Blogia
Foro El Salvador

Entrevistas al Foro

El “lobo solitario”, ¿nueva especie terrorista?

El “lobo solitario”, ¿nueva especie terrorista?

Se está celebrando en Oslo, a lo largo de estas semanas, el juicio contra Anders Behring Breivik, autor de los 2 atentados que, en el pasado mes de julio de 2011, costaron 77 vidas humanas en Noruega. Pero no es el único caso de un “lobo solitario” que ha sembrado el caos por Europa últimamente. Recordemos a Mohamed Merah, responsable de sendos atentados en Toulouse y Montauban, en los que asesinó a 7 personas en marzo de este mismo año.

En tales circunstancias, el Director de Opinión de DiarioYa.es, José Luis Orella, ha dialogado en Pamplona con Fernando José Vaquero Oroquieta, estudioso del terrorismo, colaborador ocasional de este medio y autor del libro “La ruta del odio”, sobre este fenómeno que se presenta tan novedoso como inquietante.

Pregunta: En su libro “La ruta del odio”, en el apartado expresamente dedicado al fenómeno de los terroristas solitarios, concluye que “el terrorismo no es para solitarios”. Los casos de Breivik y Merah, ¿no contradicen su tesis?

Respuesta: En absoluto. Son la excepción, junto a otros, de la norma general. En el apartado 28 de mi libro hablo de otros casos significativos y excepcionales de esta rara especie. Fue el caso de Theodore Kaczynski, “unabomber”. Este antiguo profesor universitario rompió con el mundo industrializado hacia 1970 y se recluyó en una cabaña aislada de un recóndito paraje del estado de Montana. Desde 1978 a 1995 explotaron 16 bombas por él confeccionadas, causando 3 muertos y 23 heridos. Se definía como “anarquista anti-tecnología”. Y actuó sólo, sin que nadie siguiera su legado. Pero para que el terrorismo sea eficaz y su estrategia tenga continuidad, se requiere de una cierta estructura especializada y jerarquizada, con medios humanos y materiales, una cultura organizativa, unas tácticas elaboradas, todo ello aderezado con una ideología de orientación totalitaria. Una única persona difícilmente puede conseguir todo lo anterior, si bien Internet lo está facilitando y mucho. No obstante, para el común de los mortales, sigue siendo un propósito muy complejo. Me remito a la experiencia. Si usted, por ejemplo, pretende hacerse con una pistola en el “mercado negro”, tiene muchas más posibilidades de ser engañad en el intento, de ser extorsionado, incluso detenido, que de conseguirla.

P.: Ya que los ha mencionado, los de inspiración anarquista, ¿son otro supuesto de terroristas solitarios?

R.: En su inmensa mayoría, especialmente a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, su “edad de oro”, los protagonizaron pequeños grupos caracterizados por un voluntarismo y fanatismo formidables. Su extremo individualismo, tributo de su ideología libertaria y su rechazo de cualquier disciplina externa y de toda jerarquía, les arrastró a que el número de sus integrantes fuera muy pequeño: incluso de unos escasos dos o tres sujetos. Pero, al igual que en la categoría de los terroristas suicidas, ya existía, no tanto una gran organización que les empujara a ello de alguna manera (España fue la excepción, con una CNT y una FAI permanentemente proclives a la insurrección, salvo en el momento actual en que son un pálido reflejo de lo que fueron), como un caldo de cultivo, un entorno social proclives, que podían facilitarles medios, técnicas y excusas.

P.: Los terroristas suicidas: ¿no son, según su criterio, otro supuesto de esta atípica variedad?

R.: No. Los terroristas suicidas –tamiles, palestinos, libaneses, iraquíes, afganos, argelinos…- cuentan siempre con redes terroristas que les han reclutado y adiestrado, proporcionándoles las técnicas y medios para consumar esos atentados en muchas ocasiones dramáticamente letales. La última fase de ejecución de esta modalidad es la individual: su explosión lo más cerca posible del objetivo elegido por esos otros; una comisaría de policía, un puesto de control del ejército, una oficina de alistamiento, una mezquita rival, un mercado público, un autobús de línea…

P.: Sin duda Merah contaba con el submundo de la Yihad terrorista de Al Qaeda y grupos análogos, pero ¿Breivik?

R.: Todo indica que actuó solo. Existen, ciertamente, grupitos que preconizan la “supremacía blanca” y otras zarandajas similares (como la resistencia frente un supuesto “Gobierno mundial sionista”), pero su realidad es mucho más endeble y precaria que la del terrorismo yihadista. Mucho desequilibrado anda suelto por esos feudos. Breivik es otra cosa. De hecho saludó al Tribunal con el brazo extendido, pero con el puño cerrado (un gesto propio de la izquierda revolucionaria, y no fascista, tal y como nos aseguran desde los mayoritarios medios de comunicación), formaba parte de una secta paramasónica más excéntrica de lo habitual, odia al catolicismo, profesa un protestantismo cuanto menos extrañísimo. Es un sujeto que sufre –diciéndolo llanamente- un descomunal “cacao mental”. Y letal, ciertamente, pero no tanto por sus propias cualidades, como por las carencias de la seguridad noruega. Ese interés mediático en etiquetar a este sujeto como un ultraderechista parece más relacionado con ciertas maniobras orquestadas frente al auge de las opciones políticas identitarias en buena parte de Europa (España vuelve a ser la excepción).

P.: Entonces, ¿qué une a Merah y Breivik?

R.: Un odio feroz, Internet, el terror como instrumento al servicio de su delirio, cierto caldo de cultivo totalitario, un seguro desajuste personal y social, una Europa desorientada...

P.: ¿Pueden las democracias extraer alguna enseñanza de todo ello?

