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Foro El Salvador

Con Antonio Aguirre

Con Antonio Aguirre Antonio Aguirre ha sido noticia estos días debido a ese expediente disciplinario que le ha abierto Patxi López por ser socialista. La falta grave, imperdonable, del socialista Antonio Aguirre ha sido oponerse a la famosa reunión que la dirección del PSE-EE mantuvo con la dirección de Batasuna. Uno tuvo el gran honor de acompañar a Antonio Aguirre a que perpetrara la falta por la cual se le ha represaliado, o sea a presentar en los juzgados bilbaínos la querella que ha interpuesto el Foro Ermua contra Patxi López por esa cita con un partido que de momento se halla ilegalizado. Fue el día del aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Esa misma tarde, en un acto público celebrado en la plaza Moyúa, Aguirre pidió que se le devolviera la parte proporcional de su cuota de militante del PSE-EE que corresponde al pago del alquiler del salón en el que tuvo lugar la reunión bochornosa. Lo siento por los artífices de su ominoso expediente pero aquel fue el momento más emotivo y aplaudido de la concentración; aquel momento de alusión a su cuota que lleva pagando toda la vida y el otro momento en el que dijo que “si Fernando Buesa no hubiera sido asesinado por ETA Patxi López jamás habría llegado a dirigir el PSE-EE”. Lo que no sabe Patxi López es que el ambiente estaba tan caldeado aquella tarde que mucha gente se quería desplazar ante la sede de su partido, que se encuentra a sólo una manzana de la plaza, y que si no se produjo esa “foto” fue porque Antonio Aguirre no quiso que se produjera.

Uno entiende muy bien que a Patxi López no le acaben de hacer una ilusión especial esas alusiones a su persona y a su gestión como dirigente, pero la propia naturaleza singular de la apuesta política que ha hecho le exige moderación en las reacciones contra sus críticos. Y lo que digo de Patxi López es también extensible a todo el PSOE. No se puede hacer alarde de cintura ancha con ETA y al mismo tiempo no mostrar la menor cintura con tus compañeros de penalidades y con los demócratas en general. No se puede pedir a las víctimas que olviden los asesinatos de sus parientes y luego arremeter con saña contra el camarada que te lleva la contraria, contra otro partido democrático como el PP, contra el Foro Ermua, contra la AVT, contra las mismas víctimas a las que se ha pedido ese insultante sacrificio. No se puede exigir que la legalidad constitucional se paralice ante Otegi y sus secuaces para acto seguido servirse de los más rastreros legalismos del partido y cernirse implacable contra tu gente. Yo creo que andar abriendo expedientillos aparateros, montando purgas y amenazando con expulsiones a militantes históricos y a todo el que disiente es la cosa más mediocre y más mezquina, más estalinista, más triste y repugnante que puede hacerse en un colectivo humano en el que se ha compartido persecución y sufrimiento.

Antonio Aguirre ha sufrido la amenaza terrorista desde “los años de plomo” de Txiki Benegas, pero comenzó a caer en desgracia cuando entró en la junta directiva del Foro Ermua. La primera represalia fue apartarle del Comité Nacional del PSE-EE, contra cuyo nombre ya se había manifestado en un escrito formal solicitando su derogación. Antonio Aguirre es socialista, no nacionalista. Y por eso, por socialista le han abierto un expediente unos que imitan al PNV hasta en los “michelines”.

Iñaki Ezkerra

La Razón, 21 de septiembre de 2006

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