencia y las constantes apelaciones de Batasuna a la situación de «bloqueo» que vive el proceso. Durante la reunión de Elizondo, Otegi habría trasladado a sus dos interlocutores un documento con condiciones «inasumibles» por el resto de partidos.
La formación de la izquierda abertzale exige garantías previas a su legalización, que tendría que ser definitiva. En la práctica, lo que reclama Batasuna es la derogación de la Ley de Partidos y de lo que denomina «persecución judicial». Dos cuestiones que ni el Gobierno ni el Partido Socialista pueden asumir; la primera, porque «la ciudadanía no lo entendería» y la segunda, porque «estamos en un Estado de Derecho en el que hay separación de poderes».
Los contactos pretenden evitar que el proceso entre en una vía muerta que aboque a la ruptura del alto el fuego. Tal y como informó ayer este periódico, ETA ha transmitido a sus bases que el proceso puede romperse en semanas si no hay avances políticos.
La intensificación de los encuentros se produce a la espera de la reunión que tienen pendiente representantes de ETA y del Gobierno. Para el Partido Socialista, esta cita es fundamental para dar un impulso al proceso de paz y superar los obstáculos que se han ido generando durante los últimos meses. Tanto desde el PSOE como desde el PSE-EE se espera que sirva para clarificar la situación, a pesar de que en temas claves como la Ley de Partidos o la legalización de Batasuna sigue sin haber aproximaciones de importancia.
Hoy hace seis meses que la organización terrorista anunció su intención de decretar un alto el fuego permanente, que entraría en vigor a las 00.00 horas del 24 de marzo. Medio año después, los socialistas mantienen su «optimismo» sobre un proceso que ha ido complicándose a medida que han pasado los meses. La primera señal negativa llegó a mediados de mayo, cuando Arnaldo Otegi afirmó que las negociaciones abiertas para lograr la paz en Euskadi atravesaban «un momento de extrema gravedad».
Desde entonces, la izquierda abertzale -a pesar de haber 'forzado' al PSE a entrevistarse de forma pública en un hotel de San Sebastián- ha venido exigiendo de forma reiterada que el Ejecutivo y los socialistas cumplan «los compromisos» supuestamente adquiridos durante las conversaciones previas a la declaración de alto el fuego.
Por su parte, el Partido Socialista ha trasladado a la izquierda abertzale la necesidad de que se distancie de la violencia, la única forma de volver a la legalidad. A lo largo del verano se barajó la posibilidad de que Batasuna diese ese paso y se refundase con unos nuevos estatutos que pasasen la criba legal. Sin embargo, los acontecimientos han discurrido por otro camino. La kale borroka se ha recrudecido y tanto desde la formación liderada por Otegi como desde el PSE se ha admitido que el proceso ha vivido un «bloqueo».
Pedagogía
A pesar de este aparente diálogo de sordos, los socialistas consideran que la fase más crítica ya se ha superado. El «optimismo» que se ha instalado en las filas socialistas -ayer, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, afirmó que «vamos a conseguir superar las dificultades»- se fundamenta en el convencimiento de que es «sincera» la apuesta de las direcciones de ETA y de Batasuna por que el alto el fuego sea irreversible. Sin embargo, también se es consciente de que hay «peligros» y no se descarta la aparición de elementos «incontrolados».
Algunos dirigentes socialistas también achacan a la izquierda abertzale el no haber realizado «pedagogía» con sus bases. «No les han querido explicar que aquí no se está hablando de política, sino de hallar una salida para que puedan abandonar la violencia», afirma un dirigente del PSE-EE, quien recuerda que la propuesta planteada por Batasuna en Anoeta en noviembre de 2004 hablaba de dos mesas independientes: una política formada por partidos y otra Gobierno-ETA. Patxi López también ha insistido en sus declaraciones públicas en que el proceso abierto tiene que ser como una 'Y', donde las negociaciones políticas y las referentes al abandono de las armas vayan por caminos divergentes, sin interferencias.
El problema es cómo encontrar una solución que satisfaga a ambas partes. Desde el PSOE se señala que en este proceso «todos tenemos que ser flexibles». De lo que se trataría, según algunas fuentes, es de encontrar una fórmula que sea capaz de incorporar a Batasuna a una futura mesa de partidos sin necesidad de que su legalización se haya completado. Algo difícil de soportar por parte del PSE-EE pero que la formación ilegal y ETA podrían utilizar para demostrar a sus bases que el proceso avanza. En todo caso, desde la filas del PSE y del Gobierno se reitera que es «normal» que haya «altibajos».
O. B. DE OTÁLORA / D. GUADILLA
El Correo, 22 de septiembre de 2006
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