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Foro El Salvador

Entre mesas y legalizaciones

Entre mesas y legalizaciones

La jornada mediático-política de ayer estuvo marcada, al igual que la víspera, por una entrevista radiofónica matinal y las posteriores reacciones a la misma. En este caso, el primero en la parrilla de salida fue Pernando Barrena, portavoz de Batasuna. Habló de la mesa de diálogo, de legalización, de pacificación. No tardaron mucho en responderle representantes de otras formaciones.

En este momento, el principal debate político a través de los medios de comunicación reside en si se debe conformar una mesa de partidos para toda EuskalHerria, o una en la CAV y otra en Nafarroa, o sólo una que abarque Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, o también una específica en Ipar EuskalHerriaŠ

Batasuna insistió ayer en que una mesa en la que se sienten exclusivamente formaciones de la CAV, marginando al resto de la ciudadanía vasca, sería «un fraude» que no respaldaría «de ninguna manera».

«No por terquedad, sino por realismo político ­subrayó Pernando Barrena­. El realismo es que se pongan en marcha dinámicas que superen el conflicto y que no se repitan los errores de hace 25 años. Hay que poner en marcha una dinámica resolutiva en la que tomen parte todos los vascos. Cómo hacer eso lo tenemos que decidir entre todos los partidos, y Batasuna actuará con total flexibilidad».

La polémica se avivó el miércoles, cuando Joseba Egibar (PNV) consideró que abogar por una mesa para todo el país no es «realista». Incluso fue algo más lejos al indicar que, actualmente, sólo se podría poner en marcha un foro de estas características en la CAV.

Ayer, Mikel Arana (EB) aseguró que los representantes de Batasuna «saben perfectamente» que en el marco jurídico-político actual «no es factible la constitución de una única mesa que englobe a Euskadi y Navarra». Defendió por ello que «la alternativa más factible, efectiva y válida para alcanzar un acuerdo de cooperación y colaboración entre las dos comunidades» es la puesta en marcha de dos mesas, una en la CAV y otra en Nafarroa.

El portavoz de Presidencia de EB puntualizó que esto no significa «en ningún caso» que ambos foros trabajen «dándose la espalda», sino que pueden profundizar en asuntos comunes «desde el respeto a la voluntad, tanto del pueblo vasco como del pueblo navarro». Además, declaró que la posición de Batasuna «rearma los argumentos del PP y UPN, y genera un sentimiento de duda y malestar en una parte importante de la sociedad navarra».

Otro de los temas «calientes» de las últimas semanas es el de la situación jurídica de Batasuna, declarada ilegal por los tribunales españoles. Pernando Barrena señaló al respecto que no habrá «una solución verdadera y segura» hasta que no se derogue la Ley de Partidos, y se mostró convencido de que «el PSOE lo va a hacer», aunque «lo está retrasando sin fecha por miedos escénicos y cálculos electorales».

«Estan muy equivocados»

En respuesta, el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Miguel Buen, aseveró que los portavoces independentistas «están muy equivocados si creen que se va a derogar la Ley de Partidos; pero es que, además, aunque se derogase, Batasuna no sería un partido legal automáticamente». En esta línea, precisó que «ya sabe perfectamente lo que tiene que hacer para ser legal, que es cumplir las normas y las reglas de juego democrático».

Desde Aralar, Mikel Basabe apuntó que «si Batasuna no está en las siguientes elecciones, eso quiere decir que el proceso de normalización política va muy mal».

En cuanto el tema de la pacificación, Pernando Barrena subrayó la necesidad de superar el «déficit democrático» y abrir un escenario que ofrezca «la garantía de todos los derechos. Creo que sólo eso asegura que aquí nadie, ni ahora ni en el futuro, tomará ningún arma para defender los derechos», añadió.

En este sentido, denunció que «no se perciben demasiado los avances prácticos» después de que ETA declarara su alto el fuego. «Durante estos cuatro meses, desgraciadamente, la actitud del Gobierno español no ha cambiado nada. Continúan los macrosumarios, las operaciones policiales, medidas como la ilegalización o la dispersión de los presos, y creo que ésa no es, ni mucho menos, la receta para poder sacar adelante este proceso», explicó.

Miguel Buen observó en estas palabras «un paso atrás» y «una especie de reconocimiento a que el ejercicio de la violencia está vinculado a no sé qué déficit o decisión del pueblo vasco». Tachó este análisis de «error inmenso» y aseguró que «la democracia española es una democracia plena y ellos [Batasuna] lo saben perfectamente». -

Gara, 4 de agosto de 2006

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