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Todos en la pista

Todos en la pista

Han dado la vuelta a América durante meses como “candidatos a la sombra”, dejándose ver al lado de los aspirantes a senadores y diputados, tanteando el pulso a Estados clave como Iowa y New Hampshire. Ahora que el capítulo de las elecciones de Midterm está archivado por Hillary Clinton, John McCain y una muchedumbre de otros aspirantes a la Casa Blanca, es el momento de quitarse la máscara: la gran carrera por el voto del 4 de noviembre de 2008 ya ha comenzado.

Las próximas semanas estarán marcadas por el inicio formal de las “exploraciones” por parte de numerosos candidatos in pectore. Alguno hará anuncios oficiales rodeado de la familia y otros fingirán tomar tiempo, lanzándose en un tour de presentación de libros que sirven como tarjeta de presentación a los electores. Los mecanismos de la máquina del voto de 2008 están funcionando a pleno ritmo, sobre todo en la recogida de fondos electorales y en la creación de un staff fidelísimo en los Estados decisivos.

Las elecciones de 2008 se presentan como las más inciertas desde hace decenios. Por primera vez desde 1928, cuando el presidente Calvin Coolidge y su vicepresidente Charles Dawes decidieron no volverse a presentar, no serán candidatos procedentes de la Casa Blanca. Algo similar sucedió en 1952, en las elecciones que coronaron a Eisenhower, cuando el presidente en funciones Harry Truman apareció como candidato en las papeletas de las primarias en New Hampshire, pero después decidió retirarse.

La incertidumbre deja abiertas las esperanzas de un gran número de políticos que ya se reparten entre protagonistas y apariciones/comparsas.

- Hillary, McCain y Frist, los fijos. Las dos candidaturas dadas por supuestas, la de Clinton para los demócratas y el senador de Arizona McCain para los republicanos, han reunido ya a sus respectivos consejos de guerra para examinar los mapas electorales. Otro protagonista con las manos a la obra es el senador saliente del Tennessee Bill Frist, que en enero dejará su cargo al frente del Senado.

El staff de McCain se reunió justo después de la votación para valorar la situación y el senador compareció delante de los micrófonos para desdramatizar la derrota de los republicanos. “Soy un estudioso de la historia –dijo McCain– y recuerdo cómo perdimos de mala manera en el 1976. Pero Ronald Reagan marcó nuestro camino en 1977, volvimos a resurgir en 1980 y conquistamos la presidencia y el Senado. Los escenarios son temporales, volveremos a la pista”.

- Edwards y Giuliani, los hiperactivos. John Edwards, ex candidato a la vicepresidencia en 2004, ha elegido el día después de la votación de Midterm para lanzar un tour de presentación de su último libro, Home, y ha fijado paradas en Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur, todos Estados clave de las primarias. Si no es todavía una candidatura oficial, poco le falta.

Por otra parte, el republicano Rudolph Giuliani desde años acumula fondos y se deja ver al lado de candidatos en todo el país para recordar su carisma como alcalde de Nueva York, la lucha contra el crimen que ha cambiado el rostro de la ciudad y los eventos que lo vieron surgir como figura nacional el 11 de septiembre de 2001. Gran parte de los observadores aguardan a que todo esto se traduzca en una candidatura.

- Obama y Bloomberg, las sorpresas. Entrevistado por Larry King mientras llegaban los resultados de la victoria demócrata en Midterm, un entusiasta Barak Obama pareció confirmar su probable candidatura, que aumenta de espesor en las últimas semanas. “El voto confirma que los americanos tienen ganas de moverse en una nueva dirección. Ahora me tomaré tiempo para hablar con mi mujer y reflexionar sobre qué es lo que quisiera ver que sucediera en este país. Pasará todavía algun tiempo antes de que tome una decisión final'’.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que se encuentra ahora en el papel de republicano solitario en un Estado totalmente dominado por los demócratas, valorará a su vez si romper la propia hucha millonaria y lanzarse a la trifulca.

- Kerry y Allen, los cojos. El que desafió a Bush en 2004, John Kerry, está entre los pocos demócratas dispuestos a salir con los huesos rotos de la votación de Midterm, por un comentario a destiempo sobre Iraq que le ha obligado a retirarse en los últimos días. En su partido crece la convicción de que no es un candidato vencedor para el 2008. El incierto voto de Virginia decidirá también el destino político del senador saliente George Allen. Una derrota comprometerá para siempre sus ambiciones presidenciales, ya dañadas por la campaña de estos meses.

- Huckabee y los outsider. Entre los nombres que parten de la retaguardia pero que podrían representar sorpresas, resaltan los gobernadores demócratas Tom Vilsack (Iowa) y Bill Richardson (Nuevo México), el gobernador republicano saliente de Massachusetts Mitt Romney, los senadores demócratas Joe Biden, Russ Feingold y Evan Bayh, sus colegas republicanos Sam Brownback y Chuck Hagel, el diputado Duncan Hunter (que ha anunciado el inicio de la exploración) y el ex speaker de la Cámara Newt Gingrich.

Uno que ya ha comenzado a “correr”, literalmente, es el gobernador republicano saliente de Arkansas Mike Huckabee, que sería un candidato insólito: su historia de ex gordito que ha perdido 45 kilos gracias al jogging para combatir la diabetes se ve como una posibile arma vencedora en un país de decenas de millones de obesos.

- Rice y Gore, los improbables. Repiten desde hace meses que no se presentarán, pero sus nombres continúan apareciendo en la bolsa electoral del 2008: son la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el ex vicepresidente Al Gore.

Marco Bardazzi (traducido por Inma Mateos).

Páginas Digital, 21 de noviembre de 2006

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