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Turquía: El cristianismo bajo amenaza

Turquía: El cristianismo bajo amenaza Continúan los asesinatos y la persecución

ROMA, viernes, 11 mayo 2007 (ZENIT.org).- Continúa derramándose la sangre de los mártires en Turquía. El 18 de abril el asesinato de dos turcos y un alemán en una editorial cristiana en Malatya, en el este de Turquía, ha vuelto a despertar la preocupación por el destino de los cristianos en el país. Las tres víctimas fueron encontradas atadas de manos y piernas y con sus gargantas cortadas.

 

Los tres hombres trabajaban en la editorial Zirve, que había sido ya antes objeto de protestas por distribuir biblias y proselitismo, informaba el Times de Londres el 19 de abril.

 

El mismo día la BBC informó de que fueron arrestadas 10 personas relacionadas con los asesinatos. La BBC añadió que muchos comentaristas observaron la similitud de estos actos con el asesinato el año pasado de un sacerdote católico por un pistolero adolescente y los disparos a un periodista armenio, también cristiano, en enero. En todos los casos los asesinos eran jóvenes, aparentemente islamistas ultra-nacionalistas.

 

El ministro de asuntos exteriores turco, Abdullah Gul, declaró, según la BBC, que los asesinatos eran «un ataque contra la estabilidad, la paz y la tradición de tolerancia de Turquía».

 

En febrero, el vicario del Papa para la diócesis de Roma, el cardenal Camillo Ruini, visitó Turquía para conmemorar el aniversario del asesinato del padre Andrea Santoro. El misionero italiano fue asesinado por disparos el 5 de febrero de 2006 en la Iglesia Católica de Santa María en Trabzon, en el noreste de Turquía.

 

El cardenal Ruini, durante su homilía el 5 de febrero en la iglesia donde el sacerdote había sido asesinado, dijo: «Hemos venido a ayudar a promover la paz entre los pueblos y las religiones, el respeto por las creencias de cada persona y el amor al hermano y hermana presente en cada persona humana creada a imagen y semejanza de Dios», informaba el mismo día la agencia de noticias Fides.

 

«Hemos venido a promover la libertad religiosa en cualquier parte del mundo, y a pedir a Dios que ilumine todas las mentes y corazones para comprender que sólo se puede adorar verdaderamente a Dios en libertad y amor al prójimo», añadía el cardenal.

 

Extremistas islámicos

Malatya, como Trabzon, es una plaza fuerte islámica, observaba Mechthild Brockamp el 19 de abril en un comentario publicado por la agencia alemana Deutsche Welle. Observaba que el periodista Hrant Dink también fue asesinado en Malatya a principios de este año, y subrayaba el elemento islámico en los disparos al padre Santoro, que tuvo lugar durante las enfebrecidas protestas contra las caricaturas de Mahoma.

 

Cada vez que ocurren estos ataques, las autoridades las califican de caso excepcional, afirmaba Brockamp. Pero el número de tales casos significa que se trata más de un patrón que de una excepción, observaba. Brockamp invitaba al gobierno a resolver el tema subyacente de la libertad religiosa y a asegurar que la minoría cristiana es capaz de practicar su fe sin poner en riesgo su vida.

 

Estos sentimientos son compartidos por la revista alemana Der Spiegel, en un artículo publicado en su página web el 23 de abril. Los últimos asesinatos revelan un problema profundamente arraigado, sostenía la revista. El artículo citaba a Ertugrul Ozkok, editor jefe del principal diario laico turco, Hurriyet, que observaba que en Alemania, los turcos que allí residen han abierto más de 3.000 mezquitas. Preguntaba en un editorial: «Si en nuestro país no podemos soporta unas cuantas iglesias y un puñado de misioneros, ¿dónde está nuestra civilización?».

 

Un artículo publicado el 25 de abril por el Christian Science Monitor citaba a los misioneros cristianos en Turquía que afirman que ahora tienen más libertad para realizar su labor debido a las reformas decretadas como parte del intento del país de entrar en la Unión Europea. Al mismo tiempo se han vuelto más frecuentes los ataques violentos contra objetivos cristianos.

 

El año pasado, indicaba el artículo, fueron bombardeadas algunas iglesias evangélicas, y un líder de una iglesia protestante en la ciudad de Adana fue golpeado con dureza por un grupo de asaltantes.

