Berriozar recuerda al subteniente Casanova y exige justicia frente a ETA
Más de 300 personas abarrotaron ayer tarde la iglesia parroquial de San Esteban, de Berriozar, para participar en la misa en conmemoración del sexto aniversario del asesinato por la banda terrorista ETA del subteniente del Ejército de Tierra y vecino de la localidad Francisco Casanova Vicente. Los asistentes acudieron posteriormente a la ofrenda floral que tuvo lugar ante la «Puerta de la libertad», monumento a las víctimas del terrorismo, situada junto a la plaza Eguzki, y al V Encuentro de Jotas «Francisco Casanova», en homenaje al subteniente asesinado, quien fue integrante del grupo de jotas «Ecos de Navarra», de Berriozar, donde también lleva su nombre la Escuela de Música local.
En los actos tomaron parte la viuda del subteniente, Rosalía Sainz Aja, sus hijos Javier y Laura y el padre de su marido, Francisco Casanova. Además de por vecinos de Berriozar y por las autoridades, estuvieron arropados por otras víctimas del terrorismo como la presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua (hermana de Joseba), el delegado en Navarra de dicha Asociación, Salvador Ulayar (hijo de Jesús), Reyes Zubeldía (viuda de Javier Múgica) acompañada de su hija, María Carmen Pérez (viuda de Bonifacio Martín) acompañada de su hija, Ana Ortigosa (viuda de Julián Embid), Tomás y Ana Caballero (hijos de Tomás), las hermanas Sanz Biurrun (hermanas de Carlos) y Carmen Belascoáin (madre del niño Alfredo Aguirre).
La misa fue concelebrada por cuatro sacerdotes y presidida por el párroco local, Javier Aizpún, tomando parte en ella, en la parte musical, la Escuela de Jotas «Raimundo Lanas».
En la homilía de la misma, Javier Aizpún dijo que con la celebración eucarística se quería «recordar a Francisco Casanova y a todas las víctimas del terrorismo, especialmente a las víctimas del totalitarismo de ETA».
Afirmó que «la dignidad sólo es posible cuando se da la justicia y no se cae en el totalitarismo, una de las manifestaciones más tremendas del mal», equiparando en este sentido a Hitler, Stalin, el fundamentalismo islámico y ETA.
Tras señalar que la liturgia celebraba ayer la fiesta de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, judía conversa que murió en un campo de concentración nazi, aseguró que una situación como la creada por el fascismo «se repite cada vez que la sociedad se deja llevar por el miedo ante el totalitarismo de otros». Apuntó asimismo que «la historia del nazismo nos enseña las consecuencias de no hacer frente al mal. Todo desembocó en la guerra más terrible del siglo XX y en los campos de exterminio, con una sociedad que miró para otro lado. Era una sociedad de la que se habían arrancado los valores cristianos».
A modo de conclusión, expuso dos planteamientos. El primero, «con el mal es peligroso negociar porque no está dispuesto a ceder. No busca sino imponerse. Hay que buscar el fin del terrorismo, pero con la justicia, no saltando sobre las víctimas ni negociando con la pistola sobre la mesa». Y que «debemos despertar. En nuestra mano está el que el mal sea vencido o se imponga».
Ofrenda floral
Al término de la misa, tuvo lugar una ofrenda floral ante el monumento «Puerta de la libertad». Tras un responso rezado por el párroco, Rosalía Sainz Aja, viuda de Francisco Casanova, agradeció a todos los presentes por su asistencia al acto en homenaje de todas las víctimas, «a las que no podemos devolverles la vida pero que estarán siempre en nuestro corazón».
A continuación, Maite Pagazaurtundua, refiriéndose a los familiares de Francisco Casanova, dijo que «os debemos el compromiso con la justicia y el compromiso de acabar con los que le mataron. Os debemos justicia y verdad, justicia, libertad y paz, sin pagar precios políticos ni morales a los asesinos». Además, se refirió a la actitud mantenida por los vecinos de Berriozar tras el asesinato y en los años siguientes y concluyó que «hacen falta muchos vecinos como vosotros para achicar espacios a los asesinos».
Por su parte, Salvador Ulayar, criticando la actitud del Gobierno con el llamado «proceso de paz», planteó que lo hay que tener presente es «la unidad del pacto antiterrorista, la ley de partidos y ni un paso atrás» y pidió la vuelta a la unidad de los partidos. «Las víctimas no queremos el final de ETA a cualquier precio. Es necesaria su derrota». Añadió que ETA «quiere pastorear el dichoso proceso, del que dicen que será reversible si no alcanzan sus aspiraciones».
Dijo finalmente que «las víctimas, como la familia del subteniente Casanova o el Ejército en el que servía «son el rostro golpeado de la democracia» y que «la mejor justicia que se puede hacer a las víctimas, como a cualquier ciudadano, es la justicia.
G.I. PAMPLONA.
Diario de Navarra, 10 de agosto de 2006
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