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Entrevistas al Foro

Joseba Segura, sacerdote vizcaíno implicado en el proceso de paz: "lo del día 22 no fue un suceso más en ETA sino el fin de la violencia en Euskadi".

ENTREVISTA A JOSEBA SEGURA, SACERDOTE VIZCAÍNO IMPLICADO EN EL PROCESO DE PAZ

- En el proceso que ha desembocado en el alto el fuego permanente de ETA
han participado distintos agentes e instituciones. ¿Cuál ha sido el papel de
la Iglesia vasca y hasta dónde ha llegado?
 

La Iglesia Vasca ha manifestado reiteradamente su disposición a hacer lo posible para que la violencia y el sufrimiento que esta genera, acaben cuanto antes. No ha tenido ningún interés en asumir un protagonismo que no le corresponde pero sí ha intentando en la medida de sus posibilidades, facilitar relaciones y sostener líneas de comunicación entre grupos y sensibilidades políticas que, por un motivo u otro, estaban interrumpidas o paralizadas por la desconfianza.

- Los obispos vascos reprochaban en una pastoral conjunta que el proceso de pacificación había sido «poco trabajado por el diálogo de los partidos Su trabajo ha sido de cocina previa, para tender puentes y restablecer un clima de confianza. 

Efectivamente ha habido varios años de poca o nula comunicación entre partidos. Años dominados por una estrategia de confrontación frustrante. Sin embargo la puesta en marcha de algunas líneas claves de comunicación ha sido, por sí sola, capaz de generar la confianza suficiente para llegar a la situación actual. Ahora bien, no sería bueno creer que ya se dan las condiciones suficientes para un diálogo que normalice la política en el País Vasco. Todavía falta por hacer un trabajo importante porque la nueva situación crea incomodidad en algunos grupos y sensibilidades. Y esa incomodidad merece ser escuchada con respeto. No se trata de forzar a nadie a sentarse a una mesa sino de generar las condiciones en las que todas las partes puedan encontrarse mínimamente cómodas. Poner en comunicación sensibilidades políticas diversas: en eso se ha venido trabajando durante años, un trabajo que va a seguir importante también en el próximo futuro.

- ¿Cuál sido la génesis de este planteamiento: en qué momento la Iglesia
decide participar -calendario- y en qué formato?
 

Los obispos vascos vienen articulando la apuesta de la Iglesia por la paz desde los años 70. El mensaje ha sido claro: respeto a la dignidad de la persona, rechazo tajante del recurso a la violencia y petición reiterada para que cualquier conflicto se encauce por medios exclusivamente políticos. En el contexto de la tregua anterior algún miembro de la Iglesia recibió la solicitud de facilitar determinados contactos. Permítame que omita los detalles porque en las circunstancias actuales esa información todavía puede ser objeto de controversias políticas innecesarias e incluso contraproducentes. En todo caso, aquello supuso el inicio de comunicaciones y relaciones personales que, de manera natural, se han mantenido a lo largo del tiempo y poco a poco se fueron abriendo a otras nuevas. Aquí no ha habido ni dramática decisión para intervenir, ni sesuda programación de estrategia. Las cosas han sido mucho más sencillas. Circunstancias inesperadas nos confrontaron en su momento con la necesidad de mantener y concretar una palabra expresada públicamente: nuestra disposición a contribuir a la pacificación de este país, siempre que se entiendan y se respeten los límites de esa contribución. Lo decía gráficamente D. Ricardo Blázquez pocos días antes de la declaración del alto el fuego: el Obispo de Bilbao está dispuesto a hacer lo que pueda por la paz pero en su calidad de Obispo y no como político. 

- El nombre de Alec Reid ha sido invocado como una de las personas que han participado de manera decisiva en el proceso. Usted le ha acompañado en Euskadi. ¿Cuál ha sido la aportación del sacerdote redentorista? ¿En qué ha consistido su trabajo? 

El P. Alec ha hecho una contribución importante, abriendo líneas de comunicación entre grupos y personas, serenando ánimos y desconfianzas, insistiendo en la necesidad de diálogo y, sobre todo, comunicando un optimismo irrefrenable que en las situaciones difíciles se sostiene en una confianza plena en “la gracia de Dios”. Lo repite permanentemente, incluso ante auditorios mayoritariamente agnósticos y además, es verdad. Al P. Alec es imposible desanimarle. Pasara lo que pasara a lo largo de estos 7 años, y han pasado muchas cosas, nada ni nadie podía quebrantar su convicción de que la violencia iba a terminar pronto y el diálogo iba a tener por fin una oportunidad. Con su humilde maletín, viajando en buses y trenes por toda la geografía vasca, olvidando aquí unas gafas, allí unos papeles, andando por nuestras nuestras ciudades a pié, parando aquí y allá a tomar un cafecito para continuar escribiendo sus “lecciones de la calle”, ha tenido que ser una pesadilla para los servicios de información. En realidad, como él mismo ha expresado con contundencia en alguna de sus entrevistas recientes, el P. Alec no ha tenido una intervención directa en la gestación de la declaración del día 22. Eso sí, estaba informado de que esta declaración se estaba gestando e iba a llegar de manera inexorable.

- ¿A quién representaba el padre Reid? En  que medida el Obispado de Bilbao avalaba su labor? ¿Que canales de comunicación mantenían?
 

El P. Reid trabaja por su cuenta bajo la autoridad de su provincial en Irlanda y el Superior General de la Orden Redentorista. Ambos están perfectamente informados de su labor en el País Vasco y la respaldan. Yo le invite hace 7 años a venir, conocedor de su papel fundamental en el proceso irlandés pero nunca imaginé que decidiera implicarse en la situación del País Vasco hasta donde lo ha hecho. Una vez más, no es cierto que su presencia responda a una decisión o una estrategia de la Iglesia vasca. Los que conocen al P. Alec saben que no es fácil integrarle en ninguna estrategia que no sea la de seguir el camino que el Espíritu le dicta cada día. Es un hombre muy celoso de su independencia y que mantiene criterios personales sea cual sea la opinión mayoritaria a su alrededor o lo que en cada momento pueda parecer políticamente correcto.

- ¿En algunos medios se ha relacionado al Vaticano, y más en concreto al cardenal Roger Etchegaray con el proceso. ¿Esta labor contaba con el aval de Roma y de la Conferencia Episcopal? 

La Secretaria de Estado y, más en concreto, el Secretario para las relaciones con los Estados, Monseñor Giovanni Laiolo, sigue con mucho interés la evolución de la cuestión vasca, aunque solo sea porque se trata del último conflicto de este tipo en el territorio de la UE. Periódicamente allí se reciben informes de personas de confianza encargadas de seguir este tema, en este caso como en otros muchos. Lo mismo puede decirse del Cardenal Roger Etchegaray, hombre que por ser de origen vasco y por su experiencia como mediador en numerosos conflictos, tiene un interés particular en nuestra situación. Sin embargo son falsas las informaciones que implican al Cardenal en procesos de intermediación, llevando esta carta, comunicando determinado mensaje… El Vaticano no actúa así. En estos temas deja la iniciativa a las Iglesias locales. Es la Iglesia local, presidida por su Obispo, la que discierne lo que cabe hacer y lo que no. En todo caso creo poder asegurar que lo que aquí se ha hecho está en plena sintonía con lo que la Iglesia Católica promueve como filosofía general de intervención en situaciones de conflicto. 

- En varias comparecencias públicas, determinadas declaraciones de Alec Reid han sembrado la desconfianza en sectores no nacionalistas, que las han tomado como las de un 'amigo de la izquierda abertzale', lo que ha cuestionado su supuesta neutralidad. 

