“Nos parece lamentable que personajes como Willy Toledo y Pilar Bardem, entre otros, asuman las reivindicaciones de ETA y su entorno”

En relación al acto celebrado esta mañana en el Ateneo de Madrid en el que se ha presentado el Manifiesto “Paz y Democracia en el País Vasco”, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, quiere manifestar que:

1. Supone un paso más en la pantomima de blanqueo de imagen orquestada por ETA y su entorno iniciada con el “Acuerdo de Guernica” y que  tuvo su punto álgido en la “Conferencia de la Infamia de San Sebastián”.
2. Hay que recordar que el Acuerdo de Guernica es un acuerdo sustentado sobre la premisa de la impunidad y el borrón y cuenta nueva, exigiendo gestos hacia los presos hasta llegar a una amnistía encubierta, la legalización de Sortu y una negociación política con el Gobierno, entre otras cosas.
3. Frente a este Acuerdo, la AVT viene reivindicando y no nos cansaremos de reivindicar, una hoja de ruta basada en la JUSTICIA que pase por el cumplimiento íntegro de las condenas, la ilegalización de las terminales políticas de ETA y la no negociación con terroristas. QUE NO CONSIGAN POR DEJAR DE MATAR AQUELLO QUE NO CONSIGUIERON MATANDO.
4. Nos parece indignante que los firmantes del Manifiesto no se dirijan a ETA para exigirle que entregue las armas, que desaparezca, que haga autocrítica por los 50 años de terror y pida perdón a sus víctimas. En vez de eso, hacen de altavoz a sus reclamaciones.
5. Nos entristece ver que los firmantes de dicho Manifiesto estén más próximos a las reivindicaciones de los terroristas que a las reivindicaciones de JUSTICIA de las víctimas y de la sociedad española. ESTÁ CLARO QUE, POR SUERTE PARA ELLOS, NO HAN SUFRIDO EL ZARPAZO DEL TERRORISMO Y ESPERAMOS QUE NUNCA LO SUFRAN.

Insistimos, el final del terrorismo tiene que suponer una derrota TOTAL de ETA, que pasará por la desaparición de la organización terrorista, el cumplimiento íntegro de las condenas para los terroristas, la entrega de todas las armas, la colaboración con la Justicia, el esclarecimiento de los más de 300 casos sin resolver, el arrepentimiento, el reconocimiento del daño causado y la salida de sus testaferros políticos de las instituciones democráticas.