El genocidio armenio
El genocidio armenio
Es inadmisible que hoy día se niegue la existencia histórica del genocidio armenio. Por ello, las excusas en las que se ampara Ayhan Tonca, en su entrevista publicada el día 21 de noviembre en este diario, son una sucesión de insultos.
Alegar que murieron armenios, kurdos y turcos simplemente a resultas de la gran guerra, es un insulto a la memoria del millón de mujeres, ancianos y niños asesinados por hambre, sed, cuchillo y balas… cuando no violados y torturados. (Y sus hombres fusilados o explotados hasta la muerte por un ejército turco que les enroló a la fuerza y cuyos herederos se obstinan en negar e impedir se reconozca lo evidente)*.
Pretender que aquellos crímenes contra la humanidad no fueron un genocidio, argumentando que no llegaron a ser juzgados por un tribunal internacional, es un insulto a la inteligencia. El genocidio armenio se inició en 1915, de modo que la legislación de Naciones Unidas contra el genocidio no se pudo aplicar en su día. No pudo existir un Nuremberg contra los “Jóvenes turcos”, lamentablemente. Pero negar lo que historiadores, diplomáticos, militares alemanes (entonces aliados de Turquía), supervivientes, decenas de informes y cientos de fotografías evidencian, ya es demagogia y cinismo criminal.
En Francia, a iniciativa de la oposición socialista, se aprobó el pasado 12 de octubre en su Parlamento una propuesta que penaliza la negación de este genocidio. Y este exparlamentario holandés reconoce que una iniciativa análoga, en cierto modo, fue también aprobada por socialistas y democristianos en su país. ¿Y en España? ¿No somos Europa?
Déjese de fáciles y cobardes victimismos. Usted y los millones de musulmanes que viven en Europa disfrutan de muchas más libertades que en sus países de origen. Recuerde el caso del Premio Nobel de Literatura 2006, el turco Orhan Pamuk, quien a causa de su crítica al negacionismo nacionalista turco se tuvo que exiliar al extranjero en 2005.
Negar el genocidio armenio debiera estar equiparado, a todos los efectos, a la negación del Holocausto.
* Líneas de la carta no publicadas en el diario.
Fernando José Vaquero Oroquieta
El País, ediciones digital e impresa, (cartas al director), 29 de noviembre de 2006
Artículo que se cita.
Entrevista a Ayhan Tonca: "Hay mucho miedo al islam en el país"
"Desde el 11-S, los políticos hablan de los musulmanes de manera negativa"
Pregunta. ¿Por qué niega el genocidio armenio?
Respuesta. Yo sostengo que murió gente; que murieron turcos, kurdos y armenios, porque eran tiempos de guerra, pero no se puede hablar de genocidio porque no ha habido un tribunal internacional que lo haya probado. No ha habido un Núremberg. No es a los políticos a los que nos corresponde determinar si hubo genocidio o no.
P. ¿Cómo interpreta su expulsión del CDA, la democracia cristiana en el poder?
R. Todos los partidos en el Congreso aprobaron una resolución por la que pedirían a Ankara el reconocimiento del genocidio armenio con vistas a la entrada de Turquía en la Unión Europea. Yo no creo que eso deba ser un requisito de ingreso en la Unión, los criterios deben ser económicos y de reformas políticas. Un compañero del CDA y yo nos negamos a aceptar una declaración que reconocía el genocidio armenio. Fue entonces cuando expulsaron a un compañero socialdemócrata (PvDA) por el mismo motivo. En nuestro partido nos dijeron que o aceptábamos o deberíamos irnos del partido. No aceptamos y nos sacaron de las listas.
P. Como presidente del DMO, ¿qué piensa de la reciente propuesta para prohibir el uso del burka en lugares públicos?
R. En Holanda no llegan al centenar las mujeres que llevan burka. ¿Hasta qué punto eso es un problema? Es una medida electoralista, quieren enviar un mensaje de dureza hacia la comunidad musulmana.
P. ¿Cuáles son los principales problemas de integración a los que se enfrentan los musulmanes en Holanda?
R. En los cuatro últimos años, y a raíz del 11-S, se ha producido una segregación de musulmanes y no musulmanes, porque los políticos empezaron a hablar de los musulmanes de una manera negativa. Hemos ido marcha atrás. Los jóvenes me dicen que ya no se sienten bien en este país, que les hacen responsables de todo lo que hacen los musulmanes en el mundo y nos obligan continuamente a pedir perdón por ello. Los partidos mayoritarios se han hecho con las ideas de la extrema derecha. Ahora sólo miran la película desde un lado. Dicen que la minoría debe adaptarse a la mayoría, pero yo creo que si queremos vivir juntos, ellos también tienen que aceptar el islam y sus características.
P. ¿Qué es lo que no aceptan?
R. En Holanda hay mucho miedo al islam. Hay gente que ha nacido aquí, que tienen trabajo, y sólo les ven como musulmanes. Yo mismo participo en esta sociedad más que la mayoría de los holandeses. Yo no tengo problemas con ellos, pero ellos sí conmigo. Si no trabajamos juntos, terminaremos como en Francia, con violencia en las calles.
ANA CARBAJOSA - Apeldoorn
El País, 21 de noviembre de 2006
0 comentarios