Detrás de esa aproximación peculiar del Padre hay una opción, una filosofía de intervención. Me atrevo a resumirla porque él mismo la ha caracterizado en términos similares cuando, en alguna ocasión, le he comunicado preocupaciones concretas con algunas posiciones suyas: “Yo vengo a pedir a unas personas que dejen la violencia porque hay una alternativa que respeta la dignidad humana. Ellos me dicen: de acuerdo, pero ¿estás dispuesto a ayudarnos a construir esa alternativa? Lógicamente yo les respondo que sí y por eso les apoyo.” Esa disposición a colaborar con la IA puede entenderse como identificación con sus objetivos políticos o como una filosofía de mediación en conflictos, discutible pero eficaz. Obviamente en el caso del P. Alec se trata de lo segundo y no de lo primero. Es un modo discutible pero eficaz de “representar a la próxima víctima”, tal y como él lo expresa, es decir, de hacer lo posible para que acaben los muertos y el sufrimiento. Se trata de una persona carismática, profundamente creyente, con unas convicciones forjadas en mil tensiones y batallas. Sinceramente yo no esperaría que un hombre que ha trabajado durante 30 años en una situación tan compleja como la irlandesa y que ha tenido un papel tan esencial, pueda ser alguien cuya anodino, cuyas actuaciones no sean controvertidas en algún aspecto.  Casi todo es debatible pero es difícil cuestionar a un hombre que podría estar en Irlanda disfrutando tranquilamente de su prestigio y a su edad tiene pasión suficiente por la paz para meterse de nuevo en un lío como este. 

- Usted ha sido testigo cualificado del proceso. ¿Que van encontrando, dónde perciben los mayores obstáculos? 

Curiosamente los obstáculos más importantes no están, a mi juicio, en la relación entre los partidos sino en el interior de los propios partidos. La contribución de todas y cada una de las sensibilidades a la búsqueda de soluciones compartidas es esencial. Sin embargo no va a ser fácil mantener esa coherencia interna y ese espíritu de colaboración durante un periodo largo y que nadie dude que esto va a ser largo.Para explicarme mejor: en una circunstancia determinada, unos líderes en un partido se dan cuenta de que ha llegado el momento de situarse definitivamente en un nuevo escenario. Sin embargo no siempre les resulta fácil comunicar a su gente las razones de esa convicción y la inevitabilidad del movimiento. Esa dificultad es mayor en la medida en que en el grupo en cuestión haya muchas personas cómodas en la situación anterior o, sencillamente, que viven el cambio como tránsito forzado a una nueva situación llena de amenazas potenciales. Estos días se han podido percibir importantes tensiones dentro del PP que pueden interpretarse desde esta clave. Pero la adaptación a un escenario radicalmente diferente ha sido, es y va a ser difícil para todos: en Batasuna la conciencia de que el camino de la política es el único camino se ha ido abriendo despacio paso a paso. En el PSOE las divergencias han desaparecido con el anuncio de ETA pero han estado ahí y pueden resurgir en un contexto menos favorable para Zapatero. En el PNV ciertos mensajes y actuaciones durante los últimos años reflejan la complejidad de su relación con Batasuna y el pluralismo de sensibilidades dentro del partido. No hace falta tener información privilegiada para suponer con motivos que también en el seno de ETA ha existido un debate complejo que ha necesitado tiempo para no cerrar en falso esta vez. En este proceso alguno de sus líderes habrá tenido que emplearse a fondo. Estas tensiones se agudizan a medida que la clave electoral domina la agenda política. La unidad de acción bajo el liderazgo del Presidente Rodríguez Zapatero es esencial y espero que las buenas sensaciones actuales y la capacidad de distinguir intereses legítimos de partido y colaboración necesaria en este tema, puedan mantenerse a pesar de las dificultades que van a surgir. 

- ¿En qué momento usted percibió que la postura de ETA estaba madura, que la decisión de 'cerrar la persiana' estaba tomada? 

Lo he ido percibiendo progresivamente. La decisión de volver a la violencia tras la última tregua fue tomada por pocas personas y no fue entendida por muchos votantes de Batasuna. Los dramáticos atentados de NY y Madrid remacharon el clavo y convencieron a mucha gente de que hoy en Europa el recurso a la violencia solo logra una cosa: debilitar los objetivos políticos de quien la práctica. La declaración de Anoeta fue un paso público muy importante. El momento clave para mí fue la respuesta conciliadora del presidente Rodríguez Zapatero en el Kursaal a una carta pública de Arnaldo Otegi en enero del 2005. Nosotros en esa fecha sabíamos que ETA había tomado la decisión de cerrar la persiana y dejar las cuestiones del futuro político del país en manos de los políticos. Pero era necesario un Presidente de Gobierno Español decidido a no poner obstáculos innecesarios en el camino. Ese día, al escuchar a Zapatero, me di cuenta de que en Moncloa vivía el Presidente que la situación requería. Entonces supe que una nueva declaración de alto el fuego no sólo era posible sino relativamente cercana. El resto son detalles sin interés y que no deberían preocupar ni ocupar a la opinión pública aunque sé que esos temas generan mucho morbo. Por si vale de algo, manifestaré una convicción personal: este alto el fuego no es resultado de ninguna concesión política a ETA. Esto es suficiente para mí y creo que también puede ser en estos momentos suficiente para la mayoría de la opinión pública española. 

- ¿Como conocedor de este proceso considera que el anuncio de ETA ofrece las garantías suficientes para alimentar la esperanza? 

Estoy convencido de que es así. Esta vez  la decisión se ha adoptado con la preparación adecuada, dando al proceso el tiempo necesario y bajo un liderazgo que buscaba una decisión sostenible y eventualmente irreversible. Nadie puede excluir que en Francia existan todavía personas escépticas, dispuestas a volver al camino de la violencia. Lo importante es que esas personas no van a poder levantar de nuevo la bandera de ETA y arrastrar tras ellos a lo que Batasuna representa hoy. La violencia es percibida prácticamente por toda la población nacionalista como una estrategia desesperada que solo produce marginación política. Lo digo con total convicción: este “alto el fuego “permanente” de ETA, va a resultar “definitivo.” 

-  ¿Cuál cree usted que va a ser el ritmo a partir de ahora?

En lo que se refiere a la pacificación, parece necesario seguir la hoja de ruta del Presidente del Gobierno que creo ha demostrado en este tema disposición suficiente para dialogar con las fuerzas políticas y aclarar con ellas cualquier dificultad o malentendido que vaya surgiendo. 

- ¿Le parece correcta la metodología que se ha anunciado, de dos mesas, una entre el Gobierno y ETA, y otra entre todos los partidos? 

Me parece clara e importante la distinción entre pacificación y normalización política. Respecto a cómo ha de abordarse en concreto cada uno de los temas no tengo nada que decir. El primer objetivo es responsabilidad directa del Presidente del Gobierno. Respecto al segundo creo que el terreno de juego está más abierto para que en el diálogo entre partidos se logren consensos respecto a ritmos, ámbitos, metodologías, etc. Veo al Lehendakari y a Zapatero bien dispuestos para llegar a acuerdos en esos temas. También los dirigentes del PSE están haciendo planteamientos razonables. La Iglesia poco tiene que decir en estos asuntos, más allá de lo que venimos repitiendo en numerosas ocasiones: la tarea ha de realizarse “entre todos y para todos.” No podemos dejar fuera ninguna sensibilidad. 

- Usted que ha participado en la 'cocina', ¿propone alguna 'receta' para conseguir que la decisión de ETA sea irreversible? 

