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Quedan tres "hojas de ruta" sobre la mesa de Zapatero

Quedan tres "hojas de ruta" sobre la mesa de Zapatero

¿Este cuento se acabó? Pues no, aunque parezca mentira no. El "proceso" sigue después del atentado, porque una cosa es la "tregua" y otra el "proceso", como han distinguido los portavoces de Batasuna. De hecho, según Pernando Barrena, llevan más de cinco años hablando con el PSOE, y digo yo que no se echa por la borda semejante capital por un par de muertos, cuando ya ha habido tantos otros. Lo que pasa es que algunas cosas están cambiando. Pero la historia continúa.

 

ETA y Batasuna, a lo suyo

 

Sigue, desde luego, la historia de Batasuna y ETA. ETA, con todos los matices internos que se quieran entrever, sigue en lo suyo, que son las armas. Si alguien en el PSOE pensaba que estos chicos eran como los "polimilis buenos" se ha equivocado. ETA sigue queriendo lo mismo y no va a renunciar a nada; pero no son tontos, y saben que tienen que negociar las formas. Es más: saben que la simple existencia de la negociación ya implica una victoria, porque el Estado reconoce su capacidad de interlocución. Así que, por parte de ETA, esto no es más que un "hasta luego". Volveremos a oír hablar de negociaciones, cuando Zapatero esté menos apurado que ahora.

 

Batasuna ve su mesa de partidos más lejos, y parece que no habrá candidaturas municipales en mayo. Además los presos van a tardar en venir: todo se retrasa, porque por buena que fuese la voluntad de ZP ahora mismo no puede hacer regalitos. Zapatero necesita poder decir, como ha dicho Rafael Simancas, que "no ha cedido en nada, como prueba la ruptura del proceso de paz tras los atentados". Cuando pase la tormenta, veremos; pero Batasuna va a pagar parte del precio, una vez más sin cargos públicos y con toda su maquinaria implicada en el "proceso". Habrá alguna tensión, y tal vez algunos cambios de cara. Pero esto es lo normal en Batasuna, en general saben esperar y, además, saben que hay razones para hacerlo.

 

El nacionalismo burgués mira más lejos

 

¿Han visto ustedes a alguien del PNV llorar de pena por este tropezón en el "proceso"? Yo no. El senador del PNV Iñaki Anasagasti, correcto, formal, educado como casi siempre, quiere un nacionalismo "inteligentemente reivindicativo", pero cree que este proceso ha terminado. Lo cual no quiere decir que no haya otro, pero sí que será distinto. Y es que el PNV no tiene ninguna gana de ver a la izquierda abertzale en el poder, porque los conoce bien; y quiere hacer las cosas a su velocidad, lo que quiere decir controlando la situación aunque todo implique tiempos más largos; un Estatuto sobre la base del catalán, con el plus de los "derechos históricos", colocaría a la Comunidad Autónoma Vasca al borde de la autodeterminación, pero Zapatero, creen algunos, a eso sí podría llegar. Y quedaría alguna migaja para el PSE, pero nada de pactos de progreso porque el PNV no va por ahí.

 

Navarra, más cerca que nunca

 

¿Y Navarra? Un enrevesado juego de hipocresías cruzadas. Ningún nacionalista que se precie puede renunciar en público a Navarra, claro; pero todos saben que la presa es difícil, y que, en todo caso, sólo con el consenso del PSOE y de los abertzales en su conjunto habría posibilidades de captura. Si Batasuna quedase fuera de la ley aumentaría la abstención y descendería el voto nacionalista, pero Nafarroa Bai crecería, como Aralar en 2003, y el PSN también, porque se eliminaría el "miedo al abismo": así que no lo olvidemos, la interrupción del proceso hace más fácil que en mayo haya un gobierno foral sin UPN (lo que después haría más fácil proseguir el proceso, con un importante obstáculo menos). Fernando Puras y Patxi Zabaleta compiten ahora (en navarrismo) por ser la segunda fuerza en el Parlamento y no parecen muy apenados de este retraso en el "proceso". Saben lo que hay. El mismo PNV prefiere dos caminos paralelos para vascos y navarros, de base tanto autonomista como foralista; caminos intercomunicados, convergentes y con salida común, sí, pero sin prisas. Y las prisas se han quedado en Barajas.

 

Zapatero está en manos de ETA. O tiene una reacción antiterrorista muy seria o paga el precio marcado; no hay más. Pero hay interlocutores muy interesados en que el "proceso" cambie de matiz, sin anularse. Si llevan cinco años hablando es de esperar que hayan hablado de este posible "accidente", y que esté prevista la "hoja de ruta" para salir del bache con los interlocutores, incluso, reforzados.

 

Pascual Tamburri

El Semanal Digital, 8 de enero de 2007.

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