Imaz defiende en Madrid la actitud de su formación
MADRID
El presidente del PNV utilizó un símil futbolístico para explicar cuál es el papel que considera debe jugar su formación en el proceso de resolución del conflicto que vive Euskal Herria:«Estamos jugando un partido en el que el PNV es consciente de que no le toca meter gol, sino que nuestra posición es la de pasar el balón para que otro lo meta». A su juicio, se trata de «un trabajo de equipo» que debe finalizar con «la victoria de todo el equipo» y deseó que cuando acabe «el partido» se diga del PNV que ha «contribuido con un juego adecuado».
Josu Jon Imaz hizo esas declaraciones en el transcurso de un desayuno informativo en Madrid, al que asistieron, entre otros, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y los electos jeltzales Iñaki Anasagasti y Josu Erkoreka. Al ser preguntado por si existen diferencias en el seno de su partido sobre la línea a seguir en la actual situación, retó al moderador a encontrar un partido político capaz de escribir 37 folios en referencia el documento del PNV «Elkarbizitzarako bake-bideak» y aprobarlos por unanimidad en el seno de la ejecutiva. «Si lo encuentra le invito a cenar», bromeó.
«El PNV tiene una posición, en torno a la paz, bastante más homogénea que cualquier otro partido de nuestro entorno», agregó, y consideró que existe una cierta leyenda sobre las «dos almas» de los jeltzales.
El presidente del EBBseñaló que la obligación de su partido es «generar el diálogo con todos los sectores políticos de la sociedad vasca» con independencia de que se compartan o no los principios o los planteamientos políticos, ya que «si nadie hubiera hablado en ningún foro hasta este momento, no estaríamos en esta situación».
Una postura favorable al diálogo que «no es inconveniente para que compartamos una posición de solidaridad con las personas que han sufrido la tragedia del terrorismo», dijo, al tiempo que defendió la creación de una mesa multipartita sin exclusiones. Además, instó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a «buscar los mecanismos» necesarios de cara a «superar una etapa en la que en Euskadi ha habido organizaciones políticas ilegalizadas».
«Era post-ETA»
Del mismo modo, el líder jeltzale manifestó su deseo de alcanzar en Euskal Herria un proyecto de convivencia cuya reso- lución «nos permita abrir otros debates en la política vasca», los debates de «la era post-ETA. Ha llegado el tiempo de una Euskadi post-ETA».
También se refirió a la polémica creada por PP-UPN y CDNrespecto a Nafarroa. Para Imaz, se trata de un «debate falso», y resaltó que ese herrialde será «lo que su sociedad quiera ser». Al tiempo, manifestó que su partido «trabaja por alcanzar una estructuración política común entre Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca», que ha de hacerse «en términos democráticos».
A su entender, esos debates falsos están siendo provoca- dos por aquellos que «se han opuesto a respetar la voluntad de los navarros», mientras que subrayó «el compromiso firme» del PNV de «aceptar, siempre, sean los términos que sean», lo que decida la ciudadanía de Nafarroa.
«Más cerca, hace 10 años»
MADRID
Durante su alocución, Imaz también se refirió a la política penitenciaria del Gobierno español y a la situación de dispersión que sufren los presos políticos. Tras señalar que «en una democracia todas las personas son sujetos de derecho», manifestó que el acercamiento de los prisioneros «se tendría que haber hecho hace diez años», sin llegar a explicar por qué no antes. «Está llegando el momento de dar, definitivamente, una nueva orientación, consensuada, dinámica y flexible a la política penitenciaria» para avanzar «en el difícil camino de la reconciliación», consideró el líder del PNV, quien añadió que el Gobierno de José María Aznar, cinco semanas después de haber entrado en vigor la tregua unilateral de ETA de 1998, abogó por impulsar una política carcelaria «dinámica y flexible» respecto a los presos vascos.
Gara, 28 de abril de 2006
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