Es tiempo de construir, no de resistir
No hay cambio político sin un cambio cultural que saque al centro-derecha de su encastillamiento. El castillo se hace más grande, sí, pero no lo suficiente para ganar. Y no hay cambio sin un trabajo cultural que favorezca la movilidad del voto. Estamos pues en una legislatura en la que habrá que intensificar el trabajo de la sociedad civil en favor de una mentalidad crítica pero no reactiva; es tiempo de construir, no de resistir.
Zapatero puede tomar dos caminos. Uno es el de gobernar para contentar a los votantes de Izquierda Unida y Esquerra. Su política sería entonces una política contra los casi diez millones doscientos mil ciudadanos que han votado al PP. El segundo camino, el más responsable, tendría muy en cuenta que hay otra mitad de España. “Los españoles han hablado con claridad y han decido abrir una nueva etapa. Una nueva etapa sin crispación”, afirmó ayer en Ferraz. Sería una gran noticia que Zapatero hubiese decidido realmente gobernar de otro modo, dejando de lado la crispación y los esfuerzos por arrinconar a un partido que respaldan más de 10 millones de votantes. Fue muy positivo que hablase de acuerdos en asuntos de Estado. Acuerdos sobre política internacional, territorial, educativa y antiterrorista que no hemos tenido en su primera legislatura.
El problema es que su palabra tiene poca credibilidad. Pero lo que no va a hacer Zapatero sí lo puede hacer una sociedad civil responsable que se aleje de la crispación y que sepa construir espacios de libertad.
Flavio Clemente
Páginas Digital, 10 de marzo de 2008
0 comentarios