Jürgen Habermas, pensador icono de la izquierda, reivindica el valor de la religión
Según el filósofo, permite regenerar "la conciencia de compromiso" en un mundo en que la moral desaparece bajo el poder económico.
Jürgen Habermas (Dusseldorf, 1929) es uno de los herederos de la escuela de Frankfurt, una voz crítica con el capitalismo y con la sociedad de comunicación de masas que lo envuelve. Citado y leído desde distintos ámbitos de izquierda, fuente de crítica razonada contra lo establecido, él elaboró el concepto de "esfera pública", una red social de opiniones previa a la "opinión pública". También es autor del concepto de "patriotismo constitucional", que ha tenido predicamento en España.
Autor de libros como Teoría de la acción comunicativa, Historia crítica de la opinión pública o Más allá del Estado nacional, llamó la atención su debate con Peter Sloterdijk: para Habermas, la selección genética para mejorar la raza humana es una idea cercana al pensamiento nazi. También llamó la atención su diálogo de 2004 con el entonces cardenal Joseph Ratzinger sobre los Fundamentos morales prepolíticos del Estado liberal.
Ahora, publica en España Entre naturalismo y religión (Paidós), una selección de escritos en los que defiende la aportación de la religión para corregir los fallos de la Ilustración y una "modernidad descarrilada". Con este motivo, publica La Vanguardia (26-11-06) una entrevista que le hace Justo Barranco. Y casi toda ella insiste en el papel de la religión, fuente de compromiso y responsabilidad en una sociedad en que desaparece el respeto a toda regulación moral y legal, y el sentido de justicia.
La religión a principios del s.XXI
Para Habermas, la caída del sha en Persia y la fundación de la República Islámica en Irán ya anunciaban que la religión tendría un papel político. Lo que no era tan fácil de prever era "el éxito de la alianza entre evangélicos y católicos de EE. UU., orquestada con muchísima antelación, que posibilitó en un primer momento la victoria de Bush. Era difícil prever que ese trasfondo político acabaría por conferirle un nuevo interés también a la Iglesia católica, y quizá incluso cierta renovación a la religión en general". Junto con el crecimiento evangélico en Sudamérica y Asia expresa la vitalidad de la religión. Respecto a "la gran fuerza hacia el mal uso de la religión como arma política", señala los atentados suicidas en Israel, el 11-S y el 11-M.
Escéptico con la modernización
"Me he vuelto escéptico en relación con una modernización que amenaza con perder su propia base normativa en el derecho y la moral", dice Habermas.
"Piense en el cálculo económico, que invade la justicia y que socava el derecho penal. Piense en los ejemplos de la privatización de la guerra, de la administración de prisiones, del suministro de energía y del sistema sanitario. El Estado deja elementos clave de la protección del bien público en manos del mercado. En todas partes, las regulaciones normativas, así como las legislativas y las morales, están desapareciendo y son sustituidas por cálculos de beneficios."
No sólo la moral es sustituida por intereses económicos. Además, los Gobiernos desprecian el derecho internacional.
"Desde que el Gobierno estadounidense ya no respeta el derecho internacional ni a la ONU y practica una obvia política de doble rasero, aumentan cada vez más el número de estados que siguen este ejemplo y se aplican en la búsqueda sin escrúpulos de sus propios intereses nacionales".
Buscando alternativas: la fuerza moral de la religión
"Conviene echar mano con cautela de todos los recursos que permiten la regeneración de la conciencia del compromiso. Y la religión ocupa un lugar preeminente en esta cuestión."
"A lo largo de los siglos, en la vida moral de las comunidades religiosas no sólo se han ido formando y se han conservado prácticas de respeto, cuidados y ayuda mutuos. Sobre la base de una vida estabilizada litúrgicamente en las parroquias se ha creado también una larga tradición de interpretación y comprensión intelectual de los textos sagrados. De este modo, las sutiles experiencias en las relaciones con los demás y los sentimientos morales encuentran una expresión articulada."
"En Occidente se ha producido una simbiosis entre cristianismo y metafísica que explica por qué incluso la razón secularizada del pensamiento posmetafísico moderno se alimenta de ese legado. Y se alimenta especialmente cuando se habla de las condiciones de una "vida no malograda". Muchos conceptos filosóficos básicos, como autonomía y responsabilidad,individualidad y dignidad humana,han acogido con discreción en su seno un potencial de significado religioso y han nutrido en cierto sentido a un público general de creyentes, no creyentes y adeptos de otras creencias.