R.: Sin duda. Deben permanecer vigilantes y en movimiento. Las quiebras de seguridad desveladas por los preparativos de Breivik y Merah deben rectificarse: mayor control de la llamada “delincuencia común”, especialmente del tráfico de armas y explosivos; un control del movimiento de personas por los diversos espacios geopolíticos; intercambio de información eficaz entre los Servicios de Inteligencia, nacionales y extranjeros; intervención decidida del antiterrorismo estatal y de la contrainteligencia en Internet y redes sociales. No en vano, Internet no es sólo comunicación: es un instrumento extraordinario para la adquisición de conocimientos y mercaderías; acaso letales. Así es: un aspirante a terrorista puede encontrar vía Internet todo lo necesario para perpetrar un atentado con explosivos. No obstante, se me antoja que la crisis es, ante todo, moral: de nada sirve la tecnología sin una moral colectiva seria, razonable y coherente.

P.: Solitarios, inadaptados, terroristas camuflados en la “normalidad”, ¿vivimos, acaso, en una sociedad que, de alguna manera, favorece estos terroríficos comportamientos?

R.: En cierto modo así es. Y no sólo me refiero a las casi infinitas posibilidades que ofrece Internet, sino al carácter intrínseco de nuestra sociedad actual, enferma en buena medida: camufla solitarios, alimenta mitómanos, es indiferente ante la soledad y el sufrimiento, desarticula a la familia y a las comunidades, impone pautas de comportamiento por mandato cultural y mediático, relativizaa toda creencia, elimina lo sagrado, desarraiga al hombre de la naturaleza, infantiliza a las personas mediante la satisfacción de sus instintos, destroza a la autoridad tradicional y, sobre todo, según afirmaba Hannah Arendt, banaliza el mal.

P.: ¿Padeceremos nuevos golpes de terroristas solitarios?

R.: Probablemente sí. El terrorismo ha demostrado a lo largo de su triste historia una enorme capacidad de adaptación, incluso de anticipación a la respuesta estatal. La persistencia y transformación de ideologías que justifican el terrorismo encuentra en nuestro mundo globalizado nuevas oportunidades para la “acción directa”, que pasan por sujetos solitarios, o casi. Los entramados terroristas se sirven de cualquier táctica que resulte rentable desde una perspectiva coste/beneficio. La “red de redes” de Al Qaeda ha revolucionado la cultura organizativa de los grupos terroristas. En esa nueva dinámica, la acción de sujetos a título individual encaja en su estrategia a largo plazo. Por ello, dado además que las nuevas tecnologías y las nuevas realidades supranacionales de la globalización lo facilitan; todo ello augura que conoceremos nuevas expresiones terroristas de la mano de sujetos solitarios, aparentemente locos, excéntricos o desesperados. Y no olvidemos, por último, las viejas tácticas de infiltración, provocación o instrumentalización de sujetos de esas características al servicio de intereses ocultos. La historia es rica en esos supuestos: los asesinatos de Sarajevo, el incendio del Reichstag, el asesinato de John F. Kennedy… y tantos otros, algunos de gigantescas repercusiones planetarias, todavía sin resolver.

Entrevistador: Seguiremos atentos. Muchas gracias, Fernando, y hasta otra.

Entrevistado: A vosotros. Siempre es un honor reflexionar sobre estas cuestiones junto a los lectores de DiarioYa.es.

Entrevista realizada por José Luis Orella

http://www.diarioya.es/content/el-%E2%80%9Clobo-solitario%E2%80%9D-%C2%BFnueva-especie-terrorista

José Luis Orella, director del departamento de Historia y Pensamiento de la Universidad CEU San Pablo: “Los políticos no creen que puedan llegar a equivocarse”.

José Luis Orella, director del departamento de Historia y Pensamiento de la Universidad CEU San Pablo: “Los políticos no creen que puedan llegar a equivocarse”. José Luis Orella Martínez, director del departamento de Historia y Pensamiento de la Universidad CEU San Pablo en Madrid, ha hablado a Análisis Digital sobre la ruptura de la tregua por parte de la banda terrorista ETA. Al calificar esta ruptura de “imprudente”, ha lamentado que en este período la banda terrorista se haya reforzado y reorganizado

 

 

El profesor José Luis Orella, coordinador del libro “La tregua de ETA. Mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” en el que nueve expertos explican la factura que supone debe tenerse la tregua decretada por ETA hace ahora 14 meses, ha explicado a Análisis Digital que con esta obra pretendían advertir de que se tuviera cuidado con las treguas, ya que “el precio a pagar era de nuevo articularse y plasmarse de una manera legal en las instituciones”.

 

“Después de la experiencia histórica que tenemos con ETA, las décadas que lleva matando gente, sabiendo cómo actúa y cómo piensa, el camino emprendido por el Gobierno ha sido imprudente”. Así se refirió Orella a la negociación durante la tregua de ETA. “ETA es un grupo que tiene unos objetivos”, recordó y entre ellos destacó la salida de los presos a la calle – como el caso de Ignacio De Juana Chaos- y, a través de una mayoría de izquierdas en Navarra, el acercamiento político a la Comunidad Autónoma Vasca, “acortando así ese proceso de autodeterminación”.

 

Según Orella, tras el comunicado etarra la situación con respecto a la banda parece que ha cambiado, ya que tan sólo en unos días se han producido algunas detenciones de etarras: De Juana volvió a prisión a cumplir su condena y Otegi entró en la cárcel. “En este mundo de negociaciones previas a la tregua, los cambios de actitud suelen ser de debilidad hacia una mayor dureza”, aseguró.

 

Con respecto a la negociación, explicó que el Gobierno ha planteado que se puede negociar manteniendo que no es débil y ahora va a intentar dar una imagen de dureza hacia ETA para demostrar a la sociedad de cara a las elecciones generales, que sabe afrontar los retos que le plantea un grupo terrorista.

