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«Después de treinta años en política, puedo decir " misión cumplida"». Diario de Navarra entrevista a Jaime Ignacio del Burgo.

«Después de treinta años en política, puedo decir " misión cumplida"». Diario de Navarra entrevista a Jaime Ignacio del Burgo.

Cuando acabe su mandato como diputado tendrá 65 años. Ha pensado que es «una edad estupenda para hacer otras muchas cosas» y dejar la política activa.

Es difícil imaginar al diputado de UPN Jaime Ignacio del Burgo, de 64 años, fuera de la política, en la que lleva ya casi la mitad de su vida, 30 años, 29 de ellos con escolta. Pero ha anunciado que cerrará esta etapa cuando acabe la legislatura, en 2008. Ha tomado una decisión «irrevocable» que no compartió ni con el presidente de UPN, Miguel Sanz, ni con el del PP, Mariano Rajoy. No quiso correr el riesgo de que alguien intentara que diese marcha atrás.

- Deja la vida política, ¿por la edad, la familia, el hastío...?

-Ni la edad ni la familia ni el hastío. Llevo ya casi 30 años en las Cortes Generales, en la primera línea de fuego en la política navarra y nacional y he pensado que todavía me quedan otras actividades que realizar, también relacionadas con Navarra.

- ¿Será duro estar al otro lado?

- Sentiré nostalgia, sobre todo, imagino, cuando lleguen los debates de calado político en los que he estado todos estos años. Sin embargo, dicen de los abogados que nunca se jubilan. Además, realizaré otras actividades relacionadas con el mundo de la cultura, donde algunos tratan de reinventar una historia que nunca ocurrió para que los navarros dejemos de ser los que somos. Me propongo escribir, hacer una labor de investigación y divulgación, para aportar lo que pueda en favor de mi tierra, Navarra, que es y será mi gran pasión.

- Es decir, que no se jubila.

-No, lo que hago es cambiar de rumbo. Recuerdo que mi padre, cuando tenía 70 años, se jubiló en la Diputación foral y comenzó a escribir la Historia General de Navarra en la que trabajó casi diez años. Después, siguió trabajando. No sé qué será de mí en el futuro, pero mientras tenga salud y algo de cerebro (ríe) haré todo menos estar quieto.

Amigos y adversarios

-¿No será que temía que UPN no le incluyera en su lista?

- En absoluto. No creo, vamos. En todo partido uno tiene sus amigos y sus menos amigos, pero este es uno de los momentos más brillantes de mi vida política, aunque esté mal que yo lo diga. Tengo el afecto de los amigos y el respeto de los adversarios. Lo que no quiero es que al cabo de un tiempo, cuando la naturaleza haga sus estragos, algo inevitable, arrastre mi decadencia por los pasillos del Congreso ni pedir estar en una lista en atención a los servicios prestados.

- En el Congreso, usted ha sido la voz del PP en temas relevantes, un papel que no le ha dado UPN.

- Mi partido, UPN, me ha permitido representar a Navarra durante todo este tiempo, desde el año 91, con el pacto de fusión PP-UPN, hasta hoy. Tengo la satisfacción de decir que, aunque los votos no sean míos, una lista que yo encabezo tiene el récord histórico de votos en Navarra. Estoy reconocido a mi partido porque me ha reconocido a mí situándome en esa responsabilidad de encabezar las listas y de representarle en el comité ejecutivo del PP. Yo no tengo ninguna queja, todo lo contrario.

-¿El presidente Miguel Sanz se ha enterado por la prensa de su decisión de dejar la política?

- Sí. Sólo la conocían mi mujer, Blanca, con la que lógicamente he compartido esta decisión, y mis hijos. No he querido comunicarla a nadie, ni a Mariano Rajoy ni a Miguel Sanz, entre otras razones porque no quería que nadie me presionara, ya que es una decisión muy personal.

-¿Cuándo fue la última vez que habló con Miguel Sanz?

- Creo que fue antes del verano. Ambos hemos estado de vacaciones y no hemos tenido oportunidad de hablar.

- Eso es mucho tiempo, ¿es que no hay sintonía entre ustedes?

- Tenemos la sintonía que corresponde entre quien es el presidente del partido y su representante en Madrid para los asuntos políticos del partido. Por tanto, una sintonía perfecta.

- Pero, por lo que dice, dentro del estricto ámbito político.

- No, porque, además, esta es una decisión que no tiene nada que ver con las contingencias del día a día. No es que no quiera contestar, sino que esta decisión trasciende de lo que es la pequeña política. En mi vida, esta decisión se escribe con mayúsculas porque es trascendente. Todo lo demás es secundario. No tengo motivo de queja, sino todo lo contrario, respecto a ningún miembro de mi partido.

-¿No le ha tentado regresar a la vida política en Navarra?

- No. He sido útil a Navarra y hay otras maneras, fuera de la política, de servirla. Además, hay que saber retirarse a tiempo, nadie es insustituible. Yo, después de 30 años en la vida política puedo decir, y así lo pensaré cuando me despida del viejo Caserón de la Carrera de San Jerónimo, «misión cumplida».

«La ciudadanía se movilizará»

- Se va en un momento que su partido considera trascendente para Navarra. ¿Le asusta que en 2007 UPN pierda el poder?

- No contemplo esa posibilidad. Yo confío en el pueblo navarro y espero que no tire por la borda en una votación lo que ha costado tanto y que no dé la espalda a dos mil años de historia. No quisiera que Navarra deje de ser Navarra. Creo que la ciudadanía se movilizará para evitar que esto pueda ocurrir porque el señor Zapatero con «alguien» lo decida desde la Moncloa. Es un momento clave en la historia de Navarra que sólo hay una manera de superarlo: con la movilización general. Lo que hay que hacer es ir a votar y punto. Así se resuelven los problemas. Si en mayo Navarra sigue donde está, el señor Rodríguez Zapatero ya puede soñar con cualquier cosa menos con Navarra. Porque el señor Rodríguez Zapatero, y la elección del candidato lo demuestra, está impulsando un gobierno de coalición con los nacionalistas que por sí solos nunca llegarían al Gobierno.

-¿Qué le parece el candidato del PSN, Fernando Puras?

- A título personal no tengo nada que decir, porque no lo conozco. Pero sí puedo afirmar que su nombramiento se ha producido tras una desautorización al PSN. Ha sido una decisión de Ferraz pasando por encima de su partido en Navarra. Yo preguntaría a Puras: Si fuera presidente, ¿entregaría el Gobierno de Navarra a los nacionalistas? ¿A qué estará dispuesto para complacer al que le ha nombrado? Puras debe contestar antes de las elecciones, para que los ciudadanos, cuando voten, sepan a qué atenerse.

BEATRIZ ARNEDO

Diario de Navarra, 10 de septiembre de 2006

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