El Papa lanza una movilización global contra el comercio de armas. En particular, las nucleares
El Papa ha denunciado el estancamiento del proceso de no proliferación nuclear en el mensaje que a publicado este martes con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, el próximo 1 de enero.
A la «superación de los conflictos y desarme» el pontífice dedica el último pasaje de su misiva, que será motivo de reflexión para las comunidades eclesiales del mundo durante el año 2008.
El Papa constata «con pesar, un aumento del número de Estados implicados en la carrera de armamentos: incluso naciones en vías de desarrollo destinan una parte importante de su escaso producto interior para comprar armas».
«Las responsabilidades en este funesto comercio son muchas --denuncia--: están, por un lado, los países del mundo industrialmente desarrollado que obtienen importantes beneficios por la venta de armas y, por otro, están también las oligarquías dominantes en tantos países pobres que quieren reforzar su situación mediante la compra de armas cada vez más sofisticadas».
«En tiempos tan difíciles --asegura--, es verdaderamente necesaria una movilización de todas las personas de buena voluntad para llegar a acuerdos concretos con vistas a una eficaz desmilitarización, sobre todo en el campo de las armas nucleares».
En esta fase en la que el proceso de no proliferación nuclear está estancado, el sucesor de Pedro confiesa: «siento el deber de exhortar a las Autoridades a que reanuden las negociaciones con una determinación más firme de cara al desmantelamiento progresivo y concordado de las armas nucleares existentes».
Y asegura: «Soy consciente de que al renovar esta llamada me hago intérprete del deseo de cuantos comparten la preocupación por el futuro de la humanidad».
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