 

En este sentido, consideró que la visión que intenta dar el Ejecutivo de Zapatero es “parecer duro” para no perder el próximo año los votos que ha podido vislumbrar en las municipales. Y respecto a un adelanto de las elecciones, dijo que “siempre es conveniente un adelanto electoral ante algunas circunstancias para que la sociedad española se pronuncie”. “Puede ser sano que la sociedad vuelva de nuevo a votar”, añadió.

 

Al referirse a la entrevista televisada el pasado jueves en la que José Luis Rodríguez Zapatero argumentó que “su derecho y su deber era intentarlo”, en relación a acabar con la violencia etarra intentando dialogar con quienes no les tiembla el dedo al apretar el gatillo, Orella reconoció que el presidente del Gobierno reaccionó tras el comunicado etarra con “sorpresa” y lamentó que los políticos “no creen que puedan llegar a equivocarse”.

 

Sobre un posible giro en la estrategia del PSOE en política antiterrorista y una supuesta vuelta al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, tan aclamado por el PP en estos últimos meses, explicó que el Gobierno debe dar respuesta a este nuevo cambio político. A este propósito, consideró que antes de las elecciones generales el PSOE tratará “con una mayor dureza el mundo terrorista y dejará actuar a la policía con su veteranía para evitar atentados e intentar con todos los medios desarticular los comandos que se hayan podido organizar durante este período de tregua”.

 

El Pacto por las Libertades

 

Así, hizo referencia a que el Partido Popular siempre ha mantenido su postura de respetar el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo y combatir juntos la violencia etarra. Sin embargo, el PSOE prefirió arriesgarse y negociar. Ante esta postura afirmó que no cree que Zapatero dé la razón al PP, aunque sí que cree que puede variar la estrategia. Orella se mostró partidario de la unión de las fuerzas políticas para afrontar juntos el terrorismo. “unidad y responsabilidad política”.

 

Con respecto a ANV, al que Zapatero calificó de “legal, democrático y con derechos”, señaló que “un partido político, sea el que sea, no puede defender planteamientos violentos”.

 

Orella lamentó que en este período la banda terrorista haya salido reforzada y se haya reorganizado y comentó que los momentos de falta de vigilancia policial, son aprovechados por todo este tipo de grupos para mejorar su posicionamiento en el caso de una ruptura, conformación de comandos, entrenamientos de sus miembros, rearme, implantación de nuevas zonas…

 

Para Orella, una de las causas por las que los terroristas han finalizado la tregua, es la reciente celebración de las elecciones municipales. “El fin de la tregua no lo podían hacer antes porque existía un plus de votos a favor de las candidaturas de la izquierda abertzale”, manifestó.

 

Sobre la alerta que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hizo a los ciudadanos sobre un inminente atentado de la banda, destacó que “ahora la banda terrorista puede volver a actuar directamente”, ya que el fin de la tregua supone para ETA recuperar un protagonismo. “Con la celebración de las elecciones ya lo ha tenido”. “Un atentando de calidad, por desgracia, -agregó- puede ser el hecho que respalde el protagonismo que quiere tener”.

 

Tras recordar que ETA nació en el año 1959, puso de manifiesto que en estos últimos meses “lo único que se ha demostrado es que seguimos sin saber cómo tratar con un grupo terrorista que lleva haciendo sufrir a la sociedad española desde hace décadas”. “Ha sido un período de debilidad de las instituciones españolas”,concluyó.

 

Análisis Digital, 10 de junio de 2007

Entrevista a Manuel Morillo: “Las víctimas son las que pagan las debilidades del Gobierno”

Entrevista a Manuel Morillo: “Las víctimas son las que pagan las debilidades del Gobierno” Manuel Morillo, experto en terrorismo, ha afirmado a Análisis Digital que “nunca ha habido treguas reales con la intención de terminar con la violencia”

Manuel Morillo, experto en terrorismo ha hablado con Análisis Digital de la próxima manifestación convocada por la AVT en contra de la claudicación del Gobierno ante ETA y ha asegurado que es una “obligación cívica responder a estas concentraciones” ya que Zapatero “no cree en el bien común” y sólo busca popularidad y ganar en las urnas.

“Ya que las votaciones no dan resultado en la defensa de los valores de la gran mayoría, no queda más remedio que darlo a conocer con la demostración personal”. “Hay que salir y es una obligación cívica el responder a estas concentraciones”, afirmó.

El Gobierno sólo quiere pasar a la posteridad, no cree en el bien común

Con respecto a la persistencia del Gobierno socialista en continuar con la estrategia de ceder ante los terroristas, Manuel Morillo aseguró que “el Gobierno no cree en el bien común; piensa que quiere pasar a la posteridad como el gabinete que ha acabado con ETA, un problema que lleva ya 40 años y por otra parte está presionado por los grupos nacionalistas que son los que le están dando la posibilidad de gobernar”, afirmó.

Según Morillo, todos ellos se han visto beneficiados con las acciones de ETA, incluso los líderes de CiU, nunca han renegado de los fines que persigue ETA. “Todos ellos se han visto beneficiados de la presión de ETA”, explicó.

“Zapatero no escucha la voz de las víctimas porque sólo busca resultados electorales”

El papel de las víctimas en este mal llamado proceso de paz, fue otro de los temas destacados. Morillo aseguró que “el Gobierno escucharía las peticiones de las víctimas si pensara que a través de los medios de comunicación van a tener reflejo en la opinión pública y si se va a mostrar finalmente en los resultados electorales”. “Por desgracia, como este Gobierno cree que con ello no va a haber repercusiones electorales, no les importa lo que piensen”.

Las treguas son por motivos logísticos de ETA, no con la intención de acabar con la violencia

Con respecto al rearme de la banda terrorista en Francia, Manuel Morillo dijo que “nunca ha habido treguas reales con la intención de terminar con la violencia. Las treguas que se han producido han sido por motivos logísticos de ETA”.