Sencillamente mantener el curso actual, actuando al mismo tiempo con prudencia pero también con decisión para aprovechar la oportunidad que se ha concretado. En el camino están pendientes temas complicados que habrá que abordar cada uno a su tiempo. Inevitablemente van a surgir tensiones que desanimarán a muchos. El cohete está todavía alto pero la ley de la gravedad lo traerá a su sitio. Confío en que las personas que han sido y van a seguir siendo claves en el proceso no se desanimen en ningún momento. Y para ello lo mejor es que no olvidar nunca la enorme alegría y esperanza que la nueva situación ha suscitado en millones de personas. Todo ese sentimiento positivo no puede verse frustrado de nuevo. Creo sinceramente que hay espacio para llevar la nave a buen puerto sin que en el proceso se deban hacer concesiones ilegítimas desde un punto de vista democrático o éticamente inaceptables. 

- La Iglesia vasca ha desarrollado una labor, pero queda mucho camino por recorrer. Los obispos Ricardo Blázquez y Juan María Uriarte han ofrecido la ayuda de la Iglesia en esa tarea ¿Cuál es el desafío inmediato de la Iglesia en esta cuestión? 

El desafío de la Iglesia es el de toda la sociedad vasca: normalizar nuestra vida social y política de modo irreversible. El proceso de pacificación va a seguir su curso pero aunque progrese adecuadamente, las heridas, los agravios y la desconfianza de muchas personas sigue ahí. Todos tendremos que hacer lo posible para que esas llagas no cierren en falso esta vez. Y nos va a tocar hacerlo en un contexto difícil que ya conocemos: un país muy plural cuya diversidad nos garantiza un clima político de tensión sostenida.  Esperemos, eso sí, que nunca más sea crispado.

- La tarea de la reconciliación será, también, larga y difícil. Hay muchas heridas que cicatrizar. ¿El perdón que impulsa la Iglesia será posible?

La palabra “perdón” hay que utilizarla con mucho cuidado. El perdón no se puede exigir de ninguna víctima y desde luego la Iglesia no lo va a impulsar de ese modo. Sin embargo la tarea reconciliadora forma parte de la razón de ser de la Iglesia. La  comunidad cristiana no puede sino plantearse cual es el mejor modo de hacer una contribución concreta a ese objetivo humanizador. Incluso si en el pasado hemos cometido errores, el futuro está abierto y el Evangelio nos interpela. Eso sí, las propuestas han de ser respetuosas con los tiempos, acertar en los mensajes y hacerlo todo desde un gran respeto por el sufrimiento de las personas.

- La Iglesia vasca ha recibido críticas severas por parte de algunos colectivos de víctimas  que se han sentido «abandonados», que han echado en falta el cariño de sus pastores. ¿Debería hacer una autocrítica la institución? 

Creo que la autocrítica se viene haciendo ya. En la diócesis de Bilbao este tema se ha planteado durante los últimos años en diversos foros y consejos consultivos. En todos ellos se ha discutido de manera abierta y constructiva. He oído posiciones y valoraciones diversas pero no he visto actitudes cerradas a la autocrítica. Los obispos vascos, muchos sacerdotes, así como cristianas y cristianos han tenido gestos de cercanía para con las víctimas tras los atentados. En la diócesis de Bilbao no han faltado personas significadas, sacerdotes y laicos que han venido demandando una posición pública más contundente en este tema. Esas voces nos han hecho pensar a todos y hemos de seguir pensando porque difícilmente se puede promover reconciliación sin identificarse previamente con el sufrimiento. Solo desde el respeto y la cercanía a los que han sufrido la violencia podemos atrevernos a proponer, siempre con humildad, el perdón como una posibilidad.

- Analizando las posiciones de la Iglesia vasca con las de algunos 'hombres fuertes' del Episcopado español se aprecia una falta de sintonía en el papel que debería jugar ahora la Iglesia. Las reacciones han sido muy
distintas en Euskadi y en Madrid. Esa falta de sintonía complicará el futuro escenario?
 

Estoy convencido de que la mayoría de los obispos están abiertos a conceder el tiempo necesario para explorar si existe algo valioso en la nueva situación. Alguna primera reacción no ha sido afortunada pero, sinceramente, creo que esas declaraciones no reflejan la posición mayoritaria en el episcopado español. El consenso mayor está más bien tras la posición moderada que representa Monseñor Blázquez, que podríamos caracterizar como de “cautelosa esperanza.” Nadie puede pedir entusiasmos injustificados en la Conferencia Episcopal pero si es importante que la Iglesia evite en sus declaraciones públicas la impresión de que sostiene posiciones injustificadamente beligerantes o de parte. No puede ser identificada ni en este tema ni en otros con estrategias de partido ni con actitudes motivadas por intereses políticos legítimos pero que no pueden sin más identificarse con el bien común. Esto no siempre es fácil y hay zonas grises donde cabe un legítimo debate. Sin embargo la mayoría de los obispos españoles tienen claros los límites que en la actual situación impone la necesaria independencia de la Iglesia y la obligación evangélica a explorar y promover caminos de paz y de concordia. En el futuro podrán surgir de nuevo temas sensibles pero, hoy por hoy, no creo que existan motivos para dar una impresión de desunión que, sinceramente creo injustificada. Ya se sabe: “cada día tiene su afán”. 

POR PEDRO ONTOSO (EL CORREO)

Publicada en El Correo el 2 de abril de 2006 

Entrevista a Fernando Vaquero, colaborador de Foro El Salvador en el semanario ALBA

“El nacionalismo radical nunca renunciará a sus pretensiones” 

El pasado lunes 22, el ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja presentó el libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” en la Casa de América. ¿El objetivo? Poner negro sobre blanco las contradicciones del mal llamado ‘proceso de paz’ del gobierno en Euskadi.

Por Luis Losada Pescador

Según el CIS, la cifra de españoles escépticos ante el ‘proceso de paz’ con ETA asciende a un 53%. Entre ellos se encuentran los integrantes del Foro El Salvador, el único grupo que trabaja por la paz en el País Vasco desde una óptica cristiana. Entre sus aportaciones, este libro, realizado al alimón con la revista electrónica Arbil. Una obra colectiva en la que han participado -entre otros muchos- Fernando Vaquero.

Por el título de la obra, da la impresión de que Uds. desconfían del alto el fuego de ETA. ¿Consideran que nos encontramos de nuevo ante una tregua trampa?

Puedo que no se trate de una tregua trampa, tal y como la conocimos años atrás. Pero también es posible que estén buscando reorganizarse. En todo caso, sus objetivos han quedado claros: ‘autodeterminación y territorialidad’. Eso significa independencia y Navarra. Su objetivo es la defensa de unos objetivos políticos.

El PP ha dicho que "no se dan las circunstancias" para iniciar un proceso de negociación. ¿Qué "circunstancias" deberían de darse para tal fin?

La coherencia del Partido Popular –y del PSOE- únicamente puede llevarles a una postura: un proceso de negociación que contemple el abandono definitivo del terrorismo dentro de los cauces legales, sin precio político alguno, y en respeto del Estado de Derecho. Su objetivo: la disolución de ETA y la eliminación de todas las formas de violencia terrorista. Desde esta perspectiva, no se dan las circunstancias deseables.

El secretario general del PSE, Patxi López, ha asumido el discurso de la AVT de buscar la ‘memoria, la dignidad y la justicia’ de las víctimas. ¿Le parece sincero cuando al mismo tiempo señala que hay que mirar a las víctimas por el retrovisor, pero con la mirada puesta en el futuro?

Patxi López sabe de lo que habla. Conoce a muchas víctimas: compañeros de partido y amigos suyos han sucumbido bajo las balas. Pero su mirada política parece insertarse en el “buenismo” de Rodríguez Zapatero; por lo que propugna el inicio de un proceso político que “sin cepillarse el Estatuto ni la Constitución” encuentre un “nuevo marco de convivencia”. 

