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Batasuna exige ahora a Zapatero que cumpla los acuerdos «firmados» con ETA

Batasuna exige ahora a Zapatero que cumpla los acuerdos «firmados» con ETA

Apenas unas horas después del sainete vivido en la Audiencia Nacional, con Arnaldo Otegi libre después de que la Fiscalía retirara su acusación tras su burla al Tribunal, Batasuna daba otra vuelta de tuerca en su estrategia de presión y chantaje al Gobierno y le recordaba, a modo de exigencia, los «compromisos» que «firmaron» representantes del Gobierno de Zapatero con ETA. Estos acuerdos, como ha venido informando ABC, dieron lugar al «alto el fuego permanente» que ETA declaró el 22 de marzo de 2006.

Al cumplirse un año de la declaración de una tregua que nunca se llevó a cabo, Batasuna, ayer a través de Pernando Barrena, recordó al Gobierno esos «compromisos firmados» que no termina de cumplir, confirmando así algo que el Gobierno niega: que el alto el fuego es fruto de un pacto previo con los terroristas que incluye como materia de negociación asuntos vitales para el Estado en mesas ajenas a las instituciones.

Como ha venido informando ABC en los últimos meses, esos acuerdos se fraguaron en varias reuniones que pilotaban, por parte del Gobierno, Jesús Eguiguren, presidente del PSE, y el terrorista prófugo José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, «Josu Ternera». Al menos mantuvieron cuatro reuniones, dos en Ginebra (Suiza) y dos en Oslo (Noruega), en los meses previos al alto el fuego de marzo de 2006.

Un papel en una caja fuerte

De esas reuniones, que Zapatero auspiciaba políticamente y de las que estaba puntualmente informado, salió un compromiso que debía ser aplicado tras la tregua. Ese acuerdo se halla firmado en una caja fuerte de la Fundación Henri Dunant, en Ginebra, que ejerce de anfitriona y mediadora en los contactos que aún se producen. Batasuna ya ha amenazado en una ocasión con hacer públicos esos acuerdos como medida de presión extrema al Gobierno.

Los «compromisos» recogen las demandas históricas de ETA: incluir la autodeterminación (ahora llamada «derecho a decidir») en un nuevo marco político (Estatuto) negociado en una «mesa de partidos» ajena a las instituciones del Estado; la excarcelación de los presos en un horizonte de ocho años, y la creación de un órgano común con Navarra, la vieja aspiración del nacionalismo vasco desde los años treinta. Esta fagocitación de Navarra se camuflaría con la constitución de una eurorregión que también englobaría al País Vasco francés. Por último, el acuerdo con ETA prevé la impunidad judicial para los cabecillas batasunos, gestores de este «proceso». De ahí caben entenderse determinadas actitudes de la Fiscalía y sus radicales cambios de criterio en pocos meses. De hecho, Barrena citó entre los «incumplimientos» las actuaciones judiciales contra la «izquierda abertzale».

El cabecilla proetarra dijo que el atentado de la T-4, en el que dos personas fueron asesinadas, fue la «respuesta» a «nueve meses de incumplimientos» del Gobierno y que ya entonces Batasuna emplazó tanto a ETA como al Ejecutivo de Zapatero a «mantener los compromisos». «Sabemos quiénes fueron los agentes que firmaron ese compromiso, que acordaron esas cláusulas que hicieron posible posteriormente ese alto el fuego y quisiéramos hacer un llamamiento a que esos compromisos se cumplan» para hacer «viable» el «proceso de resolución», dijo Barrena.

En las elecciones

El dirigente de la coalición ilegalizada afirmó no tener «ninguna duda» de que Batasuna «va a estar en las elecciones de mayo» y consideró que el que no fuera así «diría muchísimo sobre las intenciones reales del Gobierno en cuanto a la viabilidad del proceso de resolución».

Barrena señaló asimismo que el Gobierno ha pretendido venderles como un «gesto» la retirada de la acusación fiscal contra Otegi, como, en su opinión, hizo en el caso de De Juana. Según la coalición ilegal, el PSOE «ataca» primero a la «izquierda abertzale» y luego «abandona el ataque, mostrándolo como un gesto».

Barrena fue taxativo al exigir al Gobierno qué «compromisos tienen que verse escrupulosamente respetados en los términos en los que se acordaron». Al ser preguntado sobre si tiene conocimiento de que esos compromisos fueron literalmente «firmados», el dirigente proetarra respondió que se refiere a los «compromisos que fueron hechos públicos» a través de los medios de comunicación. En cualquier caso, Barrena se remitió al momento político actual para pedir «a todos los agentes políticos que tienen que ver con el devenir de este conflicto político a que adopten las medidas y las decisiones necesarias» para hacer «viable el proceso» y confirmar el «diálogo político».

«Tercera negociación»

Marije Fullaondo, que acompañaba a Barrera en la rueda de prensa y que es pieza clave del «complejo ETA-Batasuna» en Navarra, confesó que la «izquierda abertzale» está en estos momentos «inmersa en el tercer intento de negociación» para lograr la puesta en marcha de la mesa de partidos. Es decir, Batasuna reveló también ayer que la negociación con el Gobierno está abierta pese al atentado en la T-4 y las declaraciones solemnes del presidente del Gobierno, sus ministros y el PSOE.

En ese sentido, Pernando Barrena aseguró que todavía hay una «oportunidad histórica abierta» y que la «pelota está en el tejado de todos los agentes políticos», por lo que pidió que se dejen «debates estériles» sobre la violencia y se inicie diálogo para un acuerdo político.

 

M. LUISA G. FRANCO. BILBAO.

ABC, 23 de marzo de 2007

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