Cómo se complican algunos
Kepa Aulestia se sumergía ayer en el análisis del proceso político abierto en Euskal Herria y lamentaba el grado de confrontación existente entre PP y PSOE.
Decía el ex de EE en ‘‘La Vanguardia’’ que «en la confrontación extrema los matices pierden y ganan los improperios. No queda en pie ni una porción de verdad. Porque hasta los hechos ciertos son desmentidos o utilizados de forma artera. Cada exageración alimenta otra de signo contrario.
Cada tergiversación propicia la manipulación por parte del adversario». Y todo ese rollo para decir a continuación que «la oposición de los populares resulta tan frontal que sirve para que los socialistas no se den por aludidos si Díez Usabiaga insiste en que 'sin autodeterminación no habrá solución del conflicto'.
La indignación respecto al diálogo con ETA y con la izquierda abertzale es tan palpable entre una mayoría de víctimas que el hecho de que la AVT se haya sumado a quienes tratan de abrir todas las puertas de la sospecha sobre el 11-M pasa desapercibido». Por eso sospecha que «deben de ser ya muchos los ciudadanos convencidos de que ETA tuvo algo que ver con la masacre causada por el terrorismo islamista en Madrid.
Como deben de ser también muchos los convencidos de que el PP tratará por todos los medios de obstaculizar los intentos del Gobierno socialista» Y es que, según Aulestia, «la sociedad española mantiene una mirada escéptica respecto a la voluntad última de ETA. Sin embargo, no parece tan dispuesta a jalear los mensajes sobre el derrumbe del Estado de derecho ante las pretensiones etarras o los augurios sobre una próxima vuelta a la actividad terrorista».
O sea, que no saben por donde les da el aire... Y la conclusión que saca Aulestia es que «las posiciones más radicalmente opuestas a la iniciativa del Gobierno contribuyen a ocultar buena parte de los problemas que afectan a ésta. Cualquier diálogo con ETA entraña riesgos. Esos riesgos no disminuyen, sino que aumentan, con el distanciamiento entre socialistas y populares. Porque si bien Rodríguez Zapatero puede sentirse con las manos más libres, justificando decisiones unilaterales por la negativa del PP a colaborar con el Gobierno, también encontrará más dificultades para maniobrar si en un determinado momento ve la necesidad de rectificar o reconducir su iniciativa».
¿Que complicado.
Maite Soroa
Gara, 14 de junio de 2006
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