La AVT ha anunciado que no comprarán su silencio con una mención en el preámbulo constitucional y que no aceptarán que sus familiares hayan muerto para nada. ¿Sospecha Ud. que más que en un proceso de negociación nos encontramos ante un proceso de rendición?

No quisiera creerlo.  Es más, no debiera haberse planteado nunca de tal manera: ETA estaba acorralada; Batasuna ilegalizada; la “kale borroka” minimizada; se respiraba más seguridad que nunca… ¿Rendirse? Si se estaba implantando el Estado de derecho, después de 30 años de entrada en vigor de la Constitución, no se precisaba de un “proceso” que únicamente aporta confusión e incertidumbre. Pero el PSOE está preso de sus compromisos, de sus contradicciones y de sus indefiniciones, y plantea un estado confederal ‘de hecho’. Lo que parece ignorar es que los nacionalistas radicales nunca renunciarán a sus pretensiones.

¿Cuál es su pronóstico para la manifestación del próximo 10 de junio convocada por la AVT? ¿Cómo va a ser percibida por el gobierno? ¿Confía Ud. en que el gobierno escuche esta vez la voz de la calle?

El Gobierno está condicionado por el “proceso” con ETA. Y si éste no desemboca en una situación estable y definida, será castigado electoralmente. Salgan a la calle cien mil o un millón de personas, difícilmente cambiará de trayectoria.

Mons. Blázquez hizo unas recientes referencias al perdón cristiano. Señaló que no era exigible, pero si plausible. ¿Cómo debe de interpretarse la frase de Juan Pablo II de que no habrá paz sin justicia, ni justicia sin perdón?

El hombre es una unidad y su división interna le destruye. Algo parecido sucede con la sociedad. Paz, justicia y perdón son exigencias y experiencias inseparables. No obstante, el “perdón”, tal y como se entiende generalmente hoy, no coincide exactamente con el perdón cristiano, que tiene un alcance que traspasa a la propia personalidad y a la misma naturaleza humana. En estas circunstancias, que las víctimas ofrezcan perdón sería heroico. Perdonar, desde la verdad cristiana, es deseable, pero siempre es un milagro. Un milagro que los creyentes debemos pedir sin que eso signifique renunciar a la justicia.

¿Qué papel juega el Foro de El Salvador como organización cristiana por la paz en el País Vasco? 

Llegó como un “hijo inesperado” a la familia eclesial. Muchos cristianos y no cristianos reclamaban una presencia valiente, clara y profética, que les afirmara en sus certezas e indicara un camino “humanizador” por evangélico. No obstante, dentro de la propia familia deberían cambiar muchas miradas y actitudes. Y el nacionalismo de algunos, la cobardía de otros, la comodidad de muchos, son obstáculos importantes.

¿Qué papel puede jugar la Iglesia vasca en el 'proceso de paz'?

La Iglesia -lamentablemente- ya no es el “cemento” de esta sociedad. Algunos clérigos pudieran tener cierta ascendencia entre todos los sectores políticos.

¿Qué valoración hace del 'trabajo' realizado por el sacerdote redentorista Alec Reid?

No me preocupa que un sacerdote participe en estas cuestiones. Pero en el caso del P. Alec Reid, francamente, creo que ha perseguido aquí un protagonismo del que no hizo gala en el Ulster.

Semanario Alba, Nº 87, del 2 al 8 de junio de 2006. Página 14. 

Otegi prevé un acuerdo con Zapatero en 2008 para una

Otegi presenta a Batasuna-ETA, ante la opinión pública internacional, como el actor decisorio de la negociación con el Estado.  El líder del partido terrorista expone que la legalización no es una prioridad, por la sencilla razón de que "nuestra legalidad es de facto", según declara en una entrevista publicada en su último número por la revista mexicana Emeequis. A los proetarras les da igual participar en la negociación siendo ilegales. "No tendríamos inconveniente en participar en un diálogo político en esta situación, porque nuestra legalidad es de facto", proclama. Arnaldo Otegi, espera que en dos años se esté cerca de "un acuerdo definitivo", tras el alto el fuego declarado por la banda terrorista, según señala en una entrevista que publica en su última edición la revista mexicana Emeequis.

"Tengo la esperanza de que en dos años estaremos muy cerca de un acuerdo definitivo. Si las voluntades políticas no se dilapidan, si se respetan los tiempos, nosotros estamos convencidos de que Euskal Herria (País Vasco, Navarra y tres provincias del sur de Francia) va a ser una nación, un Estado republicano y socialista", afirma Otegi en la entrevista, que se llevó a cabo en la ciudad de San Sebastián.

El líder de Batasuna agrega que "
el proceso en general será largo, pero espero que más corto que el irlandés. Ya sabemos de lo que hay que hablar, lo que hay que resolver".

Otegi sostiene que se trata de una
"oportunidad única para un cambio; para que la paz llegue y la violencia no vuelva a repetirse nunca mas".Un Estado "agotado" y "débil"

Sobre los motivos de la declaración de alto el fuego anunciado en marzo por ETA, Otegi apunta que
"la razón fundamental es que en estos momentos, tanto en el País Vasco como en el Estado español hay síntomas de claro agotamiento del modelo pos-franquista y, desde nuestro punto de vista, la lucha independentista ha llevado a la crisis a ese modelo".

"Si estamos ahora frente a esta oportunidad para la paz, es porque ha llegado el momento de hacer las cosas de otra manera", señala a la publicación mexicana.

En torno a una eventual participación de Batasuna en ese proceso apunta que
"no tendríamos inconveniente en participar en un diálogo político estando en esta situación de ilegalidad, porque nuestra legalidad es de facto".

La legalización de Batasuna debe darse, a juicio de Otegi, "
por la sencilla razón de que si nosotros no podemos participar, entonces el proceso deja de ser multilateral y no se podrá avanzar".

Preguntado sobre si, llegado el momento, los vascos decidieran que no quieren la independencia, Otegi responde que "
el pueblo habrá ganado por el hecho de haber tenido la oportunidad de determinar su destino".

"El problema -añade- es que los independentistas vascos no hemos tenido ni siquiera la opción de perder, no sabemos cuánta gente estaría de acuerdo con la independencia".

En relación con el problema de las víctimas de la violencia terrorista, Otegi opina que
"es evidente que hay que darles una satisfacción. ¿De qué tipo? No lo sé con certeza. Pero lo que está claro es que no pueden jugar un papel político, porque las personas que sufrieron la muerte de un familiar tienen la emotividad a flor de piel y, por lo tanto, la capacidad de raciocinio disminuye y no se pondrían nunca de acuerdo".

El problema de las víctimas, precisa Otegi, "
ha de tratarse en su momento y suele ser al final del proceso y no al principio".Zapatero se da prisa Mientras Batasuna-ETA sigue marcando el terreno de su próximo encuentro con el Gobierno de Zapatero, mediante amenazas en España y reconocimiento de estadistas en el exterior, La Moncloa ha filtrado a su periódico portavoz  que "Zapatero acelerará el diálogo con ETA para evitar el bloqueo". Según El País, el jefe del Gobierno "ha decidido impulsar de inmediato el proceso de paz ante el temor de que las expectativas abiertas hace ya más de dos meses con el alto el fuego de ETA encallen". En la decisión de Zapatero, según El País, pesan "las amenazas de Batasuna de parar el proceso si sus dirigentes son encarcelados y las presiones que ejerce el sector más duro del PP".  