También explicó que cuando han dejado de matar es porque necesitaban recuperar fuerzas. “Es una especie de golpe de efecto con respecto a la opinión pública y a la vez es una forma de conseguir armas nuevas con el fin de dar un golpe de efecto”, respondió, ya que “los actuales métodos terroristas no son con pistolas”; es un decir “aquí estamos y podemos tener capacidad de seguir actuando”.


Al hablar de la legalización de Batasuna Manuel Morillo aseveró que “la intención del Gobierno es legalizarla, pero espero que los tribunales lo impidan y que se cumpla la ley”.

El PSOE negoció con ETA cuando estaba dentro del pacto contra el terrorismo

“Los pactos con terroristas son indecentes”. “El PSOE negoció con ETA cuando se supone que estaba dentro del pacto contra el terrorismo y su posición pública se suponía que era no negociar, sin embargo los propios terroristas los han desvelado”.

“Las víctimas son las que están presionando para que no se llegue a este nuevo pacto con ETA, pero por desgracia sólo les harán caso en la medida en que gracias a ellos puedan llegar a la opinión pública, no por moral”, afirmó. “Las víctimas son las que pagan las debilidades del Gobierno”.

Análisis Digital, 11 de noviembre de 2006

Entrevista a Fernando Vaquero, militante del Foro El Salvador en Navarra y coautor del libro La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas: “para los terroristas la política antecede a la paz

Entrevista a Fernando Vaquero, militante del Foro El Salvador en Navarra y coautor del libro La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas: “para los terroristas la política antecede a la paz

Con motivo de la manifestación convocada por la AVT para el próximo día 25 de noviembre, Fernando Vaquero, militante del Foro El Salvador en Navarra, ha hecho partícipe a Análisis Digital de algunas de las reflexiones más demandadas por parte de la Opinión Pública respecto al denominado “proceso de paz” y al papel ejercido por el Gobierno durante las últimas semanas

¿Por qué cree que el Gobierno persiste en la estrategia de cesión ante ETA?

Desconozco sus motivos últimos. Supongo que, en su estrategia a largo plazo, cree que, actuando así, va a obtener una serie de réditos políticos: aislando por una parte a la derecha política, consolidando una mayoría junto a la izquierda nacionalista radical, y, acaso, intentando domar o moderar a los nacionalistas más radicales. No existe otra explicación, salvo que actúe a impulsos, lo que no considero posible.

¿Es moral hablar con los terroristas?

Sí, pero no es lo mismo hablar que negociar.

¿Que pactar?

Efectivamente, tú puedes hablar para comprobar cierto estado de ánimo, escuchar sus pretensiones, dialogar con vistas a unas circunstancias puntuales como por ejemplo la resolución de un secuestro. El diálogo más deseado sería el encaminado al establecimiento de las condiciones de su abandono ordenado del terrorismo. Tendría que establecerse un calendario, unas condiciones… pero, hablar por hablar, sin ningún motivo, no tiene sentido.

Dialogar, con vistas a un acuerdo o por el motivo que sea, siguiendo las premisas, los silogismos, los esquemas que planteen ellos, es una trampa dialéctica, pues si asumes las premisas difícilmente no podrás hacer propias sus casi ineludibles conclusiones.

¿A eso es lo que se ha llamado como “proceso de paz”?

Una cosa es el “proceso de paz” y otra es el denominado “proceso de resolución del conflicto”. El “proceso de paz” es el la expresión que emplean el Gobierno y el Partido Socialista de Euskadi-PSOE. La autodenominada izquierda abertzale nunca habla de “proceso de paz”, sino de “proceso de resolución del conflicto”. ¿Es una mera cuestión de términos? Evidentemente, no. En el caso de Zapatero, afirma machaconamente que la paz antecede a la política. Pero, para la izquierda abertzale, es la política la que antecede a la paz. ¿Por qué? Porque para ellos la territorialidad, el acercamiento de presos, y la eliminación de las que consideran “causas de la violencia”, son previas a la conquista de la paz. Son dos procesos aparentemente antagónicos.

Desde esta perspectiva, ¿marcha mal el llamado “proceso de paz”?

Sí, porque no están de acuerdo todavía sobre la naturaleza que tiene este proceso. El pasado 4 de noviembre, Arnaldo Otegi realizó unas declaraciones a Radio Euskadi en las que afirmaba expresamente que “existe una pugna por definir la naturaleza del proceso”. Eso quiere decir que socialistas y abertzales no están de acuerdo, al menos de momento, ni en su metodología, ni en sus objetivos, ni en sus contenidos.

¿Qué esperanzas podemos extraer de este “proceso de paz”?

Los atentados mortales han desaparecido; tampoco hay secuestros. Acaso, cuanto más se prolongue esta situación, más difícil será que esa organización terrorista pueda volver a matar. Pero más que hablar de esperanzas, destacaría una enseñanza: no se puede dialogar, ni pretender alcanzar acuerdo, alguno si no se hace desde la propia identidad y la fidelidad a sus principios.

Sin embargo, hay un rearme de ETA en Francia.

Ello puede responder a varios motivos. Uno, para mantener su maquinaria engrasada. Otra posible causa, para mantener la presión sobre el Gobierno, pues le acusan de no querer “mover ficha”. Una tercera: tienen que prepararse para lo peor, pues para lo mejor siempre están preparados. Pero, en todo caso, es evidente que la organización se mantiene activa y en pleno funcionamiento; de modo que mantienen abiertas todas las opciones.


¿Qué opina sobre la posible legalización de Batasuna?

Depende en qué términos se produzca esa legalización. No es lo mismo un mero cambio nominal y con unos estatutos descafeinados, que si Batasuna renuncia expresa y definitivamente a la “lucha armada”. En el segundo caso, si aceptan todo el ordenamiento y sus mecanismos de cambio, pudiera llegar a ser un partido político como cualquier otro.

