LA IZQUIERDA ABERTZALE Y EL PROCESO DEMOCRATICO VS. EL PROCESO DE PAZ DE ZAPATERO
1.-¿QUÉ NO ES EL PROCESO?
- “El proceso del que estamos hablando no es un proceso de pacificación”
-“El proceso no es un mecanismo para integrar en la normalización política a la izquierda abertzale”
-Por lo tanto, continúa el documento, “la izquierda abertzale mantendrá vigente su perspectiva de lucha”
La “perspectiva de lucha” es consustancial al PROCESO DEMOCRÁTICO, según visión del MLNV.
2.-¿QUÉ ES EL PROCESO?
-“El objetivo del PROCESO DEMOCRÁTICO es llegar a un marco de transición que recoja el reconocimiento de Euskal Herria, el Derecho de Autodeterminación y los derechos fundamentales”. “Nuestro objetivo, por lo tanto, es llevar este proceso a buen puerto, hasta el puerto de la libertad”.
El documento nos dice que la lucha por la Territorialidad y el Derecho de Autodeterminación -contenido del presente PROCESO DEMOCRÁTICO- no es más que un MARCO DE TRANSICIÓN de una situación A a otra situación B.
En otro apartado se dice: “se reconoce que la solución que se dé al conflicto debe ser política y que ello implica una modificación del actual status político”.
La situación A queda definida como la situación actual: Estatuto de Gernika en la CAV; Amejoramiento Foral en Navarra y la falta de reconocimiento de Iparralde. Sin embargo, la situación final B queda sin definir. El documento habla de un genérico “puerto de la libertad”.
Sin embargo, para ver cómo definen la situación final B, lugar último donde quiere llegar el MLNV, debemos acudir a otra zona del documento, casi al final del mismo, donde tras denunciar el modelo neoliberal y patriarcal que Francia y España nos imponen, dice: “los ejes principales de la estrategia de la izquierda abertzale son la construcción nacional y la transformación social, siendo la meta una Euskal Herria independiente, socialista y euskaldun que supere el sometimiento de nuestro Pueblo y el sistema capitalista y patriarcal. La izquierda abertzale debe reivindicar en todo momento la Independencia y el Socialismo. El proceso (democrático) nos abrirá las puertas hacia esa meta”.
Se notifica que la lucha por la Territorialidad y el derecho de Autodeterminación -“proceso democrático”- tiene una finalidad instrumental partidista para llevar al conjunto del país a la orilla B “de la Independencia, del Socialismo y de la Transformación social” . El valor político que para el MLNV tiene la lucha por el Derecho de Autodeterminación y la Territorialidad, es relativa y partidista, pues está supeditada al servicio del objetivo final de la orilla B.
Sin embargo, desde las aceras de enfrente, otros partidos políticos responden con maximalismos de doble vertiente:
A) Desde ciertos sectores del PNV, EA, PNB, etc. se atribuye lo siguiente: “la máxima aspiración del MLNV es la autodeterminación y la territorialidad”. Tal maximalización les hace ver una ‘coincidencia’ con su propia maximalización.
B) Desde sectores del PSOE, RPR-UDF, PP, etc. se maximaliza que el principal enemigo a combatir es la autodeterminación y la territorialidad.
Ambos maximalismos son de signo contrario, nacidas del subjetivismo y no de ningún análisis concreto, y favorecen ambos dos la estrategia de sumar de fuerzas del MLNV. Algunos incluso toman posiciones apriorísticas como si se hubiese salido de alguna convocatoria electoral reciente: “Hay gentes más próximas a la izquierda abertzale, a las tesis de Batasuna y personas dispuestas a hacer una coalición con los socialistas. Joseba Egibar, Gorka Agirre o yo, concretamante, no somos de los segundos.” (X. Arzalluz, Avui 10/07/06).
Desde el documento del MLNV se relativiza no sólo el valor político de la Territorialidad y la Autodeterminación, sino que se relativiza también el propio desarrollo del Proceso. Dice el documento: “Nuestro objetivo y voluntad es llevar el proceso democrático hasta el final , a su culminación. Pero si por la otra parte no hay voluntad o no hay suficiente madurez puede suceder que el proceso se interrumpa o quede frustrado”. “En ese caso -dice- nuestra responsabilidad será situar la responsabilidad de la prolongación del conflicto en nuestro enemigo. Que la factura política a pagar por la izquierda abertzale sea la mínima posible. Esta situación debe ser prevista y preparada a lo largo del proceso”. En otra zona del documento, añade: “Pero aunque no lleguemos a la meta, aunque no consigamos llevar el proceso hasta sus últimas consecuencias, debemos aprovechar la fase que ahora se abre para dar pasos importantes e irreversibles en la lucha de liberación nacional: organizando las fuerzas favorables al Derecho de Autodeterminación, impulsando la activación de los ciudadanos vascos ante la negación de los estados, etc. [...] dando un nuevo impulso a la lucha de la izquierda abertzale”. Los que por oportunismo, se suman a la lucha del MLNV con sus propias reivindicaciones, ‘coincidentes’ o no con las que el documento presenta, pueden darse por enterados desde ya mismo, que todas ellas son secundarias, pues de lo que se trata es que, incluyéndolas como eslóganes de agitación, empujar y fortalecer al MLNV. Para ellos, para los oportunistas, está dirigido la frase del documento “la izquierda abertzale, no es ‘el organismo de resolución de conflictos’.”