Libertad Digital, 29 de mayo de 2006

Entrevista a José Luis Orella, coordinador del libro “La tregua de ETA”: “El único argumento que tiene ETA para sentarse a negociar es: O usted se sienta o yo sigo matando”

José Luis Orella Martínez, director del departamento de Historia y Pensamiento de la Universidad San Pablo-CEU en Madrid, conversó con Análisis Digital sobre “La tregua de ETA. Mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” (Ediciones Grafite), un libro cuya iniciativa surgió tras la proclamación de la banda terrorista ETA de un “alto el fuego permanente”, el pasado mes de abril.Casi sin descanso, como reconoció el profesor José Luis Orella, con mucho esfuerzo y trabajo, nueve expertos en terrorismo se pusieron manos a la obra para elaborar un estudio en el que quedase vigente la factura de la tregua: “Muchas muertes y una reinterpretación de la historia a medida de un grupo armado, que tiene un apoyo importante en la población pero no determinante en la sociedad”. Así, resumió el objetivo del libro, “que la gente no se hiciese falsas esperanzas”, además de dar a conocer mejor la situación que se está viviendo en este momento en España.

“La tregua de ETA. Mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” es el título completo de la obra que dirige el profesor Orella y cuyos coautores son José Basaburua, Antonio Beristain, José Ignacio Echaniz, Rafael Ibáñez Hernández, Jesús Laínz, Jaime Larrínaga, Manuel Morillo y Fernando José Vaquero Oroquieta. El propio José Luis Orella explicó el porqué del titular.

En relación a las mentiras, hizo referencia a la interpretación de la historia: “La insistencia de un país que es ocupado por otro”. En este sentido, ahondó en que España es una nación fruto en su origen de los propios vascos.

Respecto a los tópicos, sostuvo que se dan por “un mal concepto de nacionalidad”, de hecho, la existencia de diversas lenguas o prototipos raciales no es la causa de que haya distintos pueblos o diferentes naciones sino que España es “una nación plural, una comunidad histórica con una idea común”.

En cuanto a las esperanzas, advirtió de que “no se pueden aceptar los argumentos de un grupo armado por conseguir una situación de paz”, que, además ha conseguido ser interlocutor “poniendo muertos por encima de la mesa”. El profesor José Luis Orella incidió en que no es viable interpretar un discurso político procedente de un sector social que aboga por reconocer una nación no existente. Sin embargo, lamentó que en estos momentos no se sabe ni lo que es una nación, “un concepto sin el cual no es posible ni sentarnos a la mesa”. “El único argumento que tiene ETA para sentarse a negociar es: O usted se sienta o yo sigo matando. En esas condiciones yo no me siento”, apostilló.

Sobre cómo llevar el proceso de negociación, los partidos políticos no coinciden. Según expresó, el PSOE ha encontrado un modelo de Gobierno, “un Estado federal, más bien confederal, en el cual poder reeditar un modelo tripartito en el que el Partido Socialista (grupo dominante) formase coalición de izquierdas con formaciones independentistas”. Sin embargo, el papel del Partido Popular en el proceso no es otro que el “fuera de juego”. El profesor Orella destacó que el principal partido de la oposición “está careciendo de un discurso atractivo y está subrayando un autonomismo muy criticado”.

En toda esta batalla no han faltado las numerosísimas víctimas y es precisamente en este proceso donde deberían ser escuchadas, tenerlas “en primera línea porque son los protagonistas, quienes han muerto por defender sus ideas o por proteger las vidas de los demás”. Otra cuestión a la que se refirió fue al perdón, una actitud que sería consecuencia de una respuesta a un arrepentimiento. “Lo que no se puede es que por unas negociaciones con unos objetivos políticos vuelvan a tener que ser nuevamente las víctimas, testigos abandonados que ya sufrieron. Parece que al final los encapuchados tenemos que ser nosotros. La gente que ha defendido al resto de la sociedad tienen que vivir ocultos por el ambiente de miedo”.

Aún así, consideró que es posible que se alcance la paz en el País Vasco y se mostró optimista ante el futuro que se avecina, aunque defendió que serán aquellos que tienen una visión católica y un compromiso social quienes transformen esa sociedad. “Habrá un relevo generacional”, vaticinó. De ahí, la importancia de grupos y colectivos que comparten este espíritu y que son auténticos grupos de movilización.

El profesor Orella consideró que la influencia de la Iglesia ha sido muy importante en el País Vasco, “es la maestra”. Así, afirmó que se está produciendo un cambio. “La importancia que monseñor Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, tiene actualmente en Vizcaya no es la misma que cuando llegó, porque estaba sólo. Ahora empieza a disponer de un mundo laical católico con una fidelidad a Roma”. Y añadió: “La Iglesia busca respuestas a nivel generacional, habrá que esperar todavía de 15 a 20 años”.

Finalmente, y “poniendo el dedo en la llaga”, puso de manifiesto lo que se propone en la obra, es decir, un intento de entender por qué un grupo terrorista tiene tal apoyo (un 12% de la población vasca) y concluyó: “Su discurso político es muy atractivo”. En esta línea, ahondó en que lo que realmente reivindican los autores es que hay que recuperar el papel pedagógico-informativo de lo que se es España, único mensaje que puede revalidar los principios falsos históricos. “Tenemos un desconocimiento profundo de una historia gloriosa”.
 Análisis Digital, 25 de mayo de 2006

Larrinaga acusa al Gobierno y a los nacionalistas de querer vender la paz por poder

El sacerdote vasco Jaime Larrinaga, que tuvo que abandonar la parroquia de la localidad vizcaína de Maruri debido a la presión de ETA, cree que en el País Vasco no habrá paz «sin justicia ni libertad», y acusó a los nacionalistas y al Gobierno de querer vender «la mercancía de la paz» para «conseguir el poder».

Bajo su punto de vista, los nacionalistas y el Gobierno de Zapatero quieren vender a la ciudadanía «con toda su batería de poder, incluido el religioso redentorista irlandés, la mercancía de la paz». El sacerdote quiso aclarar, en declaraciones a Onda Cero, que en España no hay un conflicto con dos bandos enfrentados, sino «un bando que mata, que es la banda terrorista ETA, y el otro que pone los muertos y que quiere vivir dentro del marco de la Constitución y del Estatuto vasco».

Libertad

Además, apuntó que lo que la población vasca exige es libertad. «El grito de la población en las manifestaciones de San Sebastián y Madrid era el de libertad, no de paz» y, para Larrinaga, «no habrá paz sin justicia y sin libertad».

En este sentido, acusó a los nacionalistas vascos y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de no buscar la paz sino el poder, y «utilizando la mercancía de la paz para conseguirlo», agregó.

Dicho esto, criticó que Zapatero diga que se dan las condiciones para iniciar una negociación con ETA cuando las personas no nacionalistas que viven en el País Vasco no tienen voz. «Hay cerca de mil muertos, más de 250.000 personas han tenido que salir del País Vasco, y los que han quedado no nacionalistas, no pueden expresarse libremente», señaló. EUROPA PRESS

El Diario Vasco, 22 de abril de 2006

Jaime Larrínaga en Onda Cero

En torno a las 9 de la mañana de hoy, viernes 21 de abril de 2006, Jaime Larrínaga, presidente de Foro El Salvador y ex-párroco de Maruri, ha desarrollado, a requerimiento de Carlos Herrera en su programa matinal de Onda Cero y durante más de quince minutos, una incisiva intervención en la que se ha manifestado con la claridad y coherencia que le caracteriza.

Además de rememorar algunas de sus experiencias vitales y exponer el clima de falta de libertad que se sigue viviendo en el País Vasco, ha denunciado las evidentes mentiras del presidente del Gobierno español manifestadas a lo largo de los últimos meses, la ausencia de contenidos firmes y de calado en un mal llamado proceso de paz desvinculado a la libertad y a la justicia; y el olvido de las víctimas de ETA. Igualmente se ha manifestado con dureza ante el papel y las manifestaciones del redentorista irlandés Alec Reid. Una aclaratoria y muy necesaria intervención sin complejos que nos recuerda que la paz que no se cimienta sobre la verdad, la justicia y la libertad, es una falsa paz cerrada en falso.