¿Cree que el Gobierno está atendiendo a la Opinión Pública?

No está atendiendo a la Opinión Pública porque ésta pide transparencia, unidad y firmeza. Pero, en realidad, la opinión pública se está alimentando ante todo de rumores y filtraciones; que nunca son desinteresados. De modo que no se muestra transparente, ni facilita la unidad, ni aparenta firmeza. Al Gobierno le sobran, eso sí, palabras bonitas y ambigüedad.

Realmente el acuerdo no está llegando a nada

Se están dando diversos pasos. Y el “proceso” avanza, aunque sea un poquito. En este “proceso” tienen que ponerse ya de acuerdo en varias cuestiones. Un pacto inicial, que es el que parece se está alcanzado, que determine las bases del diálogo posterior: temas que se van a tratar, metodología y calendario.


Pero las víctimas del terrorismo deben de tener voz y voto

A las víctimas no se les está escuchando. Desde el principio se les ha discriminado, se les ha intentado dividir, se les intentado situar demagógicamente en un extremo del espectro político; lo que constituye una manera de ignorarles, despreciándolas.

Y hay que escucharlas…

Naturalmente. Muchos de sus puntos de vista debieran tenerse muy en cuenta por quienes se supone lideran este “proceso”.

¿Cómo animaría a la población a acudir a esta manifestación?

Son momentos de movilización. Tenemos que ser conscientes del potencial que tenemos como ciudadanos, que no somos menores de edad, políticamente hablando, que tenemos unos derechos que ejercer, que nuestra acción política no se limita al mero ejercicio del voto; sino que podemos ejercitarlo de muchas maneras: participando en movimientos cívicos, por medio de plataformas trasversales, en las movilizaciones callejeras, a través de las diversas campañas que se vienen desarrollando desde Internet. Militando, en definitiva. Es un momento de responsabilidad colectiva. La situación es lo suficientemente importante como para no dejarla únicamente en manos de los políticos.

Análisis Digital, 9 de noviembre de 2006

Entrevista al sacerdote Jaime Larrínaga, coautor del libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas”

Entrevista al sacerdote Jaime Larrínaga, coautor del libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas”
“La decisión de Estrasburgo refleja la fragilidad de la democracia en España” En una entrevista concedida a Análisis Digital el sacerdote Jaime Larrínaga, coautor del libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas”, habló de cómo se ha hecho creer a Estrasburgo que hay un conflicto entre el País Vasco y España como si fueran dos naciones enfrentadas. De hecho, explicó que la internacionalización del “conflicto”, que es lo que buscaba la banda terrorista ETA “es totalmente un reflejo de la fragilidad de la democracia en España”El Parlamento Europeo ha aprobado la resolución socialista del apoyo al mal llamado proceso de paz con una mínima diferencia de diez votos. ¿Por qué no ha habido consenso? Se han votado dos resoluciones; la del PP -con 302 a favor y 322 en contra- y el PSOE -con 321 a favor y 311 en contra-. El resultado: ETA ha dividido a Europa. “Ha sido el gran triunfo de ETA”, denunció.

Jaime Larrínaga aclaró que en el País Vasco no se ha producido ningún conflicto, que es lo que se cree en Europa, y que se olvidan de que es una sociedad plural de la que también forman parte los no nacionalistas.

Para el sacerdote vasco, ha habido un pacto previo, un acuerdo, entre ETA y el Gobierno socialista desde hace años en el que las cartas están marcadas. “El Ejecutivo está siguiendo ese itinerario que ha impuesto ETA”, afirmó. Ante esta claudicación se preguntó cuáles eran los favores que está cobrando porque, añadió, “es de vergüenza que se hable de un ‘proceso de paz’ cuando no ha habido ninguna guerra sino falta de libertad”.

No se olvidó de recordar que los terroristas quieren imponer sus normas y sus intereses por medio de la extorsión, la violencia, el miedo y el terror que se han cobrado ya numerosas víctimas. “El Gobierno de Zapatero va a cometer de nuevo novecientos y pico muertos con la rendición ante ETA”, apostilló.

A renglón seguido, manifestó que Zapatero “es el hombre más peligroso porque no tiene ideología, usa el poder como quiere, pide paciencia para ETA…”. “Tiene un lenguaje parecido a Hitler”, agregó y reclamó que estas decisiones deberían tomarse en el Parlamento y no “en la oscuridad”.

”Es inmoral negociar con terroristas”

Respecto al juicio moral que se le puede dar al asunto, sostuvo que “es inmoral porque con los terroristas no se puede negociar. No representan a nadie sino al mal”. “No hay justificación alguna”, añadió. “Sólo en el caso de que entreguen a las armas se puede dialogar” pero, ¿qué ocurre con la unidad territorial, autodeterminación, independencia… que exige ETA?

Tras las rebajas de condenas a algunos presos, Batasuna plantea su ilegalización. Sobre esta idea, subrayó la postura del Gobierno francés que “nunca se sentará a negociar con terroristas”. Además, hizo hincapié en los favores que se están dando a Zapatero y a su Gobierno para que actúen así.

“El PNV parece que no quiere la paz”. Así respondió a la pregunta del papel que desempeña este partido que tiene en sus manos la educación, los medios de comunicación y la cultura. Jaime Larrínaga lamentó que “cada vez hay más odio a lo que es España y hay ornadas cada vez más jóvenes dispuestos incluso a matar”.

“Se ha claudicado el Estado de derecho”

Sin embargo, ahondó en que nadie habla de justicia; “Sin justicia no puede haber paz”, aseguró y comentó que la Iglesia no es cierto que apoye este proceso porque “el que no apoya el proceso verdadero es el Gobierno de Zapatero porque ETA tenía los días contados hasta que han cogido oxígeno y tienen cada vez más fuerza”. En este punto, se refirió a la Ley de Partidos y al Pacto Antiterrorista que el Gobierno socialista ha ignorado. “Se ha claudicado el Estado de derecho”, constató.

