Educación para la Ciudadanía a los niños del divorcio: convalidación exprés
En principio, que el Estado exija que los niños cursen una asignatura obligatoria que los instruya para ser ciudadanos es una decisión correcta si van a aprender Derechos Humanos. Que el niño deba conocer los Derechos Humanos (por ejemplo, la Convención de los Derechos del Niño) es pura coherencia. Sin embargo, en un país donde la instrucción de los niños se caracteriza por batir record de fracaso escolar, varias decenas de miles de ellos podrían enseñar Derechos Humanos a sus propios profesores, en la práctica. Están para dar clase: el dolor, “la sangre, con letra entra”. Con la letra de más de la mitad de las sentencias de divorcio en España que carecen siquiera de motivación para asignar custodio al niño. Es decir, la vulneración masiva de un derecho humano fundamental.
Muchos niños del divorcio, clásico o exprés, el colectivo creciente de niños crecientes en la orfandad psíquica de uno de sus progenitores, esos niños sin papá (o sin mamá, raramente) ¿cómo aprenden Derechos Humanos?
En el hogar es educado por el progenitor custodio con su propio ejemplo. Así, si su mamá no se comunica con su papá, el niño toma nota. Es el llamado aprendizaje vicario. A su vez, el Juez con sus sentencias también “educa” al niño. Primero, en el derecho humano fundamental a la igualdad: repartiendo el tiempo de relación del niño entre sus progenitores, un 90% para el custodio y el resto para el no custodio. En segundo lugar, el Juez “educará” al menor en su derecho humano a la dignidad y a la integridad moral cuando pese a ser objeto de manipulación por parte del custodio, de forma evidente en muchos casos, muy raramente cortará de raíz dicha situación. En tercer y último lugar, el Juez enseñará uso del lenguaje al menor, clase de lengua por el mismo precio, y “manipular” no significará influir en el menor mediante la mentira y el engaño, no, “manipular” es un verbo que el Juez no conjuga casi nunca aunque el niño lo viva casi siempre.
Después está el legislador “educador” en Derechos Humanos: con distintos tipos y penas por las mismas acciones punibles según el sexo de quién las realice; inventando la “igualdad excepcional” de la custodia compartida, con requisitos tales que impiden que lo justo sea normal; y, si se trata de niños gemelos resulta que se ha de procurar no separarlos entre sí tras el divorcio, mientras que en el Colegio los separan en distintas aulas por su propio beneficio intelectual y emocional.
También ayudan a educar en Derechos humanos a los niños del divorcio los intelectuales de la ética con influencia mediática. Así, el filósofo J.A. Marina, autor de un manual de la asignatura, en su libro La Inteligencia Fracasada dice textualmente que “un niño educado en el odio es una inteligencia dañada ”, pero omite comentar que uno de cada cuatro niños del divorcio en España son víctimas del síndrome de alienación parental, es decir, educados por el custodio para que odie al ex . Como docente, este autor, sabe del valor didáctico de un buen ejemplo cercano al alumno para ilustrar una proposición. De forma que, este maltrato infantil oculto es, además, ocultado. Por ello es nuestro deber moral afirmar que decenas de miles de niños españoles son inteligencias dañadas con la ayuda de los titulares de los poderes para su protección, con vulneración radical de sus derechos humanos.
Por último la llamada sociedad civil. Algunos colectivos de padres están ejerciendo su derecho humano fundamental a la objeción de conciencia contra la obligatoriedad de la asignatura “Educación para la Ciudadanía grácil ”, que no ofrece resistencia; pero muchos otros padres, debido a la generalización de la “ padrectomía psíquica”, a duras penas logran obtener la información sobre las calificaciones escolares de sus niños, ante la apatía y el silencio general. Silencio cómplice que permite a la sociedad aceptar como “normal” que el padre sea separado del niño por sistema, para dar ese aspecto rutinario y masivo a la separación forzosa de su papá (o de su mamá). Rutinaria y masiva tortura psicológica o trato inhumano o degradante para miles de niños que gozan de “especial” protección jurídico formal. Toma Derechos Humanos, niño, te vas a hartar.
Solicito para estos niños, los niños del divorcio criados sin papá (o sin mamá) forzosamente, la convalidación automática de la asignatura “Educación para la Ciudadanía ” porque son, a su pesar, “expertos” en la aplicación de los Derechos Humanos en España, que los deja huérfanos psíquicos en su propio “interés superior”. Y no se puede enseñar al que ya sabe. O sea, por principio, para estos niños del divorcio, la convalidación “exprés”.
Dr. Francisco J. Fernández Cabanillas. Pte.de la Asociación Nacional de Afectados del Síndrome de Alienación Parental (ANASAP), www.anasap.org
Diario Liberal, 26 de octubre de 2007
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