Redacción de Foro El Salvador.

Entrevistamos a Jaime Larrínaga: víctimas del terrorismo, negociación con ETA, retos éticos, Iglesia y sociedad.

Una vez celebrada la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el pasado 4 de junio de 2005 en Madrid, en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos entrevistado a D. Jaime Larrínaga, cofundador de Foro El Salvador, al objeto de conocer algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual.

 

Entrevistamos a Jaime Larrínaga: víctimas del terrorismo, negociación con ETA, retos éticos, Iglesia y sociedad.

 

D. Jaime Larrínaga, en su día, alcanzó una notable celebridad mediática, aunque no buscada, por su decidido posicionamiento público en defensa de las víctimas del terrorismo. Ello le llevó, junto a otros, a la fundación de Foro El Salvador (entidad vasca que agrupa a católicos movilizados en defensa de las víctimas del terrorismo y frente al nacionalismo excluyente); a que le fuera asignara escolta policial (primer caso de sacerdote vasco en semejante situación); y a dejar finalmente su querida parroquia de Maruri, en Vizcaya, a causa de la presión totalitaria desplegada por el nacionalismo vasco excluyente en contra de su persona y de quienes le apoyaban. Transcurridas, ya, unas semanas desde la celebración de la multitudinaria manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos querido entrevistarle para que nos expusiera algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual.

 

 

Pregunta: ¿Siguen vigentes las razones que le impulsaron a la fundación, en su día y junto a otros compañeros y amigos vascos, Foro El Salvador?

 

Respuesta: Son tiempos importantes los que vivimos. Por esa razón, mis respuestas a la entrevista no quiero que sean “correctas políticamente” sino más bien, “correctas a mi conciencia”. El Foro EL SALVADOR empezó su andadura, demasiado tarde, dos años después de la liberación de lo que quedaba de Ortega Lara y del vil asesinato de Miguel Angel Blanco. El Foro EL SALVADOR denuncia, con todas las fuerzas, las barbaridades y atrocidades de ETA y de sus cómplices: los nacionalistas, muchos de los empresarios que siguen pagando el impuesto revolucionario y la Iglesia vasca por su conducta generalmente nacionalista. Al mismo tiempo, el Foro quiere, sin tibiezas, apoyar a las víctimas, los más pobres de nuestra sociedad, así como darles el calor cristiano que pedían y no encontraban por ninguna parte.
Todos somos conscientes de cómo la sociedad española ha rectificado positivamente su relación con las víctimas, como recientemente demostró en la manifestación del 4 de Junio en Madrid. Pero no nos podemos dormir y por esta razón  el  Foro EL SALVADOR, cumpliendo con su misión de ser la voz de las víctimas, denuncia y protesta de que el Gobierno de España está a punto de cometer el mayor atentado contra las víctimas del terrorismo, negociando y sólo escuchando a los terroristas de ETA. Dialogar con ellos es darles una parte de la razón, y cómo un Gobierno, mínimamente digno, puede hablar precisamente con los asesinos que quitaron para siempre la palabra a tanta gente. No se puede construir la paz sin justicia, y la justicia debe ser independiente a quien esté en el poder: la derecha o la izquierda. Escuche el Gobierno a las víctimas, y no a ETA y a Ezquerra Republicana.
La dignidad de un pueblo está en las víctimas. El Gobierno que las olvida,  pierde toda su dignidad y su credibilidad.  

 

 

P.: Transcurridos varios años desde la creación de Foro El Salvador, según su criterio, ¿se observan indicios de cambio, en la Iglesia vasca, orientados a la acogida de las víctimas del terrorismo y en contra de la polarización social provocada por un nacionalismo excluyente que, al parecer, también sedujo en el pasado a un sector significativo de la misma?

 

R.: Actualmente la sociedad vasca esta fracturada, está rota, por obra y gracia del terrorismo de ETA, con la complicidad activa y pasiva de las jerarquías políticas -Gobierno vasco- y eclesiásticas. En ella, algo menos de la mitad, según las estadísticas, es nacionalista y, además, separatista, y tiene todos los derechos.  El otro grupo, más de la mitad de la población, es constitucionalista, no puede hablar libremente ni expresarse, y siempre bajo la amenaza del atentado contra sus bienes o contra sus vidas. Hay un tercer grupo -una minoría- que se declara nacionalista separatista y terrorista, y que habla con la fuerza bruta de las pistolas y de las bombas.
La mayor parte de los textos de los obispos vascos adolecen de la ambigüedad, las evasivas, los eufemismos y la equidistancia entre víctimas  y verdugos. Sin embargo, a finales del año 2.000 D. Ricardo Blázquez tuvo un recuerdo para las víctimas y pidió perdón “por la falta de atención que ha podido tener la Iglesia de Vizcaya con las víctimas del terrorismo”. Incluso D. Ricardo ha decidido presidir, contra el parecer del presbiterio, los funerales de todas las víctimas del terror.
Mns. Setién  en el Club Siglo XXI de Madrid en 1.991 defendió el reconocimiento del derecho de autodeterminación como solución al problema de la violencia -la Iglesia vasca nunca utiliza el término terrorismo -.
En 1.995 los prelados vascos apoyan una negociación entre ETA y el Gobierno en la que la propia Iglesia vasca se prestaba a hacer labores de mediación. Y pese a la indignación de los sectores no nacionalistas, la Conferencia Episcopal salió en defensa de los obispos vascos.
La Iglesia vasca  nunca ha dicho que la coincidencia con los fines de ETA contamina la actividad de cualquier partido nacionalista. En general los obispos vascos no han sido mucho más generosos con las víctimas de ETA, ni más duros con los asesinos encarcelados. Todos, en mayor o menor medida, se han mostrado comprensivos con los etarras y poco piadosos con las víctimas.

 

 

P.: El nuevo movimiento cívico vasco viene sufriendo sucesivas derrotas: los partidos constitucionalistas no lograron expulsar al PNV del Gobierno vasco en las elecciones autonómicas, se ha roto la unidad constitucionalista, el PSE-PSOE se deja arrastrar en una verdadera deriva táctica e ideológica, José Luis Rodríguez Zapatero y sus aliados nacionalistas han desmontada buena parte de la arquitectura antiterrorista edificada desde los gobiernos del Partidos Popular, se ha dividido artificial y sectariamente a las víctimas del terrorismo... En estas durísimas circunstancias, la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, el pasado 4 de junio, ¿puede suponer un punto de inflexión en esta dramática trayectoria?

 

R.: A partir del 4-Junio cada uno sabe dónde esta. Con las víctimas o con los intereses de algunos partidos políticos. El 4 de Junio pudimos manifestar claramente  nuestra situación: los que fuimos a la manifestación y apoyamos totalmente a las víctimas, y los que no fueron, plegándose a los intereses de los partidos. La crisis que ha surgido en estos últimos tiempos en los movimientos cívicos servirá para fortalecernos más aún a los que nos hemos quedado con las víctimas y su memoria: VERDAD, JUSTICIA, PERDÓN Y PAZ. No se puede alcanzar la paz fuera de esta memoria.
Ahora, cuando el Gobierno quiere establecer su política terrorista con los nacionalistas, para quienes las víctimas son molestas, es precisamente ahora cuando no les debemos fallar. Los que estamos con las víctimas protestamos y denunciamos la política del Gobierno, nefasta para los que sufren la pérdida de un ser querido. Después del 4-J, y después de la crisis y de la espantada de algún movimiento, los que nos hemos quedado con las víctimas, nos hemos fortalecido.