Tanto en el caso que el Proceso llegue a ‘sus últimas consecuencias’ como si queda interrumpido su camino, “con la negociación, se deben dar nuevas condiciones para seguir dando pasos hacia delante en nuestro proceso de lucha, para que en la siguiente fase, cualquiera que sea la situación, (éxito o fracaso) la lucha de liberación que impulsamos y la propia izquierda abertzale sean más firmes.”. En todo caso, más importante para el MLNV que el contenido del proceso democrático en sí (Autodeterminación, y Territorialidad), es que la lucha entorno a estas dos banderas de agitación y otras que vayan añadiendo por sus compañeros de viaje, dé un nuevo impulso al MLNV, muy castigado últimamente.
Aunque una primera lectura del documento parece presentar, que los derechos son absolutos y determinantes y hay que respetarlos; y que la lucha tiene un carácter meramente defensivo, un análisis detallado del documento muestra que, en realidad, lo que presenta es lo contrario: relativiza el valor político de los derechos y absolutiza el valor político de la lucha. El fragor de la lucha que el presente Proceso desarrollará, no obstante, hará parecer a muchos que lo importante son los derechos, cuando no son sino banderines de enganche para la agitación que permitirá pasar a la orilla B.
3.-LA ‘PERSPECTIVA DE LUCHA’ DEL MLNV
La “perspectiva de lucha” tiene varias facetas:
3.1.- Para el MLNV la negociación y el diálogo no están diseñados para “solucionar conflicto”. La primera frase del apartado es contundente: “ lo primero que hay que hacer es interiorizar que la negociación es otro frente de lucha”. “Y este frente resulta decisivo y determinante en esta fase, para ir haciendo realidad nuestros objetivos”. ¿Cómo se lucha en este frente?
3.1.1.- La lucha del MLNV está bien definida: la iniciativa del “proceso democrático” con sus contenidos es del MLNV. Su “compromiso con el proceso es claro.
3.1.2.- El MLNV tiene claro “cuáles son los temas en los que es imposible dar un paso atrás (los mínimos democráticos, Autodeterminación y Territorialidad)” y en cuáles obrar con flexibilidad.
3.1.3.-Su lucha debe consistir en arrancar compromisos a los demás negociadores para que apoyen su iniciativa y, luego, “atar esos compromisos”. Pero estos negociadores, a su vez, deben tener claro también “cuáles son los temas en los que es imposible -para ellos- dar un paso atrás”, y en cuáles se puede obrar con flexibilidad. Es el deber casero que cada partido debe llevar hecho a la Masa de Partidos.
Sin este requisito mínimo la negociación no sería un frente de lucha sino una merendola, una mesa para la claudicación preparada por el MLNV.
3.2.-“En términos generales podemos decir que pretender cerrar en falso la situación sin dar respuesta correcta a las claves del conflicto, es decir, a la Autodeterminación y a la Territorialidad, no acarrearía nada más que la prolongación del propio conflicto y la reapertura del enfrentamiento”.
En caso que el Proceso fracase, “esta situación debe estar prevista y preparada a lo largo del proceso.”. Por eso, desde antes de que la Mesa de partidos esté establecida, antes del inicio incluso -el ‘antes del inicio’ está incluido en ‘a lo largo del proceso’- el MLNV se permite la libertad de anunciar ‘la reapertura del enfrentamiento’. Entiéndase enfrentamiento por ‘reapertura de la lucha armada’. Ante semejante proceder, cabe preguntar a los partidos si la amenaza gratuita está en su agenda de las cuestiones flexibles a negociar.
3.3.- “La negociación no es sólo lo que se desarrolla en la Mesa. No se puede limitar a eso. En caso de que la izquierda abertzale cayera en ese error, si se limitara a esa “cocina”, hemos fracasado de plano”.
“En la izquierda abertzale [...] hay que superar todo atisbo de ambiente de relajación que pueda surgir. Para eso la movilización popular debe estar permanentemente activada y se deben ofrecer a la ciudadanía vasca oportunidades y espacios de salir a la calle a movilizarse”.
“Entre otros es necesario activar [...] dinámicas de desobediencia”.
