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Foro El Salvador

Los tutores de Mariano

Los sectores más ultras de la extrema derecha que representa el PP muestran signos de histeria y le marcan el paso a Rajoy. Se trata de que el líder digital ­nombrado a dedo­ atienda los mandatos de quien le señaló con el índice.
Cayetano González, centurión de Mayor Oreja en sus tiempos de Interior, le leía ayer la cartilla a Rajoy en “El Mundo” y advertía que «En dos semanas, Zapatero le ha metido los siguientes goles a Rajoy: el fiscal general del Estado cambia a última hora su criterio sobre la petición de ingreso en prisión sin fianza del líder batasuno, Arnaldo Otegi; el PSOE se niega a votar en el Parlamento de Navarra una iniciativa presentada por UPN en la que se solicitaba que la Comunidad Foral nunca sea moneda de cambio en el proceso de negociación con ETA; el presidente del Gobierno nombra como ministro de Interior a la persona que más puede molestar al PP; parlamentarias del PSE firman muy sonrientes ellas un documento con dirigentes de Batasuna en el que se defiende el derecho a decidir del pueblo vasco, y se empiezan a conocer los planes del Gobierno para que Batasuna pueda presentarse a las próximas elecciones municipales». Lo pinta negro, la verdad. Y reconviene a Rajoy en plan paternal: «En la entrevista del pasado 28 de marzo en La Moncloa, Rajoy marcó a Zapatero las denominadas líneas rojas que, en su opinión, no deberían traspasarse en el proceso de negociación con ETA (...). Pues bien, conviene que nadie se haga trampas en el solitario y menos que nadie el líder de un partido que tiene el respaldo de 10 millones de votos».
Y es que, asegura Cayetano, «el mal llamado proceso de paz conduce irremisiblemente a que se pague un precio político a ETA». La clave está en el derecho de autodeterminación y Nafarroa: «el primero será planteado por los nacionalistas en la mesa de partidos y el PSE adoptará, como mínimo, una posición ambigua y (...) si UPN no obtiene la mayoría absoluta, en Navarra habrá un Gobierno de los socialistas con el resto de fuerzas políticas, incluida Batasuna, que impulsarán la integración de la actual Comunidad Foral en la Comunidad Autónoma Vasca». Y endurece el tono: «Ante este panorama, como Rajoy y el resto de dirigentes del PP sigan poniendo más el acento en el apoyo al presidente del Gobierno que en oponerse (...) a que se pague un precio político por el final de ETA, podría darse la paradoja de que fueran los propios populares los que traspasasen esas líneas rojas que ellos mismos dibujaron».
Maite Soroa


Gara, 14 de abril de 2006

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