La causa de las víctimas vuelve a movilizar a miles de personas para que De Juana cumpla su condena

La causa de la justicia con las víctimas de ETA ha vuelto a atraer a miles de personas a las calles de Madrid. Por octava ocasión, una muchedumbre se ha congregado en el centro de la capital para pedir, esta vez, el cumplimiento íntegro de la pena de cárcel de Ignacio de Juana. "Las víctimas somos incansables", dijo Teresa Jiménez Becerril. Han vuelto a ondear miles de banderas españolas y el himno nacional ha cerrado la concentración, como ocurriera en la manifestación del pasado 3 de febrero. El PSOE ha intentado, sin éxito, neutralizar la convocatoria y el portavoz del presidente, Fernando Moraleda, ha respondido con nuevos ataques al PP.

Los primeros en acudir al lugar de la concentración fueron el secretario general del PP, Ángel Acebes, la presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, el portavoz de Justicia del PP Ignacio Astarloa y otros diputados populares como Ana Pastor.

Las estimaciones de participación vuelven a diferir, de una a otra. La Delegación del Gobierno ha calculado que hubo 78.559 manifestantes en la Plaza de Colón, mientras que la Comunidad de Madrid sostiene que fueron 110.000.

El líder del PP, Mariano Rajoy, no ha ido porque tenía previsto acudir al funeral por la soldado Idoia Rodríguez. Diversas asociaciones, como el Foro de Ermua, Peones Negros o La Rosa Blanca, y los sindicatos policiales CEP y SUP se han sumado a esta protesta.

 

A la llegada a la Plaza de Colón, miembros de la AVT repartían pancartas en las que se podía leer en letras azules sobre un fondo blanco "Memoria, Dignidad y Justicia", y bajo esta frase la bandera de España, además se podía escuchar: "sí, sí, sí. Otra vez aquí". Otros carteles preguntaban "Zapatero. ¿Quién está detrás del 11-M?", o indicaban "Por la libertad exigimos Justicia", "Cumplimiento íntegro de penas" o "En mi nombre no negocies con asesinos-ETA".

Minuto de silencio por las víctimas de De Juana

La concentración comenzó con la intervención de la actriz María Quintanar, tras la cual los asistentes guardaron un minuto de silencio en memoria de las 25 víctimas mortales del preso de ETA Iñaki de Juana Chaos, que fue roto al grito de "España". A continuación, han comenzado con sus discursos tres víctimas del terrorismo, dos de ellas de De Juana. El primero en intervenir ha sido Manuel González Bermúdez, ex guardia civil herido en el atentado perpetrado por ETA en la Plaza de la República Dominicana de Madrid en 1986.

González expresó su "tristeza y malestar" por la ausencia de miembros del Gobierno en la concentración. "Pienso que ellos deberían estar en primera fila y supone una gran ofensa a las víctimas", añadió, mientras era interrumpido por los asistentes al acto con gritos de "no estáis solos".

 

La otra víctima de De Juana, Gerardo Puente, relató cómo fue el atentado en el que resultó herido y, a continuación, los organizadores encendieron un pebetero en memoria de los fallecidos mientras se escuchaba el himno militar de homenaje a los caídos "La muerte no es el final", coreado por los asistentes.

 

También intervino en el acto Toñi Santiago, la madre de Silvia Martínez, la niña de seis años asesinada por ETA en Santa Pola (Alicante) el 4 de agosto de 2002, al estallar un coche-bomba junto al cuartel de la Guardia Civil de esta localidad, donde vivía con sus padres. La madre de Silvia aseguró que su presencia en el acto de hoy era para "defender la dignidad y para que se haga Justicia" con su hija, "porque quien gobierna parece que no tiene la suficiente valentía para hacerlo".

 

La mujer llamó "cobarde y ruin" al Gobierno y aseguró que el Partido Comunista de las Tierras Vascas "campa a sus anchas y parece que (el ministro de Justicia Mariano Fernández) Bermejo y su Gobierno que no se han dado cuenta". También tuvo duras palabras hacia Arnaldo Otegi, quien no condenó el atentado y se preguntó qué hacía la niña en un cuartel. La madre de la víctima ha asegurado que el batasuno nunca tendrá los principios morales que ella y su marido transmitieron a la pequeña.

 

Estaba previsto que Francisco José Alcaraz cerrara el acto con la lectura del manifiesto final. Sin embargo, desde la tribuna ha afirmado que los testimonios que se habían oído eran "más que suficientes" y ha preferido que sus palabras fueran las que cerraran el acto. El himno nacional ha sonado para culminar la protesta.

 

Libertad Digital, 24 de febrero de 2007