El jesuita, también quiso poner de manifiesto que cuando se le otorgó el Premio Foro Emua al juez Baltasar Garzón por su valentía en la lucha contra el terrorismo, declaró que “contra el terrorismo no hay tres caminos, hay dos; o estás con los terroristas o estás contra ellos”. En este sentido, le pidió al juez que recuerde estas palabras porque “no hay otra forma de combatir el terrorismo”. “Así no se llega a ningún sitio bueno”, alertó y apostó por que a través de la justicia se llegue a la paz.

Sobre el papel que está desempeñando Navarra, criticó que ETA intente “obligar” a los navarros a que sean moneda de cambio y pertenezcan al País Vasco porque “las provincias de Euskadi nunca han estado unidas”.

También, aplaudió la gente que publica libros y que hace películas (Trece entre mil) sobre los hechos vandálicos del terrorismo el País Vasco porque, gracias a ellos, la gente va conociendo más lo que está ocurriendo en realidad.
 Análisis Digital, 26 de octubre de 2006

Javier Cremades: "La telebasura es un tema complejo y de nivel global"

Javier Cremades: "La telebasura es un tema complejo y de nivel global"

Javier Cremades preside el Observatorio del Notariado para la Sociedad de la Información, un organismo que ha adquirido en poco tiempo solvencia sobre la base del rigor y la independencia.

¿Cómo contempla usted la evolución de la sociedad civil española?

Pese a lo que se pretende insinuar ahora, por algunos, el último tercio del siglo XX ha sido, sin duda, un periodo de éxito colectivo de todos los españoles. La generosidad y responsabilidad de los que ejercían autoridad, especialmente, del Rey, Don Juan Carlos, y de Adolfo Suárez, junto con los grupos parlamentarios, crearon un marco propicio para que ciudadanos, empresas y demás instituciones pudieran desarrollarse.

Dice Popper que "la democracia no suministra más que un armazón dentro del cual los ciudadanos pueden actuar de una manera más o menos organizada y coherente." Este armazón necesario y, en muchos aspectos, amenazado, se complementa, en el caso español con la incorporación a Europa, que ha significado un despegue económico y social sin precedentes, y en definitiva, una homologación de España con el resto de las naciones desarrolladas. Esta normalización de la vida pública conduce, lógicamente, a que los españoles no perciban, con la misma fuerza que en otros momentos, la necesidad de intervenir de un modo más activo.

Sin embargo, el "armazón" del que habla Popper es insuficiente por sí sólo si se carece de una verdadera convicción ciudadana en la necesidad de crear una comunidad cívica. En España siempre han sobresalido individualismos egregios en todos los campos, en la Medicina, como los Nobel Ramón y Cajal o Severo Ochoa; en la Literatura, el también Nobel Camilo José Cela; en el Derecho, en la ciencia en general, pero, lamentablemente, nuestro país sigue siendo, en expresión orteguiana, una "sociedad invertebrada". Es por esta razón por la que las redes sociales y las nuevas oportunidades de comunicación e influencia que traen las nuevas tecnologías, constituyen ciertamente una oportunidad para sociedades escasamente estructuradas, como ha sido tradicionalmente la española.

¿Cree que poco a poco se ve perdiendo el miedo al Poder?

Más que perder el miedo, el poder se usa mejor y los ciudadanos, por tanto, lo entendemos mejor, y estamos en mejor disposición de participar o interactuar con el poder. En este sentido, las nuevas tecnologías están propiciando lo que se denomina micropoder, que es un tema del que me he ocupado en un libro que espero publicar en breve. Gracias al proceso de digitalización de las nuevas tecnologías, el ciudadano corriente puede potenciar su libertad a través de la colaboración con los demás ciudadanos. El poder ha pasado de ser monopolio de la cúspide de la pirámide jerárquica a democratizarse en las redes sociales, económicas y políticas.

Siempre en España la gran ambición era ser funcionario y de paso tener la vida asegurada. ¿Cree que este concepto está cambiando entre las nuevas generaciones?

Yo creo que en buena parte de los jóvenes españoles ha calado un espíritu emprendedor. Gracias a ese espíritu se valora como algo muy positivo la posibilidad de crear; de hacer cosas nuevas cada día; de hacer realidad proyectos innovadores. En Cremades & Calvo-Sotelo, por ejemplo, acabamos de embarcarnos en un nuevo proyecto, la Oficina Digital. Aprender su funcionamiento y hacerse con el nuevo entorno no es fácil. Podríamos haber seguido perfectamente como hasta ahora, pero todos nos hemos implicado en el cambio, aunque suponga de momento algo más de esfuerzo.

En definitiva, creo que a la mayoría de los jóvenes "moverse", buscar, tener inquietudes y curiosidad por las cosas. La estabilidad, el sueldo, la casa y sobre todo la familia son indispensables, desde luego, pero hoy en día no pueden considerarse incompatibles con un trabajo activo o con la capacidad de ilusionar. Ser funcionario es una profesión muy importante y muy digna si se desarrolla como un servicio a toda la sociedad. Pero es cierto que, habitualmente, la innovación que toda sociedad necesita para desarrollarse la aportan los emprendedores. En cualquier caso, hoy día, todos tenemos necesidad de emprender el propio proyecto personal. En la vida se pueden ver obstáculos, pero también se pueden ver retos.

¿Por qué, a su juicio, importantes talentos científicos en España tiene que seguir emigrando pese a las promesas en este sentido de las distintas administraciones?