 

El reportaje también opinaba que, mientras hay una dimensión religiosa en los últimos asesinatos de cristianos, algunos expertos también los atribuyen a la influencia del nacionalismo extremista y a la xenofobia antioccidental que están aumentando en Turquía.

 

Sin embargo, otros reportajes de noticias atestiguan las considerables dificultades a las que se enfrentan los cristianos cuando intentan practicar su fe. Tanto los cristianos como los intelectuales son objetivos frecuentes de actuaciones legales según el artículo 301 del código penal. El artículo permite que se acuse a personas por denigrar la «identidad turca», explicaba un reportaje de Compass Direct News el pasado 27 de noviembre.

 

Compass Direct es un servicio de noticias cristiano con sede en California, que informa sobre persecución religiosa. El reportaje presentaba el caso de Hakan Tastan y Tural Topal, que se presento el 23 de noviembre ante el tribunal penal de Silivri, en el noroeste de Turquía.

 

Como musulmanes convertidos al cristianismo, fueron acusados no sólo de denigrar la identidad turca, sino también vilipendiar al Islam. «No usamos la fuerza para hablar a alguien sobre el cristianismo», declaró Tastan a los medios reunidos fuera del tribunal según Compass Direct. «Pero somos cristianos, y si el Señor lo permite, continuaremos proclamando esto», añadió.

 

Cristianos comparados con terroristas

Compass Direct también informó de que el abogado Kemal Kerincsiz, que intervino por parte de la acusación, es conocido por sus actuaciones contra intelectuales utilizando el artículo 301. «Los misioneros cristianos trabajando casi como grupos terroristas son capaces de entrar en los institutos y entre los estudiantes de primaria», declaró Kerincsiz a los reporteros. El juicio contra los dos cristianos todavía está en marcha.

 

Un artículo del Boston Globe el pasado 9 de diciembre informaba de otras dificultades. El periódico se refería a las dificultades a las que tiene que hacer frente el metropolita Apostolos, obispo ortodoxo griego.

 

En 1971, el gobierno cerró el seminario teológico de Halki en Heybeliada, una isla en el mar de Marmara. El seminario ha preparado generaciones de líderes ortodoxos, pero las autoridades lo cerraron, junto con otros colegios privados. Entre tanto, la comunidad ortodoxa griega de Turquía ha descendido, de 180.000 en 1923, a 3.000 fieles.

 

En general, reconocía el Boston Globe, las minorías religiosas de Turquía, que incluyen cerca de 68.000 ortodoxos armenios, 20.000 católicos, 23.000 judíos, y 3.000 ortodoxos griegos, se enfrentan a numerosas restricciones legales.

 

Los católicos, por ejemplo, encuentran enormes dificultades cuando se trata de obtener derechos legales sobre la propiedad y permisos de trabajo para el clero y las monjas, explicaba Otmar Oehring, en un artículo el 18 de enero para el servicio de noticias Forum 18. Esta agencia con sede en Noruega informa de temas relacionados con la libertad religiosa.

 

Los lugares de culto de las comunidades minoritarias que se permiten que mantengan el reconocimiento legal de fundaciones – como los ortodoxos griegos, los armenios, los ortodoxos sirios y los judíos – son propiedad de estas fundaciones, comentaba Oehring.

 

Pero a los católicos y a los protestantes no se les permite establecer este tipo de fundaciones. En consecuencia, los títulos de propiedad indican que las congregaciones o las comunidades de la iglesia mismas poseen los edificios. Con todo, el estado suele rechazar este reconocimiento. Otros obstáculos legales incluyen problemas para abrir cuentas bancarias y publicar libros y revistas.

 

En el momento de la visita de Benedicto XVI a Turquía a finales del año pasado, según Oehring, representantes del Vaticano y funcionarios del gobierno discutieron la posibilidad de establecer un grupo mixto de trabajo para resolver los problemas de la Iglesia católica en Turquía. Sin embargo, no ha habido progresos en el tema.

 

Durante su visita, el Papa tuvo una reunión con el presidente de la dirección de asuntos religiosos del gobierno. En su discurso, el día 28 de noviembre, el Pontífice pedía un «diálogo auténtico entre cristianos y musulmanes, basado en la verdad e inspirado en un deseo sincero de conocernos mejor los unos a los otros, respetando las diferencias y reconociendo lo que tenemos en común».

 

El Papa también pidió libertad de religión, «garantizada institucionalmente y respetada efectivamente». Un llamamiento que adquiere mayor urgencia, tras los últimos ataques.

 

Por el padre John Flynn

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