El PSOE no ve prisa para la mesa y trata de dar por cerrado el estatus de Nafarroa
Patxi López y Carlos Chivite, dirigentes del PSE y el PSN, aprovecharon ayer una cumbre de dirigentes del partido en Logroño para echar un jarro de agua fría sobre la reivindicación del diálogo multipartito y del cambio político. Chivite no sólo pospone la mesa a 2007 y la circunscribe a Nafarroa, sino que no acepta cambiar su estatus.
Dirigentes autonómicos de Euskal Herria y otras comunidades limítrofes se reunieron ayer en Logroño para realizar una nueva escenificación de apoyo a la estrategia de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de pacificación. La declaración final no incluye novedades, pero sí las hubo en las declaraciones de los secretarios generales del PSE y el PSN, que detallaron cómo contemplan la cuestión pendiente del diálogo multipartito para buscar un nuevo consenso político.
Carlos Chivite, líder del PSN, afirmó que en Nafarroa la situación «se vive desde la más absoluta tranquilidad y normalidad» ya que considera que el herrialde «tiene garantizado por la Constitución su estatus jurídico, que no va a ser modificado», avisó.
Chivite acudió a Logroño junto a Fernando Puras, proclamado ya cabeza de lista para las elecciones de 2007 y que ha avanzado ya con reiteración que su premisa será la defensa del actual estatus de Nafarroa como «autonomía uniprovincial dentro de España».
Chivite argumentó, tras dejar sentada su negativa a cualquier cambio, que «estamos ayudando en la medida de lo posible a que esa ambición de lograr el proceso de paz vaya razonablemente bien». Y fue aquí donde encajó la posibilidad de abrir un diálogo multipartito propio en Nafarroa, para lo que pone varias condiciones.
Así, el líder del PSN afirmó que esta eventual mesa debe constituirse después de las elecciones de 2007, en el Parlamento y «con todas las formaciones legitimadas en el ámbito de la legalidad». Chivite saludó además que Miguel Sanz, presidente del Gobierno navarro y de UPN, haya admitido este planteamiento en unas declaraciones realizadas esta semana.
Patxi López, por contra, sí parece abierto a que la mesa de partidos fructifique en un cambio político. Apostó ayer por que «permita definir un marco político y de convivencia que respete la pluralidad democrática de la sociedad vasca y la diversidad de identidades vasca».
No obstante, López no muestra prisa por ponerla en marcha. Indicó que lo importante es «que nos pongamos de acuerdo», puesto que el foro multipartito «debe nacer del consenso de los partidos, ya que si nace de la confrontación la mesa estaría coja y nos llevaría a más confrontación».
Preguntado sobre unas declaraciones hechas la víspera por Pernando Barrena (Batasuna), que reiteraba el bloqueo en el proceso, López no lo negó, sino que justificó que éste «es largo, duro y difícil». Subrayó, en este contexto, que «habrá complicaciones en el camino, parones, acelerones... pero lo importante es que el proceso sigue».
López ligó de nuevo la puesta en marcha del foro de diálogo al cumplimiento de la legalidad española. Lo mismo hizo en Madrid la portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al ser preguntada por la cuestión de la mesa tras el Consejo de Ministros.
Gara, 7 de octubre de 2006
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