Lo que está ocurriendo, aquí y en general en toda Europa, es que tradicionalmente el mayor peso de financiación e impulso de la investigación científica está a cargo del sector público. En Estados Unidos o en Japón es el sector privado el que desempeña el protagonismo, donde aproximadamente dos tercios de los recursos destinados a investigación provienen de institutos o empresas privadas. Una proporción que los expertos consideran como la más adecuada. Esto supone que los presupuestos que se manejan en estos países líderes son muy diferentes y también, lógicamente, las retribuciones ofrecidas a los investigadores. No obstante, hay motivos para la esperanza. Recientemente se ha aprobado la denominada ley de Agencias que, entre otras medidas, prevé la transformación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en una agencia especializada, dotada por tanto de mayor autonomía, agilidad y capacidad para impulsar sus proyectos, casi al modo de una empresa privada. Es un primer e importante paso para librar a la investigación científica del encorsetamiento propio que muchas veces caracteriza al actuar público y fomentar la participación de otros implicados. Estoy seguro de que pronto conoceremos resultados admirables.

¿Qué papel deben jugar a su juicio los medios de información? ¿Internet generalizado puede ayudar a tener cabal conocimiento de lo que ocurre?

Cada medio aporta su especificidad, sin que la simple disponibilidad de la información sea suficiente. Es necesario discriminar, contrastar, interpretar la información... Internet sería el sueño de los antiguos ilustrados. Pero este sueño, sin responsabilidad, sin espíritu crítico, puede acabar como la peor de las pesadillas. Son célebres aquellas preguntas de T. S Elliot: "¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?". Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están provocando una revolución convirtiendo a los mass media en verdaderos medios de comunicación interactiva. Pero esa nueva dimensión comunicacional requeriría una mayor formación humanística para que fuera realmente eficaz.

¿Por qué, a su juicio, las sociedades anglosajonas están más adelantadas y existe una sociedad civil que pone firme al Poder público?

En palabras de Sir Winston Churchill , "Attitude is a little thing that makes a big difference", es decir, la actitud es esencial en cualquier aspecto de la vida. Limitar el poder exige arriesgarse, exponerse. Exige un compromiso. Como abogado que soy, he visto, en bastantes ocasiones, el dilema de muchos entre sentarse a esperar o implicarse más activamente. Pero incluso la espera debe ser activa.

Dicho esto, he de confesar que no me gustan las generalizaciones. España, EEUU o Inglaterra han tenido momentos en su historia de más vitalidad social, y momentos, en los que la sociedad civil se ha adormecido. Sinceramente, no creo en un determinismo cultural. Creo en momentos, en periodos, de compromiso moral con uno mismo, con lo que una nación es o está llamada a ser.

¿Por qué, a su juicio, España que es una potencia de tipo medio en el mundo y uno de los líderes de la UE se refugia en los llamados "programas televisivos basura"? Es un síntoma de su salud colectiva y de su moral?

El fenómeno de la telebasura es complejo y afecta a todo tipo de sociedades, no es algo exclusivo de España. Lo importante es que la oferta de contenidos televisivos se está ampliando. Esta es una de las vías para elevar la calidad de la programación. La otra es que los ciudadanos sean conscientes del micropoder que tienen como espectadores. Es cierto que la opinión de una persona cuenta poco, pero si esa persona se organiza junto con otros ciudadanos para promover una programación más digna su opinión se tendrá en cuenta. En este terreno, en nuestro país existen asociaciones de telespectadores con años de experiencia que se esfuerzan en canalizar la crítica de los ciudadanos de modo constructivo. En cualquier caso no hay que perder de vista los cambios que la expansión de la Televisión Digital Terrestre producirá en el actual modelo de televisión.

Defíname su Observatorio…

Yo no tengo ningún observatorio. Lo tengo es el gran honor y la gran responsabilidad de presidir el Observatorio del Notariado para la Sociedad de la Información, que es al que supongo que se está refiriendo.

Este Observatorio nació por iniciativa de los notarios españoles. Este cualificado colectivo es un ejemplo de lo que antes decía. En seguida comprendieron las utilidades que las tecnologías digitales pueden aportar a su función, que es vital para la seguridad jurídica, y constituyeron este Observatorio dedicado a analizar y debatir sobre el desarrollo de todo lo que lleva implícito esta nueva era digital contando para ello con las personalidades más destacadas en estas materias. Gracias a ello, un sector de tanta raigambre histórica como los notarios en España se están situando a la vanguardia de la innovación tecnológica. En definitiva, es un compromiso con la eficacia que yo valoro enormemente y en el que estoy encantado de participar.

Graciano Palomo

El Semanal Digital, 23 de octubre de 2006

«È una svolta, ma attenti a non abbassare la guardia»

Da Madrid. «È un momento molto importante: siamo a un crocevia. Il panorama politico cambierà da ora in poi». Vede luci e ombre, lati positivi e negativi, José Luis Orella, professore di storia contemporanea all'università San Pablo Ceu di Madrid. Navarro di nascita, basco di adozione, ha passato quasi tutta la sua vita a Bilbao, dove partecipa al dibattito pubblico attraverso un foro cattolico. Oggi, di fronte all'apertura dei negoziati fra governo ed Eta, non nasconde la sua preoccupazione: «Quando si parla con terroristi che hanno ucciso per difendere la loro ideologia, a quali conclusioni si può arrivare?» si chiede. «Quali condizioni hanno facilitato il negoziato? Temo che sia una prova di debolezza». Orella non si fida del tutto: «L'Eta esiste ancora».


In passato ci sono stati altri negoziati e contatti fra diversi esecutivi spagnoli e l'Eta. Tentò questa via anche il governo di José Maria Aznar...


