Rozan la desolación
Ya no se molestan en disimular el desasosiego que les embarga. Isabel San Sebastián ayer, en “El Mundo” aseguraba que «algo ha cambiado en el panorama político español después del alto el fuego etarra, y no precisamente para bien. En menos de un mes la relación de fuerzas ha dado un giro antidemocrático de ciento ochenta grados que sitúa a Batasuna/ETA como referente de la ‘paz’, y deja solo al PP en la defensa de la Constitución y el Estatuto de Guernica. ¿Se puede pedir más por menos?». Y se pone en plan analista para explicar la aberración anterior: «¿Qué ha puesto sobre la mesa la renqueante organización terrorista, además de los 900 muertos? Una tregua ‘permanente’ (no definitiva) condicionada a que se produzca un cambio sustancial del ‘marco político’. Más concretamente, y en palabras recientes de Arnaldo Otegi, a ‘que se respete el derecho a decidir (autodeterminación) del pueblo vasco, sin limitaciones ni injerencias». ¿Dónde está lo malo?
Pero lo que le raspa las tripitas es que, asegura, ETA ha conseguido: «Primero, devolver a su brazo político todo el protagonismo perdido tras la ilegalización, una presencia mediática sin precedentes y la certeza de su legalización con vistas a las municipales del 2007 (...) enterrar definitivamente el Pacto Antiterrorista y lograr que los socialistas acepten acudir a una mesa de partidos extraparlamentaria, en la que se hablará de ese nuevo marco político y territorial, así como del ‘derecho a decidir’; las dos exigencias históricas de ETA». No para ahí el asunto. ETA habría logrado además «hacer decir al presidente del Gobierno de España que ‘sin violencia todo es posible’, incluido un cambio del actual estatus de Navarra, lo cual es tanto como afirmar que 30 años de resistencia democrática al terror han sido inútiles, ya que los terroristas pueden alcanzar por dejar de matar lo que no lograron pistola en mano». Y concluye tan desolador balance con otros dos logros de ETA: «dividir al nacionalismo gobernante (PNV/EA) y poner en marcha un proceso llamado a culminar, tras las próximas autonómicas, con un Ejecutivo vasco presidido por el PSE y apoyado por Batasuna, EA e IU, siguiendo el modelo catalán (...) marginar a su peor enemigo, el PP, y presentarlo como el ‘saboteador de la paz’. Cosas menores, como la salida de los presos y la colocación de los terroristas, se dan por supuestas. Lo dicho; ¿se puede obtener más por menos? ¿Usted, en su lugar, entregaría las armas?». Mira, la San Sebastián dando ideas.
Maire Soroa (Gara), 22 de abril de 2006
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