Que no se haga leña del árbol caído
ETA, Batasuna y el Gobierno han empezado a cambiar su discurso para prepararse para lo peor: la ruptura del alto el fuego. Si el Gobierno reconoce sus errores, el Partido Popular debe tener altura de miras y favorecer el consenso. La unidad es lo que pide la sociedad frente al terrorismo, y si tras la vuelta a la violencia no se consigue, ETA volverá a ser la ganadora.
A estas alturas del mal llamado proceso de paz, ya nadie duda de que, por parte del mundo de Batasuna y ETA, no hay ningún interés en seguir avanzando sin nada a cambio. Es decir, no está en la agenda de los proetarras la condena de la violencia alguna. Así lo han afirmado públicamente Arnaldo Otegi y muchos de los que han participado en las conversaciones preparatorias de la famosa mesa de partidos.
Batasuna, según los interlocutores del PSE y del PNV en esas conversaciones, que por cierto son muchas y muy fluidas, no para de reiterar que no tiene ningún interés en legalizarse de cara a las próximas elecciones municipales porque no quiere “pasar por el aro” o la “humillación” de tener que expresar un rechazo a la violencia gratis total. Para eso, según aseguran en privado los dirigentes socialistas y peneuvistas que hablan con estos representantes de la “izquierda abertzale”, ya tienen la marca electoral del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) o la posibilidad de presentarse a través de las agrupaciones electorales. No van a pronunciar condena o rechazo alguno, a pesar de lo fácil que se lo ha puesto el Gobierno en las últimas semanas.
El mundo de ETA/Batasuna está totalmente encastillado en sus posiciones y aparecen por primera vez en estos ocho meses de alto el fuego permanente las primeras declaraciones pesimistas por parte del Gobierno. José Blanco ha admitido que la sociedad española puede tener “dudas justificadas” ante el proceso y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado ante la Ejecutiva del PSOE que “ya dijimos que esto no iba a ser fácil”, en un balance bastante negativo de la situación.
Los discursos han cambiado radicalmente. En primer lugar, el de ETA. Nada tiene que ver su primer comunicado con el anuncio, al último. También el del mundo de Batasuna, con amenazas que se incrementan día a día. Y la gran novedad es el giro que parece haber tomado el mensaje del Gobierno. Es como si todo el mundo se estuviera preparando para lo peor: la ruptura del alto el fuego.
Ahora falta por comprobar cómo va a actuar el Partido Popular. Esta semana el secretario general, Ángel Acebes, ha presentado un “Decálogo para un nuevo consenso” con diez condiciones bastantes razonables para volver a apoyar a Zapatero.
Si se rompe este mal llamado proceso del paz, si el Gobierno se planta en la partida que empezó en solitario con ETA, con la correspondiente autocrítica, al menos interna, por los errores cometidos, el principal partido de la oposición deberá tenderle una mano y no hacer leña del árbol caído.
Para ello, el presidente Zapatero, que lleva un año empleándose personalmente a fondo con este asunto, tendría que empezar de nuevo a reconstruir el consenso frente a ETA, empezando por su propio partido, también con el PP, con las víctimas del terrorismo y casi con la mayoría de la sociedad española.
No estaría de más una nueva reunión con el líder del PP, Mariano Rajoy, para transmitir a la sociedad española algo tan básico y vital como es la unidad frente al terrorismo. Porque uno de los mayores errores que debe rectificar el presidente es su huida en solitario al encuentro con ETA. También convendría una vuelta al Pacto Antiterrorista y el compromiso de no volver a llevar a Europa o a ningún otro foro internacional el debate del supuesto proceso de paz.
La sociedad española también está esperando del PP una altura de miras y no que “pase por el cuchillo” al Ejecutivo por su aventura con los terroristas. La mano tendida debería ser sincera porque si los principales partidos tras la vuelta de la violencia, que cada día parece más evidente, siguen divididos, la banda terrorista ETA volverá a ser la ganadora. El Ejecutivo debe rectificar y Mariano Rajoy, favorecer el consenso porque hay muchos dentro del partido que quieren pasar factura al Gobierno con este asunto hasta las próximas elecciones generales.
Raquel Martín
Páginas digital, 14 de noviembre de 2006
0 comentarios