Apparentemente si tratta di iniziative simili, anche se i protagonisti di oggi non lo ammettono. Ma questa volta nella tregua dell'Eta ci sono due fattori positivi: nel processo si sono impegnati anche interlocutori stranieri, ad esempio irlandesi. All'estero pensano che la tregua sia più seria di quanto non lo pensiamo noi in Spagna. Un altro elemento positivo è che questa volta la sinistra, i nazionalisti radicali, hanno la possibilità di acquisire protagonismo politico: un domani potrebbero entrare nel governo basco, non sarebbero più emarginati, e tenterebbero una sorta di sorpasso al Partito nazionalista basco. Abbandonerebbero ogni forma di violenza, come accadde con lo Sinn Fein. Nel 1998 la tregua non funzionò e l'Eta tornò alle armi: non aveva altro protagonismo al di fuori della violenza.

È possibile una certa normalizzazione come in Irlanda?

È anche una questione generazionale. Le nuove leve del radicalismo sono figli dell'emarginazione, della periferia e anche del fallimento scolastico. A questi giovani i radicali offrono una loro alternativa. Il primo problema è quello educativo.


Ma oggi qual è la situazione del Paese Basco: da quasi tre anni l'Eta non uccide più. È finita realmente?

L'Eta esiste ancora, è presente. Si può parlare in modo totalmente libero? C'è ancora paura: non tanto degli assassini, ma del boicottaggio sociale. Non ci fidiamo perché c'è ancora estorsione, c'è ancora la cosiddetta violenza di bassa intensità. L'Eta non ha ancora abbandonato le armi.

Michela Coricelli

Avvenire, 30 de junio de 2006

Entrevista con Jaime Larrinaga, sacerdote vasco amenazado por ETA: “A mí, que tengo los veinte primeros apellidos vascos, me acusan de antivasco”.

Jaime Larrínaga (1940) tuvo que dejar su tierra, el País Vasco, después de que su nombre apareciera en papeles de ETA. Sin miedo, pide justicia para las víctimas. Su pecado, dice, es no ser “imparcial”, porque afirma que ante las víctimas y los terroristas no puede serlo. Su penitencia, tener que dejar su tierra, el País Vasco. Primero, su nombre apareció en algunos medios de comunicación; después, en papeles de ETA. Entonces, llegó la escolta y, finalmente, el exilio.

Pero el precio ha sido mucho más alto...

Fui el párroco de Maruri durante 35 años y, desde que empezó a pasar todo esto, el cincuenta por ciento de la población me dio la espalda. Incluso amigos míos... Hubo gente que me vino llorando y pidiéndome perdón porque no podía venir a la misa, puesto que, en caso contrario, podrían tener problemas.

Vaya decepción.

Sufrí mucho. Podría haber aguantado allí con escolta, pero en agosto de 2003 decidí dejar la parroquia porque los feligreses que venían eran casi héroes o mártires. A las personas que venían a mi parroquia se les consideraba antivascos.

Toda una lección de cómo somos los humanos ante determinadas situaciones, ¿no?

Bueno, vi la miseria humana a la que conduce el nacionalismo, que entiendo que es algo irracional. Y en esa irracionalidad están los motivos por los que ha matado ETA.

En Zaragoza, precisamente, ha presentado un libro -del que es coautor- sobre “mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” ante la “tregua” de ETA. Cuénteme cómo ve este alto el fuego.

En el libro escribimos varias personas con la intención de que se abra un debate en la sociedad sobre la actual situación política. Entiendo que el pueblo no sólo debe ser soberano cada cuatro años. Cuando se toma una decisión importante, como es negociar con los terroristas, el pueblo también debe tener derecho a decidir.

Pero se intenta lograr el fin de la violencia.

Entiendo que a esta situación se le ha mal llamado “proceso de paz”, porque aquí no ha habido dos bandos. Sólo ha habido uno que mataba y, el otro, sólo ponía los muertos.

Y ¿qué propone?

Que se escuche a la ciudadanía. Ha habido manifestaciones multitudinarias para pedir que no se negocie con ETA y el Gobierno está obligado a escuchar ese clamor... No sólo se tiene que pactar con los nacionalistas porque ellos se benefician de los logros que a través de la violencia consigue ETA. Si se va a hablar con los terroristas, que se disuelvan las Cortes, se convoquen elecciones y se lleve esa opción en un programa electoral. No se puede negociar con los terroristas en un país donde hay democracia.

Ningún Gobierno, con sus respectivas medidas, ha tenido éxito en su intento de acabar con ETA. Si la vía actual tampoco vale, según su criterio, ¿que solución vería adecuada?

Aplicar la ley. En los dos últimos años, la banda terrorista estaba ya en las últimas. Con Batasuna ilegalizada, sin representantes en las instituciones... Porque para que haya una auténtica paz tiene que haber justicia. Si no, ¿qué se tendrá, la paz de Azcoitia, donde un asesino tiene una tienda junto a la viuda del hombre al que mató? No. Tiene que haber verdadera justicia.

Usted cuenta siempre que su “pecado” ha sido ser parcial...

Sí, digo que mi pecado es no ser imparcial porque ante la víctima y el terrorista no puedo serlo, estoy de parte de las víctimas porque Dios, en el que creo, toma partido por los pobres y los indefensos. Yo entiendo que en elPaís Vasco no hay más pobre y más indefenso que las víctimas del terrorismo.

En el País Vasco, desde el púlpito también se ha influido en esta cuestión.

Nosotros, en 1999, fundamos el Foro El Salvador que, entre otras cosas, denuncia la hegemonía del nacionalismo vasco en la Iglesia vasca y nosotros creíamos que debía vaciarse de ese virus.

¿Virus?

Sí, el virus del nacionalismo, que es una cosa irracional. De hecho, todo mi problema empezó porque yo critiqué a ETA y al nacionalismo excluyente y a mí, que tengo los 20 primeros apellidos vascos y hablo el vascuence, si voy allí, me dicen que soy antivasco. Y todo porque no coincides con su mismo nacionalismo. Y repito lo del virus, porque los terroristas se hacen, no nacen. Allí todo se juzga bajo el mismo prisma: el del nacionalismo.

Pilar Estopiñá

Heraldo de Aragón, 6 de julio de 2006