 

 

P.: El movimiento cívico vasco sufre una profunda crisis en parte derivada de la renuncia del socialismo oficial español a algunos de sus presupuestos ideológicos más importantes. Al quedar el Partido Popular como principal valedor del constitucionalismo, ¿no se corre el riesgo de que este movimiento sea instrumentalizado por el Partido Popular y pierda frescura, iniciativa y anclajes sociales?

 

R.: Es verdad que algunos movimientos han sucumbido a los encantos de nacionalistas y socialistas. En este último año las víctimas han ido perdiendo el calor y el apoyo y no quisiéramos que sufran la soledad y el olvido por parte de la sociedad, como en los años ochenta. Los medios de comunicación en España, en su mayoría, se han plegado a los intereses de los poderosos, del Gobierno y de las minorías nacionalistas. ¡Qué horror, estar con los terroristas antes que con las víctimas! El PSOE, cuando estaba en la oposición, tuvo una política digna con el Gobierno del PP, en la política antiterrorista y en la defensa y apoyo de las víctimas, como es la Justicia restaurativa.
Todas las víctimas de ETA, también las del bando socialista, tienen que sufrir de nuevo esta afrenta por parte del Gobierno. Que el PP, con esa masa social que representa al 40% de la población española, nos apoye en nuestros planteamientos, no significa que vayamos a perder nuestra independencia ni traicionar a nuestros principios. Dentro del amplio programa del PP, el problema de las víctimas, un problema concreto y puntual, coincide fundamentalmente con el de los movimientos cívicos. Nosotros no nos hemos adaptado, ellos se han adaptado a nuestro programa y exigencias, de la misma forma en la que se adaptaron los socialistas cuando estaban en la oposición. Pero ahora en el poder, se han alejado de nuestro programa y se han aliado con los nacionalistas y sus defendidos, los terroristas.

 

 

P.: Desde que, personalmente, se implicó en la defensa de las víctimas del terrorismo, ¿ha mejorado su situación?, ¿se ha avanzado en el reconocimiento social de su dolor y heroica aportación a la construcción de la convivencia nacional?

 

R.: Sin ninguna duda. Como se demostró en la manifestación del 4-J. Actualmente las víctimas no son las personas olvidadas o tapadas de la sociedad española. Son reconocidas y queridas en gran parte de España. Aunque queda mucho por hacer por ellas en el País Vasco, por la política nacionalista del Gobierno y la actuación, poco clara y valiente, de la Iglesia vasca.

 

 

P.: Los grandes medios de comunicación españoles, ¿están contribuyendo a la clarificación social y moral de la sociedad española o, por el contrario, algunos de ellos, están impulsando cierto oscurecimiento de su conciencia ética y la desmovilización social?

 

R.: En la gran manifestación del 4-J, las víctimas y los miles de españoles que llenaron las calles de Madrid no cesaron de agradecer, a lo largo de todo el recorrido, a la Cadena COPE, por su postura clara a favor de las víctimas. No nos tenemos que olvidar de otros medios, como ONDA CERO, INTERECONOMÍA y otras emisoras más modestas, todos ellos con una actuación digna y honesta con las víctimas.
Otras emisoras, poderosas, privadas y públicas, financiadas además por todos los españoles, incluidas las víctimas, se dedican a dividir, a debilitar y a ofender a las pobres víctimas, así como a desmantelar todo el trabajo realizado en estos últimos años por los distintos movimientos cívicos españoles.
El 4-J la manifestación de cerca de un millón de españoles en Madrid, un hecho sin precedentes contra la política antiterrorista del Gobierno, el que sólo fuese TELEMADRID el que informase toda la manifestación, significa que la libertad así como la democracia actualmente en España están en grave crisis. Fuera de la Comunidad de Madrid no pudieron enterarse de lo que pasó en Madrid. El Gobierno, como hacen todas las Dictaduras, informa sólo de lo que le interesa. Y los diarios, la mayoría plegados a los intereses del Gobierno, publicaron que sólo se manifestaron 60.000 personas. De auténtica risa. ¡Cómo manipulan y tergiversan la realidad! Da pena que en España -no podemos olvidar que estamos en Europa- tengamos esta democracia bananera. Tenemos poca tradición democrática; aún tenemos que trabajar mucho. Tenemos poca prensa independiente y que informe bien.

 

 

P.: Son unos hechos objetivos, y fácilmente perceptibles, la ausencia de compromiso social y la desmovilización ciudadana de buena parte de la sociedad española ante los graves dilemas históricos que se le han planteado en la última década ¿Qué razones explican, a su juicio, esta realidad?

 

R.: Hasta hace más o menos 40 años, la sociedad española era una sociedad primitiva, arcaica, subdesarrollada. Es en los últimos años del franquismo cuando se da una fuerte transformación en la sociedad española. Se da el paso del subdesarrollo al desarrollo, en el que nace una clase media, alta y media, numerosa y fuerte y que empieza a tener cada vez más protagonismo en la vida pública española. Es gracias a esa clase media por la que se hace pacíficamente la transición de la dictadura o dictablanda, a la democracia. Pero la clase media española, que cada día vive mejor, carece de tradición reivindicativa.
Actualmente se nota en este sector una gran preocupación por consolidar una verdadera vertebración de nuestra España plural, como una política clara exterior, sin olvidarnos de los grandes temas como son la familia, la educación, el matrimonio,...
No puede funcionar una España de autonomías o federal sin solidaridad. Y actualmente España, sometida y dirigida por la política nacionalista de los catalanes y vascos, carece de esa solidaridad necesaria.
Para mí, la clase media española, que es la que da estilo, la que marca las pautas, debería de participar más en consolidar la forma de Estado, así como en establecer las bases políticas y sociales de igualdad de derechos y deberes de todos los españoles, no de los territorios, como ocurre en toda Europa.

 

 

P.: El PSOE, particularmente el vasco, ¿tiene posibilidades de un recambio, en su liderazgo, coherente con la tradición política de izquierdas que aseguraba buscar la justicia social y la igualdad ante la Ley de los españoles?

 

R.: Los socialistas vascos que podrían liderar un cambio están “anulados” o en dique seco, como es el caso de Nicolás Redondo, Gotzone Mora, Rosa Díez, Maite Pagaza... Los actuales líderes del PSOE en el País Vasco están tan afectados por el “virus nacionalista”, que están totalmente “vacíos” como socialistas. Deplorable la conducta reciente de Patxi López, candidato socialista a Lehendakari, con María San Gil, líder del PP, y con los representantes políticos de ETA. La línea oficial del socialismo vasco ha perdido su identidad y no se ha librado aún de su tradicional odio a la derecha, pero a la derecha española, no a la derecha vasca nacionalista, a la que es capaz de hacer cualquier trabajo sucio, porque las dos odian a la derecha española por distintos motivos.

 

 

P.: ¿Qué ha hecho mal el centroderecha español para merecer la situación de marginación en que se encuentra?

 

R.: Los socialistas no supieron digerir la derrota del Gobierno de Felipe González, basada fundamentalmente en la gran corrupción que había en su Gobierno, como en los aledaños del poder. Tampoco muchos de la izquierda se han olvidado aún de la guerra civil, por lo que el odio a la derecha es ya congénito para ellos.
Cuando el centroderecha español gozó de la mayoría para gobernar con Aznar, el Gobierno infravaloró el poder de los medios de comunicación, entregándolos a grupos de poder que actualmente se han convertido en el mayor enemigo del centroderecha y al mismo tiempo en los grandes aliados y cómplices del poder socialista actual.
Y el Gobierno actual, que nace viciado el 14-M del año 2.004, es un sometimiento a la dictadura de las minorías nacionalistas, cuyos fines no son la unidad de la nación española con su pluralidad regional y con la solidaridad entre sus distintas tierras, sino la fractura de España, un volver a la Edad Media, una auténtica irracionalidad de los nacionalistas. Pero lo más grave de todo esto es que, sabiendo cómo piensan los nacionalistas catalanes y vascos, el Gobierno socialista siga las directrices nacionalistas. Todo por intentar marginar y aislar al PP, que representa a un gran sector de la población española. Con esa mentalidad, muy difícilmente se puede gobernar. ¡Qué odio debe tener la izquierda! Muchas veces me pregunto si les interesa España a los socialistas.

