La tiranía feminista: aconsejan a Hispanidad.com que retire los vídeos sobre lo que ocurre en los juzgados de violencia de Género
Ya lo decía un famoso periodista económico español –probablemente el más famoso-: ¿Pero a éstas quién las ha engañado? Se refería, naturalmente, a la mujer actual sobre la que la sociedad actual ha cargado, en nombre de su liberación, con la doble tarea de madre y profesional. Y lo que es peor: ha conseguido que la avanzadilla feminista le haya obligado a ser femenina y masculina a un tiempo. Naturalmente la mujer actual anda al borde un ataque de nervios. Y es que la libertad libera pero las liberaciones obligadas esclavizan.
Las feministas aúllan que los hombres no quieren soltar el poder. Yo creo que eso es tan cierto como el que las mujeres les aburre tremendamente el poder y siempre lo han considerado una tontísima pasión masculina. Hablo del poder político o social. Para la feminidad, la sociedad de un escenario para desarrollarse, no un campo de batalla para ser conquistado.
Chesterton, un escritor que siempre fue más admirado por las mujeres que por los varones, lo calcaba con estas palabras: “La filosofía de los sexos que crean las sufragistas con el feminismo es la misma que habían establecido los árabes con su antifeminismo. Es más difícil que una mujer encuentre su hogar en una fábrica que un harén”. Siempre me ha asombrado el curiosísimo hecho del silencio feminista ante la barbarie islámica. Un dato : las feministas siempre han sido más antijudías y anticristianas que antiislámicas.
Con todo, en el siglo XXI hemos llegado a una especie de dictadura feminista y a la peor guerra social que se recuerda: la guerra de sexos, media humanidad contra la otra media. Como siempre, la primera víctima de la guerra es la verdad y la justicia. Quién ha contemplado los dos vídeos emitidos el jueves por Hispanidad se dará cuenta de que el feminismo ha enloquecido definitivamente, y que todo vale con tal de fastidiar al varón. Lo que está ocurriendo en los juzgados de familia y en los de violencia de género es mucho más que ultrafeminismo : es un atentado contra la verdad y la justicia. Las feministas mienten con descaro y así, se ha creado un estado de cosas en el que, por ejemplo, todo abogado de toda mujer en trance de separación aconseja que denuncie violencia de género, porque a partir de ese momento no sólo obtendrá la custodia de los hijos sino que podrá exprimir a su “ex” y practicar una especie de venganza oriental sobre el gran enemigo, el varón, con la colaboración de la autoridad. No me extraña que la violencia de género continúe aumentando.
Pues bien, en la mañana del viernes recibíamos una llamada de la responsable de prensa del Tribunal Superior de justicia de Madrid, señora Elisa Beni, “aconsejándonos” que retirásemos esos vídeos porque han sido grabados de forma ilegal. Entramos en el proceloso terreno de los defectos de forma. Lo que importa no es le fondo de la cuestión –lo que está ocurriendo en estos juzgados- sino que las pruebas han sido obtenidas de forma ilegal. Dicho de otra forma: el que se atreva a denunciar la tiranía feminista se expone a terribles contratiempos.
Pues sea, los retiramos dado que se nos acababa de comunicar su ilegalidad, aunque de forma un tanto curiosa. La verdad es que no hicimos otra cosa que recoger unos vídeos que cualquier internauta puede ver en la página Projusticia. Precisamente, la noticia consistía en que uno de los promotores de dicha asociación, Francisco Zugasti, ha presentado una queja ante el Servicio de Inspección del Consejo general del Poder Judicial (CJPJ) acerca de la actuación de la juez Raimunda de Peñafort Lorente en caso de violencia de género. No nos parece justo, y creemos que lo que importa es el contenido de los vídeos, pero, ahora que sabemos de su ilegalidad, los retiramos.
Después de hacerlo, una nueva llamada a la redacción de Hispanidad de doña Elisa Beni nos explicó que eran conscientes de la retirada pero que casualmente –hay que ver cómo han aumentado las responsabilidades de los jefes de prensa- cursó informe al fiscal de tan presunta ilegalidad. Me refiero a la presunta de Hispanidad –presunta, no sólo por cosa no juzgada sino porque no parece que las jefaturas de prensa constituyan el cauce adecuado para tramitar denuncias contra los periodistas; hasta el momento, pensábamos que su función era la de informar a la prensa, no la de demandarla-. Y es que hay ciudadanos muy celosos de la legalidad y del Estado de Derecho.
El problema, en España y en el mundo, sigue siendo el mismo : para el feminismo, la mujer es mujer antes que persona. A partir de ahí, pervertido el principio primero de la justicia y el respeto, cualquier aberración resulta justificable. La ética da una vuelta de campana, porque se considera bueno aquello que resulta gratificante para la mujer o negativo para el varón.
Hispanidad.com
Eulogio López
30-09-2006
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