“El eje principal de la lucha hay que situarlo en los modelos que no están mediatizados por los medios de intoxicación, por lo tanto, en los marcos locales”.
3.4.- La disolución de ETA y la ‘Paradoja Zapatero’.- Dice Txema Montero en una entrevista al Correo, que las nuevas generaciones que han entrado en ETA “sienten como que les han birlado la guerra”. En realidad, coincidiendo con el MLNV, lo que está diciendo es que “tienen ganas de guerra”. Es probable que, los que tengan más años de lucha armada encima quieran disolver ETA. Pero los jóvenes, con algún veterano, es también posible que hagan lo contrario: que creen algún mutante de ETA. Y es aquí donde se da la Paradoja Zapatero: “Que al tiempo que ETA se disuelve, ETA no se disuelva”. También se puede denominar “Paradoja Rosón”, su precedente,
4.-LA ORILLA B O LAS ASPIRACIONES MÁXIMAS DEL MLNV
La máxima aspiración del MLNV es” el Socialismo, la independencia y la transfomación social” que se puede resumir a dos puntos “Socialismo y Transformación social”, puesto que Independencia y Socialismo no son dos cosas diferentes, como algunos creen, sino que son una redundancia.
En efecto: mirando desde una perspectiva de clase, el socialismo consiste en trastocar el actual sistema social: el objetivo es colocar a la clase trabajadora en posición dominante respecto de la burguesía. Con el Socialismo dejarían de ser una clase dependiente de la burguesía, para pasar ésta a ser dependiente de aquélla. Es decir, la clase trabajadora habrá conseguido su independencia respecto de la burguesa. Socialismo e independencia, independencia y socialismo es lo mismo. Es una redundancia.
El problema es la transformación social: durante la época del socialismo real, la clase trabajadora no pasó de ser una pieza del engranaje productivo. No tuvo valor político en sus empresas ni en la sociedad, salvo la propagandística. Nadie aboga por volver a ella. Y los que antes abogaron ‘por el socialismo’, ahora son promotores del capitalismo rampante, llámese ‘neoliberalismo estatal’ o del ‘neoliberalismo privado’ desde la Europa oriental hasta Vladivostok y Shangai. Todos sabemos que el capitalismo es malo, que explota el Trabajo, como en la época del buzo, boina, tartera y bicicleta. Pero los que dicen que van a poner remedio a la situación, los socialistas de todo pelaje, no lo hacen o no lo saben o no les interesa: es más fácil sustituir al capitalista o utilizarlo (basta con meterle miedo en el cuerpo para lo primero u ofrecerle regalías o beneficios para lo segundo) que sustituir al capitalismo como sistema productivo. No han creado un sistema alternativo de producción y de transformación social. Y no lo han creado porque no tienen lo que hace falta: carecen de cultura e inquietudes. Los socialistas más caritativos, hoy, se dedican a paliar los déficit del sistema, lo cual no es malo en sí, pero dista del objetivo que -dicen- quieren alcanzar.
El lector que llega al final de este trabajo es posible que se decepcione. En efecto, para ese viaje que las inquietudes sociales del siglo pasado promovían, no hacía falta llenar las alforjas de muertos y sacrificios millones de gentes inocentes y trabajadores y llegar a lo que se ha llegado. Pero lo peor es que, hoy tampoco tienen ni inquietudes ni alternativas productivas las variadas escuelas socialistas. Sólo propaganda y vacuidad de proyectos sociales.
Han perdido el carácter liberador que pudieran haber tenido. No tienen hoy, ni el glamour de la utopía Y esto es una experiencia mundial en la que no es posible atribuir a los localismos el fracaso global socialista. Y viceversa. También es una experiencia local y estos no deben culpar ‘al mundo’, ’a la sociedad’ de su fracaso. Para unos es una decepción, un fracaso, un bluff. Para otros, los desencantados, el socialismo es una Gran Mentira. Para los menos encandilados por los grandes ideales, el socialismo es un Gran Engaño.
Y el Gran Engaño en Euskal Herria se concreta en lo siguiente: destruyendo la situación institucional actual de Euskal Herria, dejándola en situación peor que durante el franquismo, se nos ofrece de matute la orilla B, que está en la mitad de ninguna parte pero que tendrá una gran carga de lucha y sacrificios sin cuento por parte del personal. A ese paraíso llegaríamos a través del “Proceso Democrático”, es decir, defendiendo el Derecho de Autodeterminación y la Territorialidad. Tiene bemoles la cosa: ‘los abertzales’ quieren destruir Euskal Herria utilizándola en aras de servicio a la destrucción de los estados capitalistas español y francés (aunque su nivel de lucha en ambos estados sea diferente hoy) instrumentalizando el respeto a la voluntad del pueblo vasco y su territorialidad que, ambos estados niegan.
J. Berroeta
Goiz Argi, Nº 39, agosto de 2006
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