Otegi "el Foral" manda en ZP, Zapatero en Ferraz y el PSOE en España

El líder de Batasuna es portavoz de un grupo terrorista, pero concede entrevistas. Además, dicta la política del Gobierno y no renuncia a nada. El que manda, manda, y lleva la bandera.

 

Arnaldo Otegi no tiene desperdicio. Concedió el otro día, amable él, una entrevista a la agencia Reuters, y dejó bien claro quién manda aquí. Manda ETA, por supuesto, y los abertzales dominan las bandas del terreno de juego con un Zapatero reducido a títere. Al terrorista se le pueden reprochar muchas cosas, desde luego, pero no que trate de engañarnos: sus cartas están muy a la vista, sobre esa mesa que el presidente del Gobierno dice que no existe.

 

Otegi no agradece al Gobierno la decisión que le ha evitado la cárcel, aunque según el Tribunal sobraban razones para una condena. Y hace bien el batasuno: el favor se lo hace cada día él a Zapatero, y no al revés. Es Zapatero quien quiere un "proceso de paz" para conservar el poder, y la banda se limita a seguir exigiendo lo de siempre. Sólo que ahora con fundadas esperanzas de conseguirlo.

 

Además de su propia libertad, la del asesino Iñaki De Juana Chaos y ya veremos qué nos trae esta primavera, Batasuna –la izquierda abertzale, en fin- va a "hacer todo lo posible para estar en esas elecciones". Mensaje claro para Zapatero: si quieres interlocutor, sácalo de la cárcel y legalízalo aunque sea por la puerta trasera. Después de lo visto, ¿alguien duda de la autoridad de Otegi sobre el Gobierno del PSOE?

 

Junto a la autoridad, la fuerza: "El Estado no tiene solución militar para acabar con ETA" –una afirmación no demostrada e improbable, pero no va a ser Zapatero quien la verifique- y la violencia de ETA está justificada según Otegi, pues "no tenemos ahora mismo la voluntad de intentar hacer algún tipo de juego semántico".

 

Otegi, un hombre seguro de sí mismo: "En las próximas semanas si existe voluntad política va a ser posible restablecer este proceso". Traducido a castellano, antes español, esto quiere decir que si Zapatero se porta bien –y si a las excarcelaciones se unen la presentación de candidaturas y la legalización de hecho- habrá "proceso".

 

El PSOE no es un obstáculo, sino un instrumento de este proceso. Si el líder etarra habla de soluciones militares y de acciones de guerra el PSOE instruye a sus candidatos contra el PP, ya que, según el equipo de Pepiño Blanco, esta "elección hay que diseñarla como una batalla". Y éstos son los que reparten sambenitos de guerracivilismo, y los asignan precisamente a quienes quieren impedir la confrontación, es decir el PP, UPN, los navarros y muchos millones de españoles de todas las provincias e ideas. Pues qué quieren que les diga: puestos a elegir, me quedo con Otegi, que es un enemigo de la nación y la libertad, pero que no es un hipócrita de sacristía laica.

 

Pascual Tamburri

El Semanal Digital, 26 de marzo de 2007