La Ilustración está estrecha de miras
Lo que Habermas dice acerca de la Ilustración y la religión puede poner nervioso a más de un racionalista y sin duda a muchos materialistas:
"En un diálogo con tradiciones religiosas experimentadas y ricas, manteniendo una actitud receptiva, la Ilustración puede percatarse de su propia estrechez de miras. Una razón limitada como la nuestra - y no conocemos ninguna otra- debería ser consciente de sus límites. Pero, si intentara encontrar su propio fundamento en el otro - en la fe-, la razón se dejaría de lado a sí misma."
"Creo que las grandes religiones del mundo, que nacieron al mismo tiempo que la filosofía griega, pertenecen, igual que ésta, a la genealogía de la razón. Y la razón moderna, o posmetafísica, no acabará de comprenderse a sí misma hasta que no entienda su relación con la religión como un aspecto de la mente que, no obstante, le es ajeno o queda fuera de ella."
Sí al derecho secular, no a la ideología secularizadora
"Defiendo los fundamentos seculares de los estados liberales. El poder estatal debe seguir siendo ideológicamente neutral y debe legitimarse mediante consideraciones seculares regidas por la razón. La soberanía del pueblo y los derechos humanos son las fuentes seculares de la legitimación de los estados constitucionales regida por la razón. No critico el derecho natural completamente secular, sino la ideología secularizadora que niega por principio a la religión la posibilidad de contener parte de razón."
La justicia y ética judeocristiana, esencial en nuestra cultura política
"En los estados miembros de la Unión Europea viven en la actualidad tantos ciudadanos no cristianos que sería inaceptable fundamentar el orden político sobre valores cristianos. Naturalmente, la contribución histórica que la moral de la justicia judía y la ética del amor cristiana han aportado, sin duda, a la formación del individualismo moderno y del universalismo igualitario puede y debe intervenir en la autognosis política de los ciudadanos europeos. Para los europeos, se trata de un componente esencial de nuestra cultura política común."
Sí al velo: que se adapten los nativos
"No basta con exigir a los inmigrantes que aprendan la lengua y que se adapten a la cultura del país de llegada. También los ciudadanos autóctonos deben ampliar sus horizontes para aprender a comprender las formas de vida culturales de sus nuevos compatriotas. Hoy los hijos de padres turcos que emigraron a Alemania para trabajar transforman literariamente sus ambivalentes experiencias en forma de novelas. Sin embargo, con ello no sólo enriquecen la literatura alemana. A medida que los poros compactos de nuestra cultura nacional se van abriendo, lo mismo sucede con la vida cotidiana. Para combatir el odio y la violencia debemos introducir las reglas del Estado de derecho, con aplomo pero sin imposiciones. Entre esas reglas está la igualdad de derechos entre hombre y mujer, así como la pertinencia de las ciencias institucionalizadas en el saber secular. Sin embargo, el uso del velo en las calles y en los puestos de trabajo europeos es también un símbolo legítimo de la imagen personal pública de una cultura minoritaria muy marcada por su religión."
Habermas dialoga con su compatriota y colega universitario, Joseph Ratzinger
Jürgen Habermas se muestra optimista con el Islam, y piensa que evolucionará hacia la democracia y los derechos humanos. A la alianza de civilizaciones "sólo cabe desearle éxito", dice.
Resulta muy interesante que un icono vivo de la izquierda europea, una voz crítica con el liberalismo economicista, recupere con tanta insistencia el papel de la religión para Occidente, y más en concreto la capacidad del cristianismo para activar a la persona en la construcción de la justicia. Curiosamente,
Un blog anti-liberal (y bastante anticlerical) toma fragmentos de la entrevista, ¡pero omite todos los elogios de Habermas a la religión!:
http://periodismoincendiario.blogspot.com/2006/11/el-clculo-econmico-sustituye-la-moral.html
La entrevista completa:
http://www.filosofia-internet.net/portal/modules.php?name=News&file=article&sid=372
Algunas razones por las que el pensamiento judeocristiano fomenta la justicia y la "regeneración de la conciencia de compromiso" frente al hedonismo y el cálculo económico:
-Dios ama la justicia y el derecho (Salmo 33.5).
-La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono, Señor; la misericordia y la verdad van delante de ti (Salmo 89.14)
-He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia (Salmo 119.40).
-Preservad el derecho y haced justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para ser revelada (Isaías 56.1).
-Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados (Mateo 5.6).
-El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14.17).
-Un hombre rico obtuvo una gran cosecha. [...] "Ya tienes los bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida”. Pero Dios le dijo: “¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?” Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios». (Lucas 12, 17-21)
Forum Libertas, 4 de diciembre de 2006
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