 

 

P.: ¿Cuáles son las raíces, a su juicio, de las constantes muestras de anticatolicismo militante de amplios sectores sociales españoles encabezados por el actual Gobierno y el partido que le sustenta?

 

R.: El papel positivo de la Iglesia en la normalización de la vida política española en los últimos años del franquismo y en la transición a la democracia, ha sido reconocido públicamente por todos. Las relaciones de la Iglesia con el gobierno de Felipe González fueron normales. Pero actualmente en el Gobierno de Rodríguez Zapatero están aflorando muestras de anticatolicismo por parte de muchos socialistas, nostálgicos de aquel sectarismo de la 2ª República que a la postre condujo a la guerra civil española.
España, uno de los países europeos más católico, y sin embargo no hay en Europa un país en el que el anticatolicismo sea mayor que en España, especialmente por parte de la izquierda. Una raíz sería esa tradición de la izquierda.
También en España hay una gran incultura religiosa, y sin embargo todos discuten de religión, todos creen saber de religión y de política. La realidad es que la ignorancia religiosa en España es muy grande, y el futuro que se nos avecina, muy negro. Las leyes de Educación del Gobierno socialista agravarán aún más la situación.
Otra de las raíces es el falso concepto del progresismo que la izquierda nos vende. El progreso, en vez de acercarnos a la libertad, a la verdad y a la justicia, el concepto que nos quieren vender nos encadena a la barbarie, al error y a la injusticia.
Y para terminar, hay que decir sin miedo que en los últimos tiempos, en el campo social, la Iglesia española no ha dado motivos para justificar, de alguna forma, ese anticatolicismo.

 

 

P.: ¿Todavía tiene algo que aportar la Iglesia católica al hombre posmoderno, satisfecho, consumista, hipercrítico y nihilista de hoy?

 

R.: Sin ninguna duda. A pesar de que el hombre actual pueda gozar de todos los logros materiales, sin embargo no es feliz, no es un hombre satisfecho. Tiene mucha sed de amor, de felicidad, de libertad, de verdad. La vida no es sólo materia, tiene un profundo sentido trascendental, que viene a dar un pleno sentido a la vida. Esta es la misión de la Iglesia, por mandato de Cristo: ser Luz y Camino para los hombres, satisfacer las grandes necesidades de los hombres y de las  mujeres, descubriéndonos la gran misión que tenemos en nuestro mundo. El plan que Dios tiene para los hombres y las mujeres es apasionante y totalmente feliz: desarrollarnos plenamente en un mundo en el que somos los señores y a la vez responsables de toda la creación.
Esta es la gran misión y el servicio de la Iglesia a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo.

 

 

P.: La Iglesia española, ¿tiene alguna capacidad para impulsar la regeneración ética y ciudadana de la vida social, cultural y política españolas?, ¿debe hacerlo?

 

R.: Nadie duda de la capacidad de la Iglesia para impulsar una regeneración ética en toda la vida española. Yo diría más, es obligación de la iglesia ser luz del mundo y sal de la tierra. Pero no para imponerse y tener todo bajo su poder, sino para cumplir con el gran mandato de Cristo: SERVIR a todos los hombres y a todas las mujeres, ayudar a cada uno a desarrollarse plenamente, recordándonos que somos IMAGEN y SEMEJANZA de Dios.
La Iglesia no olvida nunca que en todo hombre y en toda mujer está Dios,  Nos recuerda la Iglesia que la persona humana es el icono de la Divinidad.

 

 

P.: Por cierto, D. Jaime, pero ¿no estábamos todos de acuerdo en que “los curas no deben meterse en política”?

 

R.: A los políticos no les gusta que los curas u otras personas ajenas al mundo político, les molestemos. Los curas, que se queden en la sacristía, dicen los políticos. No hay que olvidar que en el País Vasco “meterse en política” es criticar al nacionalismo, mientras que defenderlo, que es lo que hacen la mayoría de los sacerdotes, no supone intervenir en política.
No se puede llevar el Evangelio, la Buena Nueva, si no se respetan los derechos humanos, como el derecho a la vida como ocurre en Euskadi desde hace muchos años. Sin derechos humanos, es difícil llevar a Dios. Tenemos que recuperar al hombre en su plenitud de derechos, para encontrar a Dios. El hombre y la mujer me interesan, y mucho, lo que más. En ellos esta Dios.
El Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal Ratzinger, decía que sin libertad no puede haber una verdadera revelación de Dios. Es muy difícil llevar a Dios a hombres y mujeres que carecen de libertad. Sin ninguna duda, Dios nos quiere libres, y todo lo que hagamos a favor de la libertad, recibe todas las bendiciones de Dios. Este es uno de mis “leit-motive” en la lucha por la libertad en el País Vasco; muy importante para mí, pues una sociedad que se acostumbra a vivir sin libertad, se acostumbra también a vivir sin Dios.
Trabajar por los derechos humanos es lo más evangélico.

 

 

P.: ¿Nos permite, para terminar una pregunta personal? Para mantenerse en pie, fiel a la Iglesia y al compromiso con los más débiles de nuestra sociedad, ¿en qué -o quien- se apoya Jaime Larrínaga?

 

R.: En verdad es difícil mantenerte en pie, con dignidad, en contra de gran parte de sociedad “políticamente correcta”, incluso perdiendo la amistad de muchos amigos –no pudieron ser verdaderos amigos los que no saben respetar- y familiares. La explicación está en la fuerza interior, en esa fe en Cristo que me hace fuerte para nadar contra-corriente y para ayudar y defender a las víctimas. Por esta conducta, hace tiempo que duermo felizmente. Gracias, víctimas.
“Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por defender la justicia y la libertad de los más pobres”, en este caso de las víctimas. “Estad alegres y contentos”. Son palabras de Jesús para todos.
También gracias a tanta gente, hombres y mujeres, que venía todos los domingos a participar en la Eucaristía que presidía en Maruri y a manifestarme el apoyo y el cariño. Venían con gran sacrificio para apoyarme en mi lucha por la libertad y por las víctimas, pero volvían también contentos a sus casas y con muchas ganas de luchar, durante la semana, por los derechos humanos, pisoteados en el País Vasco.
Gracias también  a tanta gente que me escribió y me escribe felicitándome y animándome a seguir fiel a las víctimas. Gracias a todos.

 

Aprovecho, finalmente, la entrevista, para compartir unas reflexiones que me parecen fundamentales. Ante los acontecimientos que se precipitan, -decisiones de los jueces con respecto a asesinos de ETA, vuelta del brazo político de ETA a las instituciones, libertad de actuación para los grupos juveniles de ETA...-, que son cesiones del Gobierno a los terroristas, mientras ellos sólo prometen no atentar (¿) a cargos políticos, pero el terror y el miedo siguen y son ellos, los terroristas, los que dirigen la política de Rodríguez Zapatero: lanzo un S. O. S. a la sensatez de la sociedad española. No permitamos locuras por parte del Gobierno.

 

Muchas gracias.

 

 

Entrevista efectuada por Fernando José Vaquero Oroquieta

Revista Arbil, número 94, junio de 2005