La ruta del odio reseñado por Gregorio Paz en el número 167 de la revista de pensamiento Razón Española, páginas 372 a 375.
Razón Española, fundada y dirigida por el político, pensador y diplomático, fallecido en 2002, Gonzalo Fernández de la Mora, es editada por la Fundación Balmes cuya finalidad «es contribuir -en palabras del citado- al desarrollo de una concepción del mundo: el humanismo, que es la sustancia racional de la filosofía cristiana». Su objetivo «no es pragmático, sino teórico; no es inmediato, sino mediato; no es político, sino dialéctico».
Con la revista no se trataba de actuar en política, ni ser portavoz de nadie, sino de pensar con independencia de los partidos contendientes en la arena política española. La revista pretende «ser el hogar espiritual y el portavoz de los intelectuales españoles que comparten una concepción humanista del mundo... Se trata de estimularlos a una solidaria tensión creadora». Así, la revista no se ciñe a patrones previos de ortodoxias eclesiales o partidistas, ni tiene vinculaciones directas o indirectas con ninguna entidad financiera o empresarial, ni con organización sindical o patronal.
Su único criterio es la razón, pensar ideas rigurosas en busca de la verdad, impedir la politización de la inteligencia que corrompe y que hace que las ideas degeneren en ideologías, ya que «la instrumentalización política de la inteligencia aliena el pensamiento y frena el avance de la razón».
Entendía Fernández de la Mora que la significación de Razón Española era «pura y simplemente, que los intelectuales españoles que comparten una concepción humanista del mundo se reúnen para pensar». Frente a un humanismo español inhibido, doctrinalmente desarmado, carente de medios de expresión, «Razón Española aspira a rectificar -en palabras de Gonzalo Fernández de la Mora- la estrategia dialéctica del humanismo en nuestro país...» ya que «no es la retórica oportunista y falaz -seguía diciendo el filósofo razonalista-, sino la verdad experimental y racional la que nos hará libres».
Reseña:
VAQUERO OROQUIETA, Fernando José: La Ruta del Odio. 100 respuestas claves sobre el terrorismo, Sepha, Málaga, 2011. 429 págs.
Anualmente, el mercado editorial propone al lector español una media de 20 títulos relacionados con el fenómeno lacerante del terrorismo. Desde novelas trepidantes, pasando por amenos reportajes periodísticos, hasta sesudos ensayos especializados de intelectuales de prestigio.
Entonces, ¿qué puede aportar un nuevo título, elaborado en esta ocasión por un escritor prácticamente desconocido?
Analizando esa marea, importante sin duda, de textos, pueden observarse algunas características comunes:
- Participan del discurso “políticamente correcto”; especialmente cuando afirman que el terrorismo está indisolublemente asociado a las religiones. E ignoran, por lo común, las auténticas matrices ideológicas que lo nutren y las complicidades subsiguientes.
- Se hace abstracción del protagonista absoluto de esta lacra, bien como víctima, bien como agresor: la persona con sus exigencias de verdad, belleza y sentido; fruto de naturaleza y cultura.
- Tienden a desvincular al terrorismo de la realidad social, individual y colectiva del mundo de hoy; como si fuera obra, ante todo, de seres tarados, psicópatas, peligrosos frikis de los extremismos de todos los signos. Eludiendo, así, el cómo personas que afirman luchar en nombre de una utopía redentora de lo humano, cometen los crímenes más execrables, en contundente contradicción con lo que presuntamente les mueve.
La Ruta del Odio. 100 respuestas claves sobre el terrorismo pretende proporcionar desde la experiencia personal del autor (un navarro comprometido con el movimiento cívico y funcionario de prisiones), y desde la reflexión teórica, una perspectiva global de esta patología social, abordando sin recato alguno esas carencias.
Y lo hace alimentado por la antropología católica y los más relevantes documentos elaborados por la Iglesia local en los últimos años: la Instrucción de la Conferencia Episcopal Española Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias, de 22 de noviembre de 2002; el libro Terrorismo y nacionalismo, de 2005, un estudio sistemático de la citada Instrucción efectuado por diez hombres y mujeres, intelectuales católicos de primera fila; y la Instrucción Pastoral, de 23 de noviembre de 2006, Orientaciones morales ante la situación de España.
Este texto, por todo ello, profundiza en una afirmación contundente: religión y terrorismo son incompatibles, proporcionando para ello argumentos teóricos y un notable anecdotario, que acreditan que esa asociación es totalmente incierta; no en vano, esas supuestas expresiones de terrorismo religioso se derivan del carisma de personalidades enfermizas situadas en la periferia de algunas confesiones religiosas que las han desautorizado y que, en última instancia, no son sino coartada pseudoideológica de sus desvaríos (Davidianos exadventistas, sincretismo orientalista de Verdad Suprema, etc.). Por el contrario, analiza su relación con los totalitarismos (también presentes, paradójicamente, en un Occidente tan liberal, tolerante y progresista) y los tan incisivos y diversos nihilismos.
En este contexto también se nutre del texto de Luigi Giussani El sentido religioso, quien puede explicarnos cómo las exigencias del corazón son ignoradas, violentadas o sublimadas, en aras de proyectos ideológicos y vitales contrarios a la naturaleza del ser humano. Como también explica que no pocos terroristas hayan recorrido el camino contrario, reconociendo sus errores merced, más que a otra causa, a encuentros personales rehumanizadores.
Y, para enganchar esta triste realidad con la vida de nuestro mundo, este texto responde, no pocas veces desde una perspectiva “políticamente incorrectas” a cuestiones tan acuciantes como la salud moral de individuos, sociedad y clase política; la globalización; la guerra ABQ y nuclear; el reto del islamismo radical; la crisis de la identidad occidental; la propuesta cristiana. Todo ello mediante la fórmula, de singular fortuna en España, de un catecismo muy particular que engarza con esa particular tradición.
Una de las conclusiones del libro, a la que pronto llegará el lector, es la siguiente: el terrorismo moderno, gestado en el Estado de la Revolución Francesa, nace en el siglo XIX alimentado por el nihilismo/anarquismo, el nacionalismo extremo y el marxismo revolucionario. Ya en el siglo XX alcanzará categoría de «ciencia» de la mano del marxismo-leninismo. Por último, y gracias a la globalización, su alcance se ha hecho universal; circunstancia que augura que la imagen de Osama Ben Laden y la amenaza del yihadismo, junto a otras expresiones terroristas, sin duda, nos acompañarán durante muchos años.
Destacaremos, por último, que el texto complementa su extenso y multidisciplinar estudio con diversos anexos: 100 webs temáticas, 100 organizaciones terroristas, 100 títulos fundamentales, 100 atentados especialmente trascendentes… Y con un prólogo póstumo de quien fuera Maestro y amigo del autor, el fundador del Instituto Vasco de Criminología Antonio Beristain Ipiña, jesuita impulsor también de la victimología.
Fernando Vaquero es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, habiendo cursado estudios de Criminología en la Universidad del País Vasco. Es coautor del libro La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas (dirigido por José Luis Orella Martínez, prólogo de Fernando García de Cortázar, Grafite Ediciones, Baracaldo, 2006). Ha participado, como fundador o socio, en diversas entidades culturales. Como articulista y autor de numerosos ensayos, es miembro del consejo de redacción de la revista electrónica Arbil y colaborador de Religión en Libertad; habiendo participado asiduamente en Páginas para el mes, tanto en su versión impresa, como en la digital inicial. Ha sido crítico de libros en la Revista de Historia Contemporánea Aportes y Elsemanaldigital.com. Ha participado como ponente en conferencias, mesas redondas y cursillos de formación, celebrados en diversas ciudades españolas.
Con tales armas y bagajes, el lector podrá verificar si este libro responde a tan ambiciosas expectativas.
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