El PSE transmite al Gobierno su deseo de que ANV participe en las elecciones
El fiscal general pedirá al Supremo la anulación de las listas del partido en las que vayan candidatos relevantes procedentes de Batasuna
El 'núcleo duro' del PSE ha transmitido en los últimos días a través de canales privados al Gobierno central su deseo de que ANV pueda finalmente presentar candidaturas a las próximas elecciones forales y municipales del 27 de mayo, aun cuando se trate de una decisión que tendrá que adoptar el Tribunal Supremo. Esta pretensión, sin embargo, tropieza con la posición más dura, cada vez más instalada en la dirección federal del PSOE y en los ámbitos más sensibles del Ejecutivo central.
Los dirigentes del PSE partidarios de no cerrar todos los canales de comunicación con la izquierda abertzale son conscientes de que, ante las elecciones de mayo, el Ejecutivo central no tiene apenas margen de maniobra después del atentado de Barajas, de la posición de la izquierda abertzale de no desmarcarse de la violencia y de la última entrevista de ETA, que mantiene las amenazas y no recoge ninguna voluntad de abandono de las armas.
Sin embargo, pese a todo, desde el PSE se realizan en los últimos días movimientos discretos a favor de que la izquierda abertzale pudiera tener un resquicio legal para participar en los comicios. Los secretarios generales del PSE de Gipúzcoa y Vizcaya, Miguel Buen y José Antonio Pastor respectivamente, mostraron ayer una posición matizada a favor de una interpretación equilibrada de la Ley de Partidos dentro del máximo respeto a la decisión de los jueces. La tesis del PSE es que ANV es una formación histórica que rechaza la violencia en sus estatutos. En ámbitos del PSE se cree que proceder a una ilegalización de ANV por sus aparentes conexiones con Batasuna puede ser un ejercicio muy complicado desde el punto de vista judicial, pero desde el prisma político tampoco beneficia a los sectores más posibilistas de la izquierda abertzale.
Además, el 'núcleo duro' del PSE admite que dejar fuera de juego la expectativa de ANV tendría efectos en la relación de fuerzas en la izquierda abertzale y podría alimentar a la línea más radicalizada en el mundo de ETA, favorable a una vuelta a los atentados y a una ruptura explícita de la declaración de alto el fuego.
Las hipótesis que se barajan en el PSE parten de la convicción de que el Supremo terminará por ilegalizar a Abertzale Sozialisten Batasuna por incumplir la Ley de Partidos y procederá a anular gran parte de las candidaturas de las plataformas con estas siglas. El escenario que se abriría entonces pasa por examinar una a una las listas de ANV para averiguar si hay una presencia masiva de candidatos procedentes de Batasuna y si éstos son importantes. La sentencia del Constitucional sobre Aukera Guztiak estableció que para que se aplicase la anulación de las listas los candidatos procedentes de Batasuna debían ser más de dos por lista y haber ocupado en su momento responsabilidades relevantes.
190 candidaturas
El Ministerio de Interior, en un examen preliminar de las candidaturas de ANV -entre 186 y 188 en los tres territorios vascos, según Europa Press-, no ha apreciado nombres significados de Batasuna en sus listas, con la excepción de una en Navarra. Aunque los servicios jurídicos están analizando tanto la posibilidad de actuar contra el partido como la de ir lista por lista, Interior parece inclinarse por esta segunda opción.
En este sentido, Buen defendió ayer que «si hay duda» acerca de ANV y de las plataformas se debe permitir que vayan a los comicios, ya que sólo deben ser ilegalizados «si la cosa está muy clara». Buen dijo que, en caso de duda, se debe aplicar «el principio de preservación del derecho».
A su vez, Pastor consideró necesario «combinar el escrupuloso respeto y aplicación» de la Ley de Partidos a las listas presentadas por ANV con el hecho de que es un partido «registrado como tal», «perfectamente legal» y que tiene una mención expresa de rechazo a la violencia en sus estatutos.
Entre los últimos informes sobre ANV que ayer llegaron al Gobierno y al juez Garzón, que instruye la causa penal contra Batasuna, figura uno de la Unidad Central de Información de la Policía que insiste en los vínculos con la formación ilegalizada.
El informe, de diez páginas y varios anexos, relata que este partido se separó formalmente de Herri Batasuna entre 2001 y 2002, durante el proceso fundacional de Batasuna, y los militantes de ANV rechazaron la integración porque la organización ahora ilegal acordó no admitir a otros partidos en su seno, sólo corrientes políticas.
Los analistas policiales aseguran que, a pesar de ese supuesto alejamiento y de que ANV desde hace tres décadas no concurre a las elecciones, pidió el voto primero para Batasuna y, tras su ilegalización, para EHAK en las elecciones autonómicas de 2005. El dossier reconoce que los responsables de ANV llevan cinco años insistiendo en su «independencia» con respecto a Batasuna, y aporta documentos internos del partido y entrevistas que defienden esa tesis y que ANV sólo se identifica como un movimiento dentro de la izquierda abertzale.
Mientras tanto, el Gobierno y la Fiscalía preparan ya sus alegatos para pedir al Supremo la anulación de las listas electorales de ANV por su vinculación con Batasuna. La Abogacía del Estado y el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan José Martín-Casallo, esperan los informes finales de la Policía y Guardia Civil sobre los candidatos con vínculos probados con la coalición para, a partir del 2 de mayo, dejar en manos de la sala especial que ilegalizó a Batasuna la decisión de si la 'contaminación' de decenas de candidatos es argumento suficiente para impedir su presencia.
Fuentes gubernamentales sostienen que estos datos son «pruebas indiciarias» que sólo serán útiles para dejar fuera de los comicios a las listas auspiciadas por ANV si esos indicios se completan con las cifras del grado de 'contaminación' de cada una de esas candidaturas.
ALBERTO SURIO/SAN SEBASTIÁN
El Correo, 25 de abril de 2007
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