El historiador García de Cortázar aclara que en la tradición republicana no entran los nacionalismos
García de Cortázar dedica su nueva obra a la España que anhela de "un país muy volcado en las libertades, que fomenta el pluralismo y que manifiesta ese legado plural a través de la cultura" que "parece que no es el modelo de país que se quiere enseñar”. El presente de lo que acontece a lo que un día fue un único reino visigodo. En declaraciones a Europa Press, aseguró que la manifestación de mañana en Bilbao tendría que prohibirse porque "detrás está Batasuna", organización que "no puede ser considerada un grupo político, cuando siguen apoyando la violencia".
Para el doctor en Historia Moderna y Contemporánea, que dictó ayer una ponencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, "la autorización de la marcha significa mirar para otro lado, es prácticamente hacer creer que cuando es de día es de noche".
El célebre historiador reivindicó a la izquierda política "un esfuerzo" por retrotraer la tradición socialista republicana “que no tiene nada que ver con su connivencia con los nacionalismos". "En este momento, el espectáculo no deja de ser muy triste", aseguró García de Cortázar, tras añadir que "la izquierda no puede dar honorabilidad a movimientos ultraderechistas, como son los movimientos nacionalistas". De hecho, calificó de “peligrosísima” la reivindicación de lo que consideran “derechos históricos" porque supone “reivindicar un privilegio", algo que no se contempla en la modernidad cuando se busca la equiparación de derechos y la igualdad ante la ley.
Bajo esta teoría, García de Cortázar contrapuso "esa idea de una Cataluña o un País Vaso étnicos", frente a "una España que une a todos los demócratas y a todo el pensamiento liberal", lo que "no tienen nada que ver con ser de derechas ni de izquierdas".
Tal y como se titula su última obra, 'Los perdedores de la Historia de España', para García de Cortázar "los grandes perdedores de nuestra Historia son las víctimas del terrorismo de ETA", quienes "han sufrido en sus carnes el dolor, la atrocidad de los movimientos nacionalistas terroristas y que incluso están siendo olvidadas, y en
algunos foros se les considera como una especie de rémora de ese pretendido proceso de paz".
Sobre el tan criticado proceso de paz, el escritor aseguró que en realidad se trata de "intentar imponer sin violencia una reivindicación política que ha arrojado muchísimos muertos y muchísimo dolor", lo que calificó como "una canallada" por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
García de Cortázar aseguró estar preparando su nueva obra, en torno a esa España que anhela de "un país muy volcado en las libertades, que fomenta el pluralismo y que manifiesta ese legado plural a través de la cultura" que "parece que no es el modelo de país que se quiere enseñar", finalizó.
Análisis Digital, 24 de agosto de 2006
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