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La situación de la libertad religiosa, según el informe anual estadounidense

La situación de la libertad religiosa, según el informe anual estadounidense


WASHINGTON, sábado, 30 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Pasado por alto en gran parte por las reacciones islámicas contra Benedicto XVI, Estados Unidos acaba de publicar el Informe Anual 2006 sobre Libertad Religiosa Internacional.

El informe cubre la situación de 197 países y territorios en el año que terminado el 30 de junio. El departamento de estado de Estados Unidos somete el informe anual al Congreso como establece la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998.

«En el mundo de hoy, nuestro objetivo de fomentar la libertad religiosa y la tolerancia más allá de nuestras fronteras es un componente esencial incluso de la seguridad nacional», explicaba la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en la presentación del informe el 15 de septiembre.

En la introducción al informe, John Hanford III, embajador para la libertad religiosa internacional, ampliaba el análisis en el que se apoya el documento: «Este informe es una consecuencia natural de la historia de nuestro país».

«Nuestro propio expediente como nación en esta y en otras libertades no es perfecto», admitía Hanford. No obstante, insistía en que la libertad religiosa es un concepto precioso de la historia norteamericana y que el informe busca hacer del derecho a esta libertad una realidad para toda la humanidad.

No obstante, algunos gobiernos trabajan activamente en contra del derecho a la libertad religiosa, afirmaba la introducción. Y en algunos países los extremistas buscan explotar la religión «al servicio de una ideología de intolerancia y odio» atacando a quienes tienen un culto diferente.

El informe recibió la oposición de algunos de los países criticados en el mismo. Un portazo del ministerio de exteriores chino afirmó que el informe era una interferencia «sin fundamento» en los asuntos internos de su país, informaba el 18 de septiembre Reuters.

La situación saudí
El informe también causó un conflicto con una agencia del mismo gobierno norteamericano, la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF). En una nota de prensa publicada el mismo día que el informe, el presidente del USCIRF, Felice Gaer, declaraba: «La comisión se ha sobresaltado de que el departamento haya evitado en su informe declarar algo ampliamente extendido y citado, que la libertad de religión no existe en Arabia Saudí».

«La comisión sigue con la conclusión de que la libertad de religión no existe en Arabia Saudí», indicaba la nota de prensa. El USCIRF objetaba que las mejoras en la libertad religiosa recientemente mencionadas por el gobierno de Estados Unidos todavía están por implantarse.

No obstante, el Departamento de Estado dedica duras palabras de crítica para Arabia Saudí. «El gobierno no da reconocimiento legal o protección de la libertad religiosa, y en la práctica está severamente restringida», observaba.

No existe siguiera el derecho a la práctica religiosa privada. El informe indica, no obstante, que el gobierno saudí ha hecho algunos llamamientos a la tolerancia religiosa. Hay evidencias, asimismo, de una disminución en los arrestos y deportaciones de no musulmanes por motivos religiosos.

Incluso así, el informe observaba que en general el gobierno saudí hace cumplir una interpretación estrictamente conservadora del islam sunní. Y los musulmanes que no se adhieren al mismo pueden hacer frente a una significativa discriminación social y a graves repercusiones a manos de la policía religiosa.

Categorías de abuso
En general, el informe identificaba varios tipos de abusos contra la libertad religiosa:

-- El llevado a la práctica por los regímenes totalitarios y autoritarios, que busca controlar el pensamiento y la expresión religiosa. En estos países algunos o todos los grupos religiosos son vistos como enemigos del estado por sus creencias religiosas o por su independencia de la autoridad central.

-- Hostilidad del estado frente a minorías o religiones no aprobadas. Los gobiernos culpables de este tipo de abusos aplican políticas como: exigir a sus files a que renuncien a su fe; forzar a los fieles de estos grupos religiosos a abandonar el país; e intimidarlos.

-- El hecho de que un estado no se ocupe de la discriminación y el abuso contra grupos religiosos. «Proteger la libertad religiosa no es sólo cuestión de tener buenas leyes escritas», observaba el informe; requiere un trabajo activo por parte del gobierno a todos los niveles. Los gobiernos deberían apoyar un ambiente de respeto y tolerancia para todas las personas, indicaba el informe.

-- Legislación o políticas discriminatorias que favorecen a las religiones mayoritarias y ponen en desventaja a las religiones en minoría. Esto suele ser resultado del dominio histórico de la religión mayoritaria y sirve de criba contra las religiones nuevas o minoritarias, añadía el informe.

-- Discriminación contra algunas religiones al identificarlas como cultos o sectas peligrosas. Esta es una forma de abuso común, incluso en países donde la libertad religiosa se respeta, observaba el informe.

El informe norteamericano marcaba los países con especiales problemas de libertad religiosa. Un grupo de ellos recibía la etiqueta de «Países de Preocupación Especial». La última lista de estos países, anunciada el pasado noviembre, comprende Birmania, China, Corea del Norte, Irán, Sudán, Eritrea, Arabia Saudí y Vietnam.

El informe observaba graves restricciones del gobierno en Birmania (o Myanmar). Las autoridades siguen infiltrándose y controlando las actividades de prácticamente todas las organizaciones. Los esfuerzos del clero budista por promover los derechos humanos y las libertades políticas también han sido restringidos. El gobierno también promueve el Budismo Theravada, y ser budista es generalmente un prerrequisito de promoción a puesto de responsabilidad del gobierno y del ejército.

China también recibe duras críticas. El respeto del gobierno por la libertad de religión y por la libertad de conciencia sigue siendo mínimo, según el departamento de estado norteamericano, con pocas evidencias de que la legislación introducida en 2005 haya mejorado la situación. La situación es particularmente difícil en Xinjiang y en el Tibet.

Además, se sigue recibiendo amplia información sobre la represión de las iglesias protestantes y de las iglesias «hogar» no registradas. Los obispos católicos «clandestinos» también se enfrentan a la represión, añadía el informe, y ha habido enfrentamiento el pasado abril entre Pekín y el Vaticano por la ordenación de obispos.

Campañas negativas
En Irán, «ha habido más deterioro del extremadamente pobre estatus de la libertad religiosa durante el periodo analizado en el informe». Los medios han intensificado sus campañas negativas contra las minorías religiosas. Y hay informes de encarcelamientos, intimidación y discriminación basados en motivos religiosos. El 22 de noviembre pasado, asaltantes sin identificar asesinaron a un hombre que se había convertido al cristianismo más de 10 años antes. Su muerte fue seguida de amenazas contra otros cristianos.

En Corea del Norte, «no ha habido cambios en el poquísimo respeto por la libertad religiosa durante el periodo analizado en el informe». Toda actividad religiosa está supervisada estrictamente y los informes de los que abandonan el país hablan de arrestos y ejecuciones de miembros de las iglesias cristianas clandestinas a manos el régimen en los últimos años.

El informe tomaba nota de los pasos dado por India en la mejora de la libertad religiosa en ciertas áreas. Algunos extremistas, sin embargo, siguen cometiendo ataques contra las minorías religiosas, y sus actividades no se han visto obstaculizadas por la falta de actuación de las autoridades a nivel local y de los estados. La cuestión de la conversión religiosa sigue siendo un tema altamente conflictivo y los terroristas siguen con ataques violentos contra objetivos religiosos.

El vecino Pakistán también ha llevado a cabo actuaciones para mejorar el tratamiento de las minorías religiosas. Pero sigue existiendo legislación discriminatoria y el gobierno no hace nada contra los grupos que promueven la intolerancia y los actos de violencia lo que significa que «los graves problemas continúan».

Ha habido algunas mejoras en Vietnam, pero el informe también observaba que el gobierno sigue restringiendo las actividades de los grupos religiosos que se juzgan están en desacuerdo con las leyes y las políticas estatales. Además, algunas reformas legales positivas, adoptadas en los últimos años, todavía están en sus primeras etapas de puesta en práctica. Para muchos, la libertad de religión sigue estando